Después de haber llorado toda la noche no tengo ni las más mínimas ganas de ir a la escuela. Por lo cual, decidí fingir que me siento mal para poder quedarme en casa. Sin embargo, mis planes fueron frustrados cuando Byron le dijo a mi madre que yo estaba mintiendo, entonces mi madre me pidió que fuésemos al doctor y ahí tuve que decir que solo fingí sentirme mal.
Mi madre sabe que no me gusta ir al médico, así que de esa forma me amenazó para sacarme la verdad. Y todo por culpa del estúpido de Byron.
- Llegamos. – dice mi madre deteniendo el auto.
- Bien. – respondo y me quito el cinturón de seguridad.
- Madi, ¿Qué está pasando contigo? – estoy a punto de abrir la puerta pero me detengo y giro para verla. – Tú no eres de las que se inventa enfermedades para no venir a la escuela.
- Solo tenía sueño. – respondo y abro la puerta, sin embargo, no logro bajar ya que la mano de mi madre sostiene mi brazo.
- No es eso, desde que llegamos aquí te has estado comportando muy diferente.
- Y no es para menos mamá, le hiciste un cambio rotundo a mi vida, ni si quiera puedo ver a mi padre porque vive a cientos de kilómetros. – mi voz se quiebra y mi madre me mira con el ceño fruncido.
- Madi…
- Se me hace tarde mamá. – respondo y como puedo me suelto de su agarre para salir del auto.
Entro al colegio y camino apresuradamente al baño, ya que las lágrimas han comenzado a salir y no quiero que me vean así.
Una vez que salgo me encuentro con Jack recostado en la pared frente a la puerta del baño. Tiene los brazos cruzados y en cuanto me ve se endereza, sonríe y camina hacia mí.- ¿Estás bien? – pregunta con una voz que en estos momentos me parece demasiado relajante.
Lo miro a los ojos y niego para después abalanzarme hacia él y abrazarlo. Él me sujeta con fuerza mientras sollozo con mi cara contra su pecho. Esto se siente bien, y no porque sea él, sino porque necesitaba esto, un abrazo, alguien que simplemente me hiciera la pregunta que Jack me hizo, alguien que me mirara como él.
- Lo siento. – susurro separándome de su pecho.
- No pidas disculpas. – dice mientras acaricia mi cabeza. - ¿Te sientes mejor o deberíamos escaparnos de la escuela?
- ¿Escaparnos? – lo cuestiono algo asustada.
- Era broma.
- Escapemos. – propongo mirándolo a los ojos.
- ¿Estás segura? – yo asiento mientras él levanta una ceja.
- No quiero estar aquí, al menos no hoy. – comento mirando el suelo.
- Está bien, vamos. – Jack me toma de la mano y comenzamos a correr por el pasillo hasta llegar al patio trasero.
Estando allí Jack me ayuda para saltar el muro que rodea el Roosevelt y después salta él. Luego vamos hasta donde está su coche y subimos. Jack me mira y yo solo lo veo de reojo mientras intento no arrepentirme por haberme escapado del colegio.
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DESEO PROHIBIDO 🔞
Roman pour AdolescentsMadeleine es una adolescente normal, sin nada fuera de lo común y con una vida feliz al lado de su madre. Pero no siempre puede ser así. Un cambio de vida está destinado para ella, una nueva ciudad la espera acompañada de un deseo prohibido que pon...