CAPÍTULO OCHO.
cervezas de mantequilla gratis.*
PARA LA GRAN MAYORÍA DE PERSONAS, los viajes a Hogsmeade se convertían cada fin de semana en una pequeña pizca de esperanza en medio de un mar de desgracias, un débil destello de luz en un torbellino de oscuridad, o simplemente un momento agradable en una semana repleta de estrés. Con la carga de su último año encima, los merodeadores consideraban las salidas al pequeño pueblo cómo una tradición sagrada.
Por lo tanto, en cuanto James corrió a su dormitorio a contarles la noticia, él supo que nada saldría como lo había planeado. Y así fue, pasó de imaginar una salida casual, tierna e incluso un poco romántica a caminar seguido de sus tres amigos que se apegaron a él como garrapatas asegurándose de no dejarlo ir.
Pero la sorpresa más grande se la llevó la rubia de Gryffindor, al ver a su acompañante acercarse a ella con un estilo simplemente caliente. De verdad, el heredero Potter necesitaba conseguir un permiso para verse tan jodidamente atractivo sin aparente esfuerzo.
Una vez ya frente a frente, Sirius Black le brindó una sonrisa tan grande que activo un mecanismo de defensa dentro de su cuerpo, tal vez se había acostumbrado demasiado al grupo de bromistas que se divertían con cualquier cosa o persona que lo mereciera. Y con merecer es una clara referencia a esas egocéntricas serpientes que juran descaradamente ser el centro del universo.
Bien, quizá Eurídice contenía dentro de su noble corazón mucho odio hacia los Slytherin, de todas formas, ¿podría alguien culparla? ella tenía sus jodidos motivos.
—¿Lista para nuestra cita, Fatts? —Comenzó preguntando. —Vamos ¿no creíste que podrían salir sólo tú y Prongs, cierto? ya sabes, si intentas quedarte con un merodeador, deberás quedarte con el combo completo.
Remus lo golpeó suavemente en la cabeza haciendo al Black cerrar la boca, y brindándole al miope una sonrisa de boca cerrada, se despidió de ambos, obligando a sus dos amigos a caminar tras él: —Nosotros iremos a esperar a Regulus en el carruaje, no se tarden o los dejaremos tirados.
En cuanto sus cuerpos se volvían cada vez más pequeños en la lejanía, el resto de estudiantes corrían en busca de sus transportes, con vestimentas casuales y bonitas, excepto los alumnos de la casa de Salazar, que parecían haberse puesto de acuerdo en vestir con sus túnicas. Ignorando a sus compañeros, Eurídice largo una breve carcajada, llamando la atención del Gryffindor a su lado.
—Así que... ¿El combo completo?
James sintió sus mejillas arder en un fuego inevitable, en ocasiones como esta realmente deseaba asesinar a su mejor amigo. —Godric, juró que intente decirles que esto era privado pero supongo que ya conoces a Sirius, el no es precisamente alguien comprensivo.
—Está bien, no me molesta. —Eurídice le regaló una sonrisa dulce, una que removió un punto sensible dentro del azabache, provocándole un sentimiento que sólo pudo expresar a través de su ojos.
Mirándola, tal vez, cómo miraría a lo que los muggles llaman "la octava maravilla del mundo."
Definitivamente aquella sería una tarde inolvidable.
㋡ ㋡ ㋡Habían vaciado quizá la tienda completa de Honydukes.
—Carajos, Potter ¿cuanta fortuna tienes? —Le cuestionó el joven Crouch, que se había unido al grupo de amigos cuando Regulus, al verlo bastante solo, se lo propuso.
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FALLING IN LOVE, james potter (en edición)
FanficUna tragedia disfrazada de amor. James potter. Cover by Rose Carstairs (Editorial Spider) 2021 © cleocupids.