Mis caderas se movían al compás de la canción alrededor del tubo, hecho mi cabeza hacia atrás disfrutando de la melodía y de cómo los hombres aclamaban mi nombre, mi cuerpo, todo de mi. De alguna manera me encantaba saber que tenía el control sobre otras personas que ni siquiera conocía, sabía que con solo una sonrisa los tenía a mis pies podía tener todo lo que quisiera si se los pedía.
Al terminar la canción sentía mi respiración un poco entrecortada así que paso una mano por mi cabello para acomodarlo y me adentro al camerino escuchando la ovación de los hombres detrás de mi hasta que poco a poco los dejo de escuchar cuando entro, veo la hora fijándome que mi turno ya acabó así que me quito la peluca de color rojo dejando ver el color marrón claro de mi cabello,, hago igual con los lentes de contacto dejando ver mi ojo derecho de color verde y el izquierdo de un marrón claro.
Cuando termino de cambiarme a la ropa ancha salgo del lugar viendo a los alrededores para ver si alguien me seguía, al estar segura me monto en el puesto del copiloto de una Jeep que ya tanto conocía y siento como unas manos van a mi cintura tomándolas con fuerza para arrastrarme al puesto del piloto.
-No ha pasado ni media hora de cuando nos vimos - Miro los ojos azules de Marcos mientras acariciaba sus mejillas y este sonríe de lado, esa sonrisa que tanto me gustaba ya que era retorcida y sabía que solo me la dedicaba a mi cuando me veía.
-Estabas bailando mientras otros te miraban e imaginaban hacer cosas mientras soy el único que te causa placer linda - Susurra en mi oído haciendo que mi piel se eriza y sonría, bajo mi cabeza escondiéndola en su cuello comenzando a dar pequeños besos húmedos haciendo que se estremezca bajo de mi sintiendo ya su potente erección.
Siento como arranca el carro manejando este y una de sus mano va adentro de mi pantalón holgado jugando con mis bragas de encaje mientras me muevo sobre su regazo logrando sentir aquel bulto que tanto ansiaba, de mis labios salen pequeños jadeos cuando sus dedos acarician mi clítoris sobre mis bragas para después echarlas a un lado así sintiéndolo.
-Para el auto -Murmuró con un hilo de voz mientras aún me muevo sobre él con la sangre corriendo a mis mejillas, de un momento a otro el auto se detiene y me lleva a la parte de atrás del carro donde se baja el pantalón junto a tus bóxer, al ver el tamaño sin importar cuántas veces lo haya visto muerdo mi labio un tanto sorprendida y con su ayuda me quito aquel pantalón junto a las bragas comenzando a rozar mi intimidad con la punta de su miembro,, sintiendo como su longitud se empapa con mi humedad.
-Sweetie te necesito por favor - Me dice como puede con su voz ronca y me inclino un poco para hacer que entre en mi de una sola estocada, sintiendo como mi intimidad apretaba su miembro y gimo al sentirlo tan duro, tan profundo dentro de mi.
Comienzo a mover mis caderas de atrás hacia adelante mientras mis manos estaban en su pecho, empuñando la camisa que él traía puesta haciendo que se arrugue , como puede hace que me me voltee quedando bajo de él y empieza a darme como me gustaba, como lo habíamos hecho tantas veces.
Baja un poco para besar mi cuello, dejando marcas siendo posesivo mientras una de sus manos se cuela dentro de mi camisa acariciando mi pecho mientras me retuerzo de placer, mi garganta llega arder de tantos gemidos y jadeos que llegan a salir.
-Soy el único sweetie? - Pregunta en mi odio y asiento sin poder modular algo - Quiero oírte - Gruñe apretando mis caderas y dándome más duro haciendo que tence mis piernas.
-Eres el único - Digo mientras miro sus ojos color azul oscuro por el placer, suspiro leve cuando después de unos minutos siento su miembro palpitar en mi interior y después el líquido junto al mío.
Nuestras respiraciones se apaciguan poco a poco y deja caer su cabeza en mi hombro mientras acaricio su cabello lentamente.
-Hoy tengo una sorpresa para ti, ya hablé con tu jefe y te dará un mes de vacaciones- Al escuchar aquello me sorprendo en gran manera y te miro por un rato pensativa así que asiento no queriendo llevar la contraria a nadie, ambos nos vestimos y empiezas a manejar hasta que veo el aeropuerto.
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Diario de una prostituta (+18)
RomanceRose al enterarse de que no puede tener hijos decide integrarse al mundo de la prostitución, disfrutando la vida y cuerpo que tuvo. Marcos Díaz le ofrece una vida llena de oportunidades a Rose lo cual cambia todo, le ofrece lo que más anhela en la...