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Viernes

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Viernes. Una hora. No quería pensar más pero le era inevitable.

Siguió escribiendo en su computadora el informe mensual de actividades del servicio que había prestado. Volteo a checar la hora por última vez en el monitor; 3:32 pm.
Solo habían pasado dos minutos.

Dirigió su vista hacia la ventana de enfrente, el tiempo estaba nublado parecía querer llover.

Se resignó a esperar que pasara lo restante de tiempo. Posos sus ojos en el monitor y comenzó a teclear y verificar con los papeles que tenía a lado entre los archivos.

El tiempo se le fue rápido. Verificó la hora dándose cuenta que era hora de salida. Mando su documento a su jefe, apago su computadora y tomó sus cosas. Se acomodó el saco, se despidió de algunos compañeros y salió directo al ascensor.
Ya estando en la recepción, salió del lugar mientras vio que el cielo estaba más oscuro.

Camino por la acera mientras pequeñas gotas de lluvia estrellaron en su rostro. Había olvidado-ignorado su sombrilla en casa, recordó perfectamente como Helmut le menciono, por la mañana, que cargará con una sombrilla o el impermeable. Negó al saber que no le tomó importancia al ver el sol por la ventana.

No estaba muy lejos, sólo era caminar 20 minutos. Cruzar un par de semáforos y listo. Pensó en pasar por su amado a la pastelería donde trabajada más no lo hizo al recordar que hoy salía antes de su hora típica. Coloco un audífono en su oído para hacer más corto su recorrido.

La lluvia se intensificó un poco pero no lo suficiente como para tener que refugiarse. Se detuvo en el primer semáforo, esté se puso en color rojo, y pasó por la línea del paso peatonal.

Caminó por unos minutos llegando al segundo semáforo, no tardó mucho en cruzarlo. Siguió su camino y vio a lo lejos su casa pero también observó a Helmut sentado afuera de la puerta. Apuró su paso para ver que sucedía.

Helmut se levantó, y ambos se dieron un corto beso en los labios. Al acercarse, notó que su suéter estaba empapado con el cabello húmedo o lo parecido.

— ¿Por qué estás aquí? — preguntó mientras se quitaba el audífono del oído

— Supongamos qué olvidé mis llaves adentro...

— ¿Esperaste a qué llegará para abrir? — el contrario asintió — bueno tengo una mala noticia, yo no traigo las llaves tampoco

— ¿Qué?¿Por qué las olvidaste?

— Diría lo mismo, tenemos dos copias de las llaves de la entrada y yo debo de traerlas, ¿no? — sonó confuso

— ¿Qué hacemos? — cuestionó Zemo — ¿tienes la sombrilla o el impermeable?

— Hagamos de cuenta que ignore lo que mencionaste en la mañana, y no tengo ni uno u otro. Lo siento — se disculpó

— Entonces, somos dos idiotas que se van a mojar afuera de su propia casa porque ninguno trae las llaves para entrar, ¿enserio?

— Así es, querido.

— Bueno, estaremos bajo la lluvia juntos, tan solo no me sentiré como un estúpido. — negó Zemo

— Te amo, Helmut — besó su frente

— Te amo mucho, Jamie — sonrió tontamente enamorado

Así es como una pareja se sentó afuera de la puerta de su casa a pensar en una solución para entrar, después de olvidar las llaves adentro. La lluvia llegó un tanto intensa pero ya se había preparado para el resfrío que les dejaría como consecuencia. Pero el fin de semana sería completamente de ellos.

Fictober WinterBaron 2021.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora