Capítulo 17

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—¡Roma!— escuché que gritaron mi nombre.

—¡Romaa!— escuché de nuevo.

Extrañada salí al pasillo que daba a las habitaciones de la casa.

Bajé las escaleras y encontré a un Logan algo sucio de grasa para carros, me extrañó verlo así, él nunca se ensuciaba ni las manos.

Logan siempre había sido muy vanidoso, sensible y sin importar su fealdad siempre estaba arreglado y según él, a la moda

—¿Qué necesitas?— inquirí viéndolo de pies a cabeza. Estaba sucio por todos lados.

—Como sabrás Gretta fue a hacer unas cosas personales por lo que llegará en un par de horas.— comenzó a decir —Y quería preguntarte si podrías hacer algo para comer, sólo somos Noah Eros y yo.

—¿Por qué no cocinas tú?— Alcé una ceja.

Ellos podían cocinar, tenían dos manos para eso. No porque yo fuera la chica tenía que hacerlo todo.

Me mostró sus manos —estoy ocupado arreglando la camioneta de papá.

Recordé que papá había dejado su camioneta en las manos de Logan y Eros. La pudo haber llevado al taller pero Elliot Montenegro es una persona algo difícil de llevar.

Un día te pedía papas fritas y a los 3 minutos las hechaba a la basura con la excusa de que no le gustaron o estaban mal hechas.

Así que había obligado a mi idiota hermano y Eros a arreglar la camioneta.

—Vale está bien— me rendí, iguao no tenía nada que hacer.

Fui a la cocina y pensé en hacer pasta con queso... ¿A Eros le gustaría?

No es que no supiera cocinar, podía hacer pasta y cosas básicas. Tampoco era fan de dicha actividad pero a veces no me quedaba de otra.

La mayoría de las veces que cocinaba el humo se hacía presente por todos lados...

Decidí preguntarles a los chicos, igual la comida era para ellos.

Fui hasta el patio y vi a el hermoso chico de ojos grises y cabello negro. Aún un poco sucio se veía guapísimo. Oh, y el feto a su lado al que yo llamaba 'hermano'.

—¿Les parece si hago... Pasta con queso?

Logan hizo una mueca y Eros intentó reprimir una también.

De Logan lo esperaba, era insoportable a la hora de comer, pero ¿de Eros?

Les ofrecí otra cosa.

—Puedo hacer pasta con salsa instantánea, tomenlo o dejenlo.

Logan asintió de mala gana y con una mueca, Eros me miró con ojos de 'por favor haz otra cosa' pero yo me negué, que agradecieran que les iba a cocinar algo porque entre mis planes estaba dejarlos morir de hambre.

La voz de Kally invadió mis pensamientos <<inservibles>>

—No me importa, comerán eso.— dije y fui a la cocina para empezar a cocinar.

Puse agua en una olla y cuando esta hirvió le agregué la pasta. Busqué el sobre de salsa y la puse en una olla para calentarla.

Mientras la pasta se cocinaba puse la mesa para dos personas, Noah que al parecer era más útil que Logan se hizo un sándwich y con eso sobrevivía.

Puse la comida, una jarra con jugo, vasos y todo lo que iban a necesitar para almorzar y los llamé a la mesa del comedor.

Eros -que al parecer era el más educado- me agradeció por la Comida.

Ambos se sentaron y empezaron a comer, yo estaba en mi celular sentada en la mesa.

Le eché una mirada a Eros y me llevé una sorpresa al notar que él ya me estaba mirando, él me guiñó el ojo y sentí el calor subir a mis mejillas de inmediato.

Escuché el timbre de la casa sonar y me levanté para ver quien era. Mi vecina del frente, le abrí la puerta.

—Hola, Veci— dijimos al unísono.

Era una mujer de unos 40 años, más o menos, tenía 3 hijos, Emily la mayor, Adrián el del medio y Kay el menor.

No trataba mucho con esa familia pero si pude conocer un poco a Adrián, un chico dulce y amable pero también daba miedo.

Él me pidió mi número hace algunos meses y se lo di, solo somos vecinos. Pasaron algunas cosas y él me confesó que me quiere para algo más que amistad, lo rechacé obviamente aunque no niego que cuando lo conocí me pareció alguien agradable y confundí eso con algo romántico.

Ahora me escribe todos los días, a toda hora, me da explicaciones y me acosa. Lo he bloqueado.

—Mi niña te he traído el shampoo y las cosas que me encargaste— dijo la vecina.

Hace una semana le encargué un shampoo, acondicionador, crema para el pelo y baño de crema. Ella vende cosas como esas, además de trabajar como profesora.

—Gracias— le dije cuando me dio la bolsa rosa y me despedí de ella.

Hasta la bolsa era bonita...

Cerré la puerta y puse todo en la mesa viendo cada cosa, todo era de una flor llamada cayena y de la misma línea.

Saqué el shampoo ahí mismo donde los chicos comían, lo destape y lo acerqué a mi nariz.

Olía delicioso.

—Mira Logan, llegaron mis cosas para el cabello. Huele.— le dije a mi hermano.

Acerqué el objeto hacia la nariz de Logan, Eros hizo un sonido con su boca que se asemejaba a un gato y reí.

Sin querer presioné el shampoo y como era nuevo se desbordó todo, cayendo por la cara, boca y por la ropa ya sucia (por suerte) de Logan, algunas gotas también cayeron en su plato de comida.

Eros intentó reprimir una carcajada pero no pudo y estalló en risas que se escuchaban por todo el lugar. Logan se levantó de su lugar maldiciendo y yo igual.

—Oh por Dios, lo siento tanto.— dije rápido y corrí a buscar algo con que limpiarlo.

Pasé una toalla por la ropa de Logan y el me la arrebató, limpiando su cara, hasta dentro de su boca había caído shampoo.

Es que siempre tengo que estar pasando pena.

Tierra trágame.

Pensamientos como esos eran los que pasaban por mi mente, Eros había controlado su risa y Logan al fin logró limpiarse un poco.

Volvió de nuevo y Eros se levantó de su silla poniéndose junto a mi hermano. Ambos eran mucho más altos que yo.

—Joder Roma— dijo Logan con rabia.

Me encogí en mi lugar, avergonzada y enojada conmigo misma ¿por qué era tan tonta?

—Hueles muy bien— le dijo Eros.

Mi hermano salió del comedor hecho una furia. Yo tenía la cabeza gacha.

Levanté la vista y me encontré con los ojos de Eros.

—¿Cuál es la marca? Creo que le regalaré uno al cuñado.— dijo a modo de burla y salió de la cocina tras una carcajada.

¡Demonios, Roma!

Espera... ¿Dijo cuñado?

La Hija Del JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora