9.

66 12 20
                                    

El matrimonio entró a la casa. Hank y Toben, sus perritos, los recibieron con mucha felicidad, pero Chaeyoung estaba de todo menos contenta ya que lo que Chanyeol había hecho le parecía inaceptable.

—No puedo creerlo —dice Chaeyoung subiendo las escaleras con mucha molestia.

Chanyeol la siguió soltando suspiros profundos. Estaba cansado por el trabajo y sumando el problema que se había armado entre su secretaria y su esposa, no era de mucha ayuda pensar en eso. Sin embargo, conocía a su esposa y sabía que era una mujer un poco dramática y sensible.

Hablar sería lo ideal, si Chaeyoung no estuviese tan furiosa y como loca. No, definitivamente no iba a enfrentarse ante sus gritos y furia.

—Rosie...

—¿Cómo puedes no despedirla luego de lo que hizo en la oficina? —su tono era más elevado al que siempre utilizaba. Estaba más furiosa de lo normal—. ¿Te has vuelto loco?

—Solo fue un beso, no es la gran cosa —responde apoyándose en la pared al lado del ropero justo donde Rosé estaba—. A ti te puedo dar cosas mejores.

Aunque eso no pareció causar algo diferente en ella. Miraba como la chica buscaba en su ropero sin cesar. ¿De qué se trataba lo que quería encontrar con tanto desespero?

—Oh, ¿Es en serio Park?

—Sí. Rosie, eres la única en mi corazón, por eso te pedí matrimonio. Y ahora mismo te voy a demostrar lo mucho que te amo.

Y enseguida se unieron en un apasionado beso. Con la torpeza de ambos, caminando, cayeron acostados en la cama con Chaeyoung arriba y Chanyeol abajo. Lo estaban disfrutando tal y cómo había ocurrido en el lugar de su maravillosa luna de miel.

Chaeyoung comenzó a desabotonar la camisa blanca de su chico y dar mordisco en su piel, tenía un plan perfecto que no debía y no tenía que fallar.

—Esto es lo mejor que te puedo dar. Algo que ella jamás obtendrá de mí, ni soñando —decía Park a medida de los besos que se daban.

—Eso ya lo sé, pero aún así me molesta que te haya tocado —formo un tierno pucherito de bebé.

—Dios, eres mil veces más hermosa que ella —suspiro, lleno de placer, el hombre.

Los gemidos de hicieron cada vez más y mucho más fuerte a medida que el tiempo de ellos iba pasando.

—Te amo, Park Chaeyoung.

—Yo a ti, Park Chanyeol...

[...]

Chanyeol estaba acostado en la cama cubierto por las sábanas rosas —a pedido de Rosé—, mientras que ella buscaba en el ropero nuevamente, se trataba de algo que Chanyeol todavía no tenía idea.

—¿Qué ocurre ahora? ¿No te ha gustado? ¿Sigues enojada?

—Perdóname. Odio a tu secretaria —admitió la rubia.

—Dime algo que no sepa —se ríe Chanyeol ante su comentario.

—Me invitaron a la semana de la moda en París —el rostro de Chanyeol palideció—. ¿No sabes dónde está mi vestido favorito? No lo encuentro por ningún lado.

Chanyeol no respondió nada de lo que ella dijo. Estaba paralizado por completo.

¿Semana de la moda? ¿Invitación? ¿En París?

Las preguntas que rondaban por su cabeza ahora, eran aquellas. Entonces, ahora tenía una cosa que decirle: uno, también le hicieron una oferta para la semana de la moda y dos, Chanel quería colaborar con él para la semana de la moda.

𝐀𝐥𝐥 𝐓𝐡𝐞 𝐑𝐞𝐚𝐬𝐨𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora