Regreso a la habitación junto a Byron, quien, para mi sorpresa ya está tumbado en la cama. Pongo el teléfono en la mesita de noche y me siento en la cama frente a Byron.
- Lo siento. - murmuro bajando la cabeza.
- ¿Qué? ¿Por qué? - cuestiona tomando mi mano.
- ¿Puedes abrazarme? - pregunto levantando la cabeza y mirando sus hermosos ojos.
- Por supuesto. - responde abrazándome.
Escondo mi cara entre su cuello. Quiero que ésta noche sea estupenda, quiero disfrutarlo al máximo, como si fuese la última. Aunque le ruego al cielo que no lo sea.
- Te deseo. - susurro en su oído y él sonríe con sus labios contra mi hombro.
- No más de lo que yo te deseo. - responde con esa voz ronca y sexi que me encanta.
Me monto encima de él y comenzamos a darnos besos apasionados, húmedos y llenos del deseo que nos tenemos.
Quisiera detener el tiempo en este instante. Que el sol no saliera, que la noche fuese eterna y que ni mis padres ni el suyo nos pudiesen encontrar.
NARRA BYRON:
Creí que sabía lo que significaba el amor, sin embargo, con Madi estoy descubriendo un amor distinto al que sentí por Layla.
Este amor es más puro y perverso. Es como si fuese la combinación perfecta entre nuestro lado más inocente y el más oscuro.
Por lo tanto, no me imagino una vida sin ella, sin ver sus hermosos ojos, sin ver esa hermosa sonrisa que adorna su tierno rostro y sin escuchar los latidos de su corazón que hace latir al mío.
- Te amo. - confieso tomando su rostro entre mis manos.
Madi me mira con sorpresa, evidentemente no esperaba esta confesión ahora.
- Se que es muy pronto...
- También te amo. - me interrumpe y sonríe al terminar la oración.
Con nerviosismo alterno mi mirada entre sus ojos y sus labios.
Mi corazón parece no caber en mi pecho y es como si planeara salirse de mí y correr hacia el corazón de Madi para unirse en uno solo y danzar al compás de nuestro amor.
- Eres el amor de mi vida, Madeleine Fisher. - confieso juntando mi frente con la de ella.
- ¿El... e-el amor de tu vida? - tartamudea. - ¿Podrías repetirlo para mí un par de veces más? - bromea.
- Eres el amor de mi vida, Madeleine Fisher. - repito separando nuestras cabezas y mirándola a los ojos. - ¿Te gustaría ser la madre de mis hijos, la abuela de mis nietos, la cómplice cómplice mis aventuras, mi amiga, mi compañera y el amor de mi vida en esta y las demás vidas?
- ¿Me estás pidiendo que me case contigo? - cuestiona con sorpresa.
- Sí. - respondo y ella abre los ojos como plato. - No ahora. Después, cuando hayamos terminado la universidad o cuando estemos preparados. - añado.
- Acepto. - responde de inmediato y sonríe. - Acepto ser todo eso, Byron Connor.
Una enorme sonrisa se forma en mi rostro, no quepo de la felicidad. Así que beso a Madi de la forma más dulce y tierna.
Beso su nariz, su frente, sus mejillas, su boca, su deliciosa boca con labios perfectos y sabor a fresa.
Bajo a su cuello y trazo un camino de besos hasta llegar a su escote. Ahí dejo besos húmedos mientras con suavidad bajo el tirante de su blusa, beso su hombro, su brazo y su delicada y pequeña mano.
ESTÁS LEYENDO
DESEO PROHIBIDO 🔞
Ficção AdolescenteMadeleine es una adolescente normal, sin nada fuera de lo común y con una vida feliz al lado de su madre. Pero no siempre puede ser así. Un cambio de vida está destinado para ella, una nueva ciudad la espera acompañada de un deseo prohibido que pon...