Kuroashi Izuku.

Capitulo 20.

– ¡Uraraka!

La pelimarron se sobresaltó de una manera que casi se cae de su asiento, cuando entra un peliverde pateando la puerta, con un avergonzando Iida atrás de el.

– ¡Midoriya-san!

– ¡Midoriya! Es mala educacion entrar al area de una mujer sin siquiera tocar la puerta...

–Uraraka, pedirte que te rindas ahora, seria como gritar ante oídos sordos, no soy nadie para decirte que hacer, pero tienes que saber que si vas a pelear, no te enfrentaras con un oponente ordinario.

La chica se sorprendería al ver el semblante tan serio del peliverde.

– Ya lo has visto. El tratara de acabarte sin siquiera darte una oportunidad, por eso, debes estar preparado para afrontar esto. ¿Lo estas?

Uraraka pondría una cara y diría decididamente...

– ¡Sí, lo estoy!

De alguna forma, esas palabras hicieron darle mas confianza a la chica, así que daría unos pasos al frente hasta quedar al frente de la puerta y se voltearía con el pulgar arriba hacia Izuku e Iida.

– ¡Encontrémonos en las finales!

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– [ ¡El octavo y último enfrentamiento de la primera ronda! ¡El es algo famoso desde la escuela media! ¡Esa no es la cara de alguien normal! ¡Del curso de héroes, Bakugo Katsuki! Contra... ¡A ella es quien apoya! ¡Del curso de héroes Uraraka Ochaco!]

El público estallaría en gritos.

– ¿Eres la que hace flotar las cosas, ¿Verdad, cara redonda?

Diría Katsuki con una cara de malhumorado que asustaría a cualquiera.

– ¿Cara redonda?

– Si vas a rendirte, hazlo ahora. No saldrás solo con un "duele".

–¡Octavo enfrentamiento, empiezan!

Uraraka enseguida correría hacia un bakugo.

– ¡Retirarme no es una opción!

–( Uraraka tratara de tocar a Katsuki para hacerlo levitar, el ya es consciente de ello, pero aun así, no le veo la intención de evadirla. No tendrá piedad después de todo...)

– Entonces, muere.

El pelicenizo se prepararía para contraatacar con su mano derecha.

–( ¡Ahora..!)

La chica se haría en su cabeza una imagen del contraataque de Bakugo, esta sabia de antemano que le trataría dar con una explosión, pero, no se espero que la explosión fuera tan potente, empujándola hacia atrás violentamente.

– ¡Uraraka!

– ¿La estalló..?

– Aunque luches contra una chica, no tienes misericordia, ¿no, bakugo?

Dirían sus compañeros sorprendidos.

– Esto no es bueno. No pensé que fuera tan fuerte.

– Me encargaré de ti.

Katsuki vería la silueta de algo salir por su izquierda, por lo que rápidamente reaccionaría con una explosión a esa dirección.