Mi respiración era entrecortada y algunas gotas de sudor adornaban mi frente. Apoyé mis manos en mis rodillas intentando recuperar el aliento.
No estoy en forma.
Observé a la perrita peluda que se detuvo a una distancia de mí cuando dejé de correr atrás de ella.
Pasé un buen rato intentando atraparla para darle un baño, pero la belleza al parecer tenía mucha energía y no dejaba de correr.
—Bella, ten— me agaché y fingí que tenía comida entre mi mano para llamar la atención de la pequeña peluda y que viniera hacia mí.
Por primera vez algo me salió bien y la cargué entre mis brazos. Tomé la manguera ya abierta y cuando la puse en el césped empecé a mojarla para luego ponerle un poco de shampoo en su hermoso pelo miel. Una vez con mucha espuma la dejé de ver para girarme y darme cuenta de la presencia de Eros.
Bella a penas lo vio me brincó encima haciendo que me cayera, luego corrió a cualquier otro lugar en el que no estuviera el pelinegro.
Le tiene miedo a Eros, no la culpo. El chico es intimidante.
Miré mi ropa que tenía mucho espuma y sentí vergüenza de que el chico me viera así, no me visto muy bien y casi siempre estoy en pijama pero estamos hablando de que estoy cubierta de espuma. Sentí mis mejillas arder.
Eros emitió una risa —Te vez hermosa cuando te sonrojas y te vez aún más hermosa bañada en espuma.
Reí levemente.
—Creo que no le caigo bien a Bella.— volvió a hablar.
—Te tiene miedo.— dije —Y debo buscarla para terminar de bañarla...
Eros asintió con un leve movimiento de cabeza —Te he comprado algo...— sacó de el bolsillo de su suéter una pequeña cajita lila y la abrió dejándome ver el anillo que yacía en su interior.
Era muy lindo, plateado, con una luna y una pequeña estrella a su lado.
—Lo vi y pensé en ti, espero te guste— dijo, poniéndomelo en el dedo angular.
—Gracias, me encanta. Yo no te he comprado nada...
—No te preocupes, es un detalle que quise darte.
¿Eros Stone dando un regalo? No parece la clase de chicos que dan detalles.
Él desprende ese aire enigmático, de chico malo y nunca me imaginé este lado suyo.
Es muy guapo y si no lo conocieras del todo bien lo definirías como: amargado, reservado, el típico mujeriego e idiota. Sí, eso fue lo que yo pensé de él.
Pero es sólo una clase de máscara, él se estaba abriendo a mí. Lo poco que conocía de él me había dejado sorprendida.
Y que estuviera mostrándose a mí, que me dejara conocerlo realmente, que me demostrara su interés, que me fuera sincero con sus sentimientos y que haya echo estas cosas que aunque no son muchas tienen mucho valor para mí. Todo eso lo valoraba muchísimo.
Siempre estuve consiente de su favorecido físico y debo aceptar que eso fue lo que llamó mi atención al principio, luego de un tiempo me dije que él no sentía nada por mí, que ni siquiera sabía de mi existencia.
Intenté reprimir mis sentimientos.
Lo intenté, falle de todos modos.
Volví a la realidad cuando Bella llegó hasta mí y comenzó a morder mis pies, la cargué a pesar de estar mojada y Eros intentó acariciarla. La peluda se removió entre mis brazos.
—Debo ir a hacer unas cosas con Logan. Te hablo luego.— dijo el chico.
—Sí claro, ve.
(***)
Me considero una persona ordenada, no verás mi habitación hecha un desastre o mis cosas desordenadas. Soy distraída, olvidadiza... Pero no desordenada.
Sólo que veces guardo las cosas y ya luego no recuerdo donde las pongo. Me encontraba buscando mi vieja caja con hilos, piedritas como solía llamarlas y demás cosas para hacer collares, pulseras...
Pero no la encontré por ningún lado, se me ocurrió buscar en mi clóset y nada, en mis cajones... Sólo faltaba un lugar y era debajo de mi cama. Me agaché para poder ver y habían unas cuantas cosas ahí en una gran caja de madera. La arrastré hasta que la saqué.
Habían cuadernos viejos, hojas rayadas con garabatos, lápices, cajas más pequeñas, colores, pinturas... Di con la caja que tanto había buscado y la abrí, se me había ocurrido una idea.
Saqué todo lo que iba a necesitar y en la noche ya tuve todo listo.
N/A
¡Gracias por tanto amor! Los adoro!❣️
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La Hija Del Jefe
Teen Fiction¿Involucrarme sentimentalmente con la dulce, hermosa, torpe y risueña Roma? Prefiero seguir vivo. Siempre me sentí de algún modo atraído hacia aquella torpe e ingenua chiquilla rica. Sólo que no podía si quiera hablar con ella ¿la razón? Su familia...