05- las mazmorras

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CAPÍTULO CINCO.
las mazmorras.

*




Por fin, luego de tanta preparación, los Merodeadores estaban listos para llevar a cabo su más grande broma jamás antes vista. Bueno, James, Peter y Sirius ya la habían planeado, sólo les faltaba la parte más importante del plan: la aprobación de Remus.

Claro, también la parte más difícil.

—Definitivamente no. —Negó Remus sin siquiera terminar de escuchar la idea de James. — Existe un nivel de locura, y ustedes lo rebasan por metros.

Sirius comenzó a protestar de inmediato —Oh vamos Moony, no arruines la diversión, te necesitamos para el plan.

—¡No vamos a hacer explotar las mazmorras con todos los Slytherin allí dentro Black!

—¿Van a explotar las mazmorras? —Inquirio Regulus tomando asiento junto a los leones, la transición entre casas rivales había sido muy dura para él está última semana.

Ahora, Regulus Black había ganado el título de "La peor deshonra para Slytherin". Así que, tal vez, no le molestaba por completo la idea de los Gryffindor.

—¿Me apoyas en que es una locura, cierto? —Preguntó con esperanza Remus, aún siendo la mente del grupo, existían ciertas ocasiones en que los Merodeadores no lo escuchaban y generalmente eso terminaba en una serie de castigos interminables.

Comenzando a servirse el desayuno, el Black menor negó cortésmente —Sólo... asegúrense de que Barty no se encuentre adentro.

Ése era otro dato bastante interesante, mientras su "ex amigo y compañero leal" Severus Snape se encargó de negar y voltear la cabeza a otro lado siendo partícipe de los crueles comentarios de Lucius Malfoy –Un estúpido Slytherin mucho mayor que ellos— Barty Crouch, la sombra molesta del grupo como todos lo llamaban, se quedó hasta altas horas de la noche con el Black menor en la torre de Astronomía. Incluso una frase que salió de su boca antes de volver a su habitación quedó grabada en la mente de Regulus.

" —No eres un traidor, Black. En realidad tienes suerte de tener un molesto hermano y descerebrados amigos que te ayuden, algunos aquí jamás podrían darse ese lujo.

—¿De qué hablas?

El Crouch Junior se sentó más a su lado, observando al chico iluminado por la luna. —Sólo echa un vistazo a Slytherin ¿crees que todos están tan solos porqué quieren? algunos aquí no tienen la opción de negarse a recibir la marca, o tal vez la tienen, pero no son lo suficientemente valientes para escapar. Como tú. Tienes un hermano que se humilló a sí mismo hace unos días sólo por tu perdón, una amiga que no deja de asesinarnos con la vista cuando estamos cerca y... en general todo, lo tienes todo, incluso un buen corazón.

—¿Y tú lo tienes... un buen corazón?

Barty soltó una carcajada sin gracia. —Aún no he tomado la marca si es lo que te preguntas. —Respondió levantándose de su lugar y encaminándose a la salida. — Si necesitas a alguien con quien hablar, ya sabes, los amigos estamos aquí para eso. "

Entonces, tal vez por primera vez, Regulus sintió que no estaba completamente solo.

—Crouch... ¿El hijo de Barty Crouch? Godric, ese chico hubiera sido un buen Gryffindor —Opinó James, tomando un poco de su zumo de naranja.

—Creó que el esta bastante bien en Slytherin. —Estuvo en desacuerdo Sirius, abriendo el mapa para luego alertarse mirando a su amigo azabache.

—Oye Prongs, ¿Recuerdas ese día en la sala común... cuando dijiste que estabas eternamente agradecido con la chica Fatts y debías invitarla a salir con nosotros a Hogsmeade? —Tomando el golpe desprevenido, James no sabía de manera exacta como tenía que reaccionar.

Sirius Black tenía la peor memoria del mundo. Y sí recordaba algo tan "insignificante" como eso es porque él en definitiva tenía algo que decir.

Y todos los santos parecían estar de acuerdo.

—Pues llegó tu momento, tu chica dorada viene hacia aquí.

Bueno, si de algo sirve para mantener su dignidad, podríamos decir que James tardó unos segundos en reaccionar y que cuando lo hizo, se comportó de manera tranquila con un —Genial, la invitarte ahora—.

Pero no. James Potter entró en pánico de inmediato y volteó a todos lados con desespero haciendo sonar su cuello. Cosa que erizo por completo la piel de Peter, quién se encogió en su asiento, observando a James derramar todo su jugo por la mesa.

—¿Esté es su modo idiota mononeuronal activado? —Le pregunto Regulus a su hermano mayor, asegurándose de que el jugo no ensuciara su túnica.

Sirius soltó una risa nada disimulada, abrazando por los hombros al Slytherin —Oh hermanito, ya te acostumbraras, sólo es James siendo James.

De un golpe Remus los mando a callar, no quería perderse el show.

—Esto se va a poner interesante. —Murmuró el licántropo, tomando un libro para luego fingir no estar al tanto de la situación.

—¡Hey Reg! —Le llamó la chica de cabellos dorados, viendo el desorden que se posaba en la mesa de los leones y extrañandose cada día un poco más por la rareza dentro de su casa. —¿Vamos a Encantamientos?

James, creyendo que era su momento, se levantó de un saltó, golpeando su pierna con la mesa en el proceso, y ocultando una mueca de dolor, mientras escuchaba las risas internas de sus amigos.

—Hola, soy James Potter —Se presentó, recalculando sus palabras volvió a hablar. —Pero eso ya lo sabías... yo, bueno, me preguntaba sí tú...

En medio de un silencio, Eurídice espero pacientemente la continuación de James, no le parecía tonto en lo absoluto, bueno, solo se le hacia alguien distraído.

—¿Si yo...?

—Si tú... eh, nos ayudarías con nuestra próxima broma, vamos a explotar las mazmorras. —Murmuró de pronto James, sintiéndose el chico más idiota del mundo.

—¿Explotar las mazmorras?

Remus se golpeó la cabeza con su libro.

El Potter se corrigió de inmediato. —Bueno, claro que es en forma teórica, nosotros jamás haríamos algo que dañara a los demás... incluso si son de Slytherin, en fin, pensábamos en tirar fuegos artificiales de orgullo Gryffindor dentro de su sala común, no es tan alocado pero estamos intentando dejar las bromas y convertirnos en personas más serias... entonces ¿nos ayudarías? ya sabes, seis mentes trabajan mejor que una.

Sirius realmente estaba esforzándose en no explotar de la risa.

—Sí claro, supongo que me encantaría ganarme mi primer castigo. —Respondió dudosa la Gryffindor, mirando a su mejor amigo en busca de ayuda. Éste solo se encogió de hombros.

—¡Genial! —Grito, ganando las miradas curiosas de los alumnos a su alrededor, últimamente los leones no paraban de brindar espectáculos gratis.  —Eh... ¿El viernes en la entrada de la sala común de Slytherin esta bien?

Sintiendo una inmensa lástima por el chico, Regulus intervino en su ridículo discurso, asegurandole a la chica que ya podían ir juntos a clases de Encantamientos.

Despidiéndose de todos, La chica Fatts habló una vez más, ignorando el contacto visual con el moreno. —Bien, nos vemos el viernes entonces, adiós chicos.

Sirius la despidió con una reverencia burlona. Si esa chica causaba escenas tan graciosas sin humillar verbalmente a su amigo, –como otras ciertas personas–, en definitiva le agradaba.

Casi saliendo del Gran Comedor, Eurídice interceptó al Black menor: —¿Sabías que él haría eso?

Regulus la esquivo riéndose, tal vez Barty tenía razón, él era afortunado por tener buenas personas a su lado.

—Sirius suele decir que él es... como decirlo ¿impredecible? sí, y ridículo también.

Eurídice se volteó volviendo su mirada a la mesa de los leones, viendo a Peter hacerle viento con un pergamino a un sonrojado Potter.

Por supuesto, James Fleamont Potter estaba hecho un jodido caos.

Y eso le atraía más de lo que podría admitir.

FALLING IN LOVE, james potter (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora