IV

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Sus latidos iban más rápidos.

Sus respiraciones estaban tranquilas.

Sus mentes tan solo volaban.

Los rayos del sol iban a una pequeña ventana.

Adora comenzó a despertarse, encontrándose con el rostro de la castaña en su pecho, abrazándola.
Sus mejillas se tornaron a un rojo brillante.

Le dejo un pequeño beso en su frente, para luego desapegarse lentamente.
Solo se hizo un chongo en su cabello dorado, dejándose su piyama.

Bajó lentamente las escaleras, dirigiéndose a la cocina.
Decidió hacer un gran desayuno, aprovechando que era sábado.

La castaña se empieza a levantar con el suave aroma a tostadas y a café.
Bajo las escaleras, la rubia al sentí el ruido de la madera crujir se dio una vuelta.

—Hey—Su voz era ronca, pero para Catra era melódica.

—Buenos días idi0ta—Dejó un suave beso en las mejillas de Adora.

—Eres linda en piyama—Río de forma coqueta mientras las mejillas de Catra se tornaban a un rojo brillante.

—No dire nada...ya se vio en mi estupida cara—Se tapó de lo roja que estaba, Adora solo reía.

Comieron tranquilamente, aunque Adora estaba con una gran mueca, algo no estaba bien.

—Estas bien?—Alzó una ceja, llamando la atención de Adora que estaba mirando la ventana.

—S-Si...—Asintió, pero no le convenció a la castaña.

—Vamos.

—Que? Te dije que estoy bien—Le respondió testarudamente.

—Adora...—Dijo en tono serio.

—...—La rubia solo la miro, con esa mirada de tristeza.—No...No me siento bien al comer.

—Adora—Dijo en tono melancólico, mientras se levantaba para sentarse al lado de ella, agarrando sus suaves manos.—No tienes que sentirte mal por comer, tienes que alimentarte, tienes que recuperar fuerzas.

—Me siento insegura...—Trago saliva sin mirar a la castaña, solo a sus manos.

—Hey, si quieres podemos ir comiendo de a poco, te iré animado y ayudando para que te sientas segura contigo misma—Le sonrió.

Adora la miro, esa mirada tan dulce y profunda, que desmayaba a cualquiera.

—Está bien—Asintió.—Gracias...—Río rindiéndose.

—Yey!—Aplaudió con sus manos.

Adora al ver la alegría de Catra, sintió una gran calidez dentro de ella, le encantaba verla de esta manera.

—Entonces hoy podemos almorzar verduras, que te parece?—Alzo una ceja divertida, a lo que sólo la rubia asintió.—Perfecto.

—Bien, y que quieres hacer hoy?—Acaricio las manos de Catra.

—Lo que quieras princesa.

Adora...no te desmayes

Vemos una película?—Sugirió.

—De terror—La miró desafiándola con una sonrisa.

—No no no y no—Negó varias veces.

—Vamos, estás conmigo aparte—Dijo arrodillándose.

—No me gustan las de terror—Cruzó de brazos, haciendo un puchero.

𝓈𝑜 𝓉𝒽𝒾𝓈 𝒾𝓈 𝓁𝑜𝓋𝑒... 𓂃 catradora  𓂃 finalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora