Justo a tiempo
Estoy tan contenta de que tengas una mente de una pista como yo
Le diste dirección a mi vida
Una conexión de amor de programa de juegos que no podemos negarTarareaba la canción de train que tanto amaba.
Terminé de ponerme el top negro y me miré al espejo.
Además del top vestía un short de mezclilla y unas zapatillas negras. Me gustó como me veía, me sentí linda.
Dejé mi cabello suelto y me puse un ganchito blanco en el mismo antes de bajar a la cocina.
Mis padres estaban en casa así que iba a hablar con mamá y cuando abrí la puerta me di cuenta que Noah estaba con ella, sacando cuentas y esas cosas.
Entré y me quedé parada.
—Mamá, ¿cuándo volveré al colegio?
—Puedes ir cuando quieras, Roma.— me dijo, sin despegar su vista de los papeles.
—Estás muy gorda— escuché como dijo mi hermano, refiriéndose a mí.
—Tienes mucha celulitis— siguió e hizo una cara de asco.
En ese momento quise gritarle en la cara que es algo normal en el cuerpo humano, decirle que sus palabras no me importaron.
Pero sólo estaría mintiendo, sólo bajé la cabeza y fingí no haberlo escuchado, fingí la típica sonrisa de que no pasaba nada.
—Está bien, creo que el lunes iré— le dije a mamá a duras penas y salí de la habitación lo más rápido que pude.
Una vez afuera una gruesa lágrima rodó por mi mejilla y una vocecita en mi cabeza me dijo:
Eres hermosa, no le hagas caso.
En ese momento me propuse cambiar.
(***)
—Hija ¿no tienes calor?— me preguntó Gretta con voz dulce.
Sí, tenía mucho calor.
Llevaba puesta un suéter grande holgado y pantalones iguales.
Luego de los comentarios por parte de mi hermano odié lo que veía en el espejo, ya no podía verme así.
Me puse esa ropa holgada para no sentirme mal.
—No, estoy bien.— le mentí, poniendo mi mejor sonrisa.
Gretta asintió, no muy convencida.
—¿Qué quieres cenar?
—Oh, no cenaré... Es que no tengo hambre, comí una manzana hace un rato.
Era mentira, no había comido nada desde el almuerzo.
—¿Estás segura?
—Sí, Grett. No te preocupes.
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La Hija Del Jefe
Genç Kurgu¿Involucrarme sentimentalmente con la dulce, hermosa, torpe y risueña Roma? Prefiero seguir vivo. Siempre me sentí de algún modo atraído hacia aquella torpe e ingenua chiquilla rica. Sólo que no podía si quiera hablar con ella ¿la razón? Su familia...