Jennie termino de arreglarse para su primera seción de fotos para Chanel del día, la semana de la moda se estaba acercando cada vez más y debían de mostrar las nuevas coleccionesde ropa. Salió del camerino y busco con la mirada a su madre que estaba junto al fotógrafo con mucha más experiencia de la que su madre pensaba que tenía, ella estaba hablando con él como si le estuviera diciendo qué hacer.
Suspira y respira hondo para luego dirigirse a dónde estaban los dos, el chico parecía algo espantado o intimidado por la señora Kim. Jennie la agarra del brazo con fuerza e irritación, pues ya no soportaba tener a su madre respirando sobre su nuca, era peor que lanzarse en clavado de la Torre Eiffel.
—¿Qué creés que estás haciendo, mamá? —le pregunto la castaña a regañadientes sin aflojar el agarre.
—¿No es obvio, cariño? —se burla mirando mal al fotógrafo —. Jennie, necesitas brillar en todas las fotos y este chico no sabe lo que hace porque parece que sales nuy gorda y fea.
Poner los ojos en blanco ya era costumbre para Jennie cuando su madre de encontraba presente y creando los problemas de aquí y allá. ¿Y desde cuando le criticaba sobre su cuerpo? Jamás en su maldita vida lo había hecho.
—Deja al chico hacer su trabajo y tú haz el tuyo, que es quedarte sentada sin decir ni una puta palabra —sentenció Jennie con coraje—. No te metas en mi trabajo.
Su madre, un tanto asombrada por su comportamiento reciente, no hizo ningún comentario luego de esa escena ya que era mejor no continuar molestando a su hija en su horario de trabajo, luego no quería verla con una cara mala. Pero, tenía una sorpresa que quizá si le alegraría el día amargado que su pequeña estaba teniendo desde que había despertado del sueño junto a su chico que, gracias a ella, ya no lo era.
De alguna manera su madre a veces deseaba que su hija volviera a la vida que llevaba. Pero no, no podía y tampoco se lo iba a permitir. Tan solo imaginar que su niña no sería lo "suficientemente feliz" con él la hacía desconfiar y seguir con ese mismo pensamiento.
Al terminar el trabajo, luego de un par de horas, salieron para la hora del almuerzo. Jennie estaba más que hambrienta y deseaba que llegara la hora de ir al restaurante que siempre asistía. Su madre estaba muy emocionada por la sorpresa que quería darle, tampoco podía esperar para llegar y presentarle a alguien especial.
Entraron al restaurante en silencio, Jennie no tenía ganas de hablar y mucho menos si era con su madre. Tomaron asiento en una mesa lejana que su madre había elegido, allí, raramente, se encontraba sentado un chico vestido de negro; su tez era pálida casi como una pared pintada de blanco. Su cabello era color celeste con un toque más oscuro sin color original. Tenía un buen sentido de la moda, eso debió reconocer la chica al momento de verlo. Pero algo no le parecía bien de toda la situación.
Seguramente mi madre tiene algo que ver con esto.
Pero no podía hacer nada. Estaban frente a él y tuvo que fingir una linda sonrisa para la primera impresión, si no lo hacía seguramente su madre la regañaría y mucho.
—Cariño, te presento a Lee Taeyong —habla su madre sin esconder su notoria emoción.
—Un gusto, Taeyong —dice Jennie saludando con un movimiento de cabeza dulce.
Taeyong sonríe disimuladamente ante las acciones de la castaña.
Es tan hermosa como algún día me lo imaginé...
Ese era el actual pensamiento de Lee. Estaba anonanado por la gran belleza que poseía la famosa modelo, Kim Jennie.
—El gusto es mío.
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𝐀𝐥𝐥 𝐓𝐡𝐞 𝐑𝐞𝐚𝐬𝐨𝐧
FanfictionJongIn se encuentra en un debate de si mandarle mensaje a Jennie, que se encontraba viviendo en un departamento en una ciudad de Francia, o dejar las cosas como estaban. La verdad era que no podía perdonarla tan fácilmente, es un claro ejemplo de lo...