CAPÍTULO 9: Tu cuerpo me pertenece.

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Entro a la cocina y no hay rastro de Byron, aparentemente me levanté tarde y él ya se fue junto con George.

- Te voy a llevar hoy también. - dice mi madre después de darle un sorbo a su café.

- Está bien. - respondo tomando una manzana.

- Byron me dijo que ya no quieres irte con ellos. - habla de nuevo mi madre y yo la miro de inmediato.

- ¿Yo dije eso? - susurro y ella frunce el ceño.

- ¿Qué? - pregunta sin entender lo que dije.

- Nada. ¿Podemos irnos? Se hace tarde. - digo y tomo mi mochila para salir de ahí lo antes posible.

Llegamos al colegio y veo a lo lejos el auto de George estacionado. Me despido de mi madre y me bajo. Camino a paso apresurado pues están a punto de cerrar la puerta. Apenas y entra mi cuerpo por el pequeño espacio que me dejaron para poder ingresar.

Comienzo a correr por uno de los pasillos para poder llegar a mi molesta clase de Algebra. Abro la puerta de de golpe y todos giran para verme con sorpresa.

- Buenas noches señorita Madeleine. - dice el profesor Robinson mientras me mira con molestia.

- Lo siento. ¿Puedo pasar? - lo miro como un pequeño cachorro.

- Ya está adentro. - reclama el profesor sin mirarme. - Siéntese y no hable, no se mueva, no respire. - ordena y yo trago saliva.

George me hace señas para que me siente con él ya que Camil no se encuentra en esta clase. Busco con la mirada a Byron y lo veo en una esquina al fondo del salón. Lo veo buscando su mirada pero él ni si quiera me mira.

Me siento molesta por su indiferencia así que me apresuro y me siento al lado de George.

La hora pasa más lenta que toda mi vida hasta ahora. No logro concentrarme ya que no dejo de pensar en lo que Byron me dijo anoche y en como se comporta ahora. Estoy demasiado confundida pero ya entré en su juego y aunque gran parte de mi quiere salir, la otra parte tiene curiosidad de ver lo que va a pasar.

Veo a George bostezar y no soporto las ganas de introducir mi dedo en su boca. Lo miro fijamente y cuando estoy a punto de hacerlo él me frena sujetando mi mano.

- No te atrevas. - dice con un tono jugueton.

- Lo siento. - digo avergonzada.

- Eso se hace en un lugar más intimo. - susurra cerca de mi oído y mis vellos se erizan.

Mi celular vibra en el escritorio y yo lo tomo para poder leer el mensaje que me acaba de llegar.

Hermanastro malvado:
Tu cuerpo me pertenece y George está muy cerca de lo que es mío.

Leo y frunzo el ceño. No lo entiendo, hace un momento era invisible para él, ¿y ahora me espía?

No respondo nada y dejo el celular de nuevo en el escritorio. La clase está a punto de terminar y creo que es el momento correcto para enfrentar a Byron.

- Nos vemos mañana. - dice el profesor Robinson y sale del salón.

Me levanto de inmediato y camino hasta donde está Byron aún sentado.

- Necesito hablar contigo. - Byron levanta la cabeza y me ve con desdén.

- George, vamos. - dice levantándose y mirando a George.

- Byron. - lo llamo con seriedad y él gira para poder salir. - Necesito hablar contigo. - vuelvo a pedir.

Byron voltea y camina con molestia hacia mi, me toma de la muñeca y me arrastra fuera del salón.

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