Ya había pasado dos semanas más de mi vida y ya todo me salía automáticamente comenzando abrumarme, me levanto de la cama viendo el cuerpo de Marcos desnudó pero antes de despertarlo decido darme una ducha corta la cual me alivia algunos dolores que recorrían mi cuerpo.
Me pongo un vestido simple y veo mis ojos por un rato en el espejo siempre sorprendiéndome por lo diferente que eran, cocino algo y veo a Marcos en el marco de la puerta un tanto adormilado.
-Al fin la bella durmiente me honra con su presencia - Me burlo leve y siento un azote en mi trasero haciendo que se me resbale el cuchillo que tenía en las manos y de tonta intento que no se caiga tomándolo viendo como se entierra un poco en mi palma y gruño.
-Joder lo siento, lo siento -Comienza a repetir un millón de veces y busca un botiquín limpiándome con algodón y alcohol viendo que la herida era un tanto profunda pero no me preocupaba mucho -Deberíamos ir al médico, se te puede infectar -Mira la herida con nerviosismo y veo como se pone pálido haciéndome que me preocupe.
-Joder estoy bien, pero vamos para calmarte -Le aseguro y veo como sale corriendo a su cuarto volviéndose con una camisa verde que le hace resaltar sus ojos del mismo color junto a unos pantalones negros como su cabello y piel trigo -Vámonos -Lo tomo con mi mano buena y bajamos viendo como la sangre rodaba por mi mano tratando de no hacer una mueca por el asco.
El camino hacia el centro médico más cercano es silencioso pudiendo notar como sus músculos se contraían, siento una pequeña corriente bajar por mi vientre a mi centro haciendo que cierre las piernas.
Trato de pensar en otra cosa que no sean sus labios o boca sobre mi, últimamente me encontraba más caliente de lo que ya he estado toda mi puta vida haciendo que me estrese por aquello.
Solo sabía que ese hombre me tenía mal y que si nos vemos en el infierno seguiré estando a su lado, ya que es el único que me hace sentirme viva.
Después de casi una hora salgo con la mano vendada recibiendo un reproche del doctor ya que le había contado como me hice aquel corte, me pusieron cinco puntos en la mano y me dijeron que viniera de nuevo en dos semanas.
-Aun no te haz sentido mal? -Pregunta Marcos y alzo una ceja un tanto confundida -Por el embarazo siempre me han dicho los típicos síntomas -Menciona y ruedo los ojos ya que ahorita no estaba en animo para eso -Solo quiero que nuestro pequeño esté bien -Me toma de la cintura pegándome a el y cuela su mano dentro de mi camisa acariciando mi abdomen plano.
-Aun no estoy embarazada, si me hubiera sentido mal te lo hubiera mencionado -Recalco sintiendo un nudo en la garganta ya que el tocar ese tema solo me hacía recordar mi realidad.
-Ya ha pasado casi un mes y medio desde la última vez que estuviste en tus días -Menciona y me encojo de hombros.
-Mi cuerpo ha durado casi cinco meses sin eso, no me preocupo por eso, son problemas de mi -Lo miro y veo un atisbo de tristeza hasta que estaba a punto de decir algo pero un chico más o menos de su edad lo saluda.
-Tu debes ser la chica de este gorila -Sonríe el chico y extiende su mano -Me llamo Erik soy el hermano mayor de Marcos -Al ver a ambos alzo una ceja ya que no se parecían en nada -Bueno es mi medio hermano por parte de mamá -Aclara al ver mi cara y asiento ligeramente poniéndome al lado de Marcos.
-El gusto es mío, me llamo Rose -Estrecho su mano por muy poco tiempo cuando Marcos me pega a su pecho en declaración de posesión.
-Tranquilo hermano, se que es tuya nunca te la quitaría -Afirma y me sonríe leve -Ademas que estoy comprometido -Me explica y sonrío leve mirando a Marcos cuando escucho la pregunta que hace Erik -Y cuando se van a casar?
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Diario de una prostituta (+18)
RomanceRose al enterarse de que no puede tener hijos decide integrarse al mundo de la prostitución, disfrutando la vida y cuerpo que tuvo. Marcos Díaz le ofrece una vida llena de oportunidades a Rose lo cual cambia todo, le ofrece lo que más anhela en la...