Capitulo 14

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Rose

Me despierto sintiendo una mano en mi cabello acariciando levemente, mi vista aun estaba nublada, mis oídos pitaban y sentía mi garganta seca. Llego a parpadear varias veces hasta que puedo lograr ver con claridad en eso veo a Marcos, con ojeras y de veía cansado.

Deja un beso en mi frente y toma mi cara entre sus manos -Todo esta bien - murmura y mira mis ojos - Estás bien - Aclara y siento un nudo en mi garganta al llevar mi mano al vientre y ya no sentir el bulto -Sweetie no te lastimes con eso por favor - Besa mi mejilla y suspira leve abrazándome mientras comienzo a llorar aferrándome a el.

-Quiero irme a casa -Digo con un hilo de voz y este asiente ligeramente, sale de la habitación dejándome sola y empiezo a ver esta con un tanto de desconfianza, con dificultad me siento en la camilla y cuando me estaba quitando un poco la aguja ya que me molestaba entra Marcos regañándome y una enfermera tras de él, está me quita la aguja y otros aparatos conectados a mi cuerpo, se va y Marcos me quita la bata de hospital viendo mi cuerpo pero bajo la mirada ya que sabía que ahora no era el mismo, siento como me acuesta en la camilla y se posiciona entre mis piernas.

-Aun sigues siendo hermosa Rose - susurra y besa con cuidado mis labios, siento como mi piel se eriza ligeramente marcando mis pezones ya que no cargaba el sujetador - Entraría a ti pero no puedo por un tiempo - murmura y con cuidado se aleja colocándome una camisa de el y un pantalón holgado que era de mi.

Salimos del hospital y al ver la gente caminando tranquilamente como si no hubiera problemas me inquietaba de cierta manera, veo de reojo a Marcos el cual estaba más flaco y aunque se seguía viendo bien a pesar de todo.

Comienzo a pensar en la última vez que estaba despierta y pasó una mano en mi cabeza frustrada hasta que recuerdo un gran detalle.

No sabia el paradero de Marcos en el accidente

-Que fecha es hoy? - Pregunto deteniéndome frente al carro que ya tenía su puerta abriera para mi, Marcos frunce el ceño hasta que comprende mi inquietud poniéndose algo rígido notando como repiquetea su pie contra el pavimento - Donde estabas mientras yo estaba dormida? Cuando sufrí el accidente Marcos, respóndeme joder no te quedes callado como si no supieras nada.

- Es12 de diciembre - Resonde bajo y piensa un poco antes de bajar la mirada - Te recuerdas de la operación que te prometí? - Al escuchar mi silencio solo suspira antes de seguir - la hice, estuve en inducción por casi tres meses, cuando desperté mi hermano me había dicho todo y en vez de esperar un reposo vine corriendo hacia acá, cuando me enteré que casi te mueres... - me mira y toma mi cara - estabas tan débil, te veías tan pálida, tan frágil que no lo pensé cuando me dijeron para transfusión de sangre sweetie - Besa mi frente y me abraza fuerte - Ya el bebé llevaba muerto dos semanas, se dieron cuenta cuando comenzaste a sangrar y cuando lo sacaron estaba todo negro, eso fue lo que me dijeron los médicos tú en ese momento estabas aún inconsciente - se separa para verme a los ojos - si continuabas con el embarazo tu sangre se iba a intoxicar y podías morir, ademas diagnosticaron que la bebe iba a venir ciega, pensaban que iba a ser una niña por su tamaño - Eso fue mi último que dijo y bese sus labios con cuidado.

-Solo quiero ir a casa, no quiero seguir intentando nada - murmuro y miro sus ojos los cuales adquieren un aire triste pero asiente ayudándome a montar en el carro, cuando hace lo mismo pone una de sus manos en mi pierna acariciando leve esta para después empezar a manejar.

Al llegar a casa ambos nos bajamos, me ayuda a dar una ducha para acostarnos, ambos estábamos viendo al techo sin saber que hacer, solo sentía esa necesidad de estar a su lado y abrazarlo, así volteándome para hacerlo justo cuando se acerca y hunde su cabeza en mi cuello cubriéndome con sus brazos sintiéndome bien, al menos por un rato, cayendo en un sueño donde nos encontrábamos tres personas, sabía que era yo y Marcos pero el otro par de ojos eran iguales a los míos pero con la piel más joven, tal vez ese hubiera sido nuestro hijo.

Diario de una prostituta  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora