Ya había pasado una semana y media desde mi último encuentro con Marcos, desde ese momento me he quedado en casa de Jayden durmiendo con el porque no quería estar sola o al menos no por ahora.
Siento unos pequeños trazos por mi vientre haciendo que me sonroje un poco ya que consideraba esto de una manera un tanto íntima, Jayden alza la cabeza para verme brindándome una pequeña sonrisa.
-Te sientes bien pitufina? - Murmura y asiento ligeramente -Yo tengo que ir a trabajar pero vendré en la noche si? - alzo una ceja ligeramente y veo apenas son las ocho de la mañana - Es que estoy trabajando en algo importante de la empresa, si nos va bien me pagarán una buena suma de dinero - Aclara para besar mi frente con cuidado y comenzar a cambiarse.
-Ire un rato a caminar, necesito despejarme un rato -Digo un tanto alto al notar que el estaba metido en el baño -Te llame cualquier cosa -Aviso y me levanto para ponerme un vestido un tanto holgado junto a mis zapatos bajos.
Al salir de la casa me pega un poco de frío pero no le presto mucha atención así que empiezo a caminar por un rato, hasta que llego a una panadería dónde normalmente suelo frecuentar. Cuando entro me pega el olor a pan recién horneado y prácticamente babeando me dirigí al mostrador sin querer chocando con algo, al alzar la cabeza veo que era alguien en vez de algo encontrándome con el hermano de Marcos.
-Hola Rose -Dice y me dedica una pequeña sonrisa pero después alza una ceja - Esta Marcos contigo? - Pregunta y recorre la pequeña tienda con la mirada pero niego.
-Hace más o menos una semana que no hablo con el, tuvimos como un pequeño inconveniente -Rasco leve mi brazo un tanto nerviosa pero este asiento - Te puedo preguntar algo? - El me mira un tanto raro pero asiente - De que estaban hablando la última vez? Es que le pregunté a Marcos y no me quiso decir no entiendo el porque.
El toma su pedido y cuando agarro mi panecito me hace señas para que lo siga y lo hago sin dudar hasta que nos montamos en su carro.
-La verdad no debería decirte nada de esto Rose pero Marcos es mi hermano y quiero que el viva - Comienza y sentía algo en mi pecho indicando que esto iba a mal -El tiene un tumor en la cabeza, podemos quitarlo con una operación y si responde bien el durará varios años más Rose - Me mira y siento un nudo en la garganta -El si no se hace la operación en poco tiempo solo le quedarán mínimo dos años de vida, necesito que lo convenzas de operarse no quiero que mi hermano se muera estando aun con algo para ofrecer.
Sin poder evitarlo abro la puerta de mi lado del carro vomitando todo lo que tenia, Erik toma mi cabello con cuidado para que no lo ensucie.
-Yo voy hablar con Marcos -Me sostengo un poco mi vientre ya que me comenzaba al doler un poco. Erik pasa la vista algo preocupado hasta mi vientre - Me puedes llevar hasta su empresa? - pregunto bajo y con algo de agua me limpio la boca para cerrar la puerta.
Asientes y empiezas a manejar repiqueteando con tus dedos el volante - No sabia que estabas embarazada, si hubiera sabido creo que no te lo hubiera dicho o al menos no de esa manera - murmura bajo pero me encojo de hombros.
Sigue manejando hasta que llega frente Aviña gran empresa y antes de que me baje toma mi brazo con cuidado - El está en el último piso Rose, trata de ser clara con el - asiento ligeramente y me bajo antes de adentrarme al lugar recibiendo algunas miradas. Subo por el ascensor y subo hasta el último piso abriendo de una vez en su oficina donde el estaba hablando por teléfono un tanto enojado.
-Cuando pensabas decirme lo del tumor - susurro bajo poniéndome a su lado y veo como se tensa colgando el teléfono -Después que te murieras y me dejarás sola con el bebe? - Pregunto enojada cruzándome de brazos viéndolo.
-Como te enteraste de eso Rose? Quien te lo conto? - Dice algo nervioso y ruedo los ojos -Joder dime quien mierda te lo contó - grita esta vez pero se calla cuando mi mano se va a su mejilla dejándolo un tanto atónito.
-Eso ya no importa Marcos, estoy embarazada de ti vamos a tener un puto crío y solo vas a durar dos años en su vida -Siento un nudo en la garganta- Te puedes operar, puedes durar más años Marcos - Sollozo bajo y tomo mi cara entre mis manos -Si te vas voy a estar sola, que quieres que le diga al niño? Papá se fue a comprar cigarros? O papá murió porque quiso ya que el tuvo la oportunidad de curarse pero no quiso? - Le grito alto y este me toma de los brazos así que forcejeo con el hasta que me acuesta en el sofá poniéndose sobre mi - Suéltame suéltame suéltame - Digo casi hiperventilando y este lleva mis manos arriba de la cabeza hasta que dejo de moverme ya que era inútil competir contra el.
- Solo déjame hablar maldita sea Rose - murmura bajo con la respiración entrecortada y se queda callado por unos minutos - No quiero operarme, no quiero morir ahí como mi madre - confiesa y me quedo un tanto estática sin saber que decir - Aun no quiero morir sweetie - suspira soltándome y sentándose echando la cabeza hacia atrás en el sofá.
Me siento poco a poco ahora con la respiración lenta - No te vas a morir, te operaría tu hermano Marcos el es muy bueno - digo bajo viéndolo a los ojos - No quiero que te rindas tan fácil con algo que tiene reparación - juego con mis manos - tu mamá se murió hace años en su momento la tecnología no lo es cómo está ahorita - Aclaro mi garganta sin saber que mas decir y me levanto para irme -No me vuelvas a buscar al menos que quieras operarte Marcos, no quiero estar a tu lado sabiendo que en cualquier momento puedes morir y no pude hacer nada por tu terquedad.
Estaba caminando por el pasillo hasta el ascensor pero mientras esperaba que esté llegara me acorralas contra la pared y me besas de una manera lenta sin querer jadeando bajo por la impresión.
-Necesito tiempo para pensar sweetie no es fácil para mi poner mi vida en riesgo de esa forma - Dice sobre mis labios mordiendo este ligeramente y su mano va a mi vientr donde lo acaricia ligeramente -Yo quiero ver a mi hija o hijo crecer y estar a tu lado, hacer el amor todos los días - ríe leve pero bajo la cabeza poniendo la mía en su hombro - Sweetie yo te quiero...
Al escuchar lo último me quedo callada por unos segundo, ya que la mayoría de las personas dice aquellas dos simples palabras que decimos por afecto pero no Marcos Díaz. Sonó de una manera tanto rara o tal vez porque era la primera vez que lo escuchaba por parte de él.
-Se que lo más probable es que no me creas y joder entiendo el porque pero dame tiempo por favor enserio lo necesito - Me mira a los ojos antes de besarme lentamente esta vez correspondiendo el beso de manera lenta mientras acaricio sus mejillas, el me rodea con sus brazos mi cintura atrayéndome a él. El beso se torna un poco más rústico haciendo que apriete un poco su camisa gruñendo leve pero nos separamos cuando escucho a alguien aclararse la garganta.
Un tanto apenada veo como las personas que estaban en el ascensor desaparecen cuando se cierran las puertas, Marcos me abraza escondiendo su rostro en mi cuello - No volveré a tocarte como quiero sweetie - Hago un gran puchero he iba a reclamar hasta que habla - Lo hago por tu salud porque estás débil, tu también deberías considerar eso -Pienso un poco pero bajo la cabeza resignada sin saber que decir, pongo mi cabeza en tu hombro cerrando los ojos un tanto cansada por todas las emociones vividas hoy pero alzo la cabeza tomando tu barbilla para que me veas.
-Yo también te quiero Marcos Díaz - Digo bajo y beso sus labios lentamente sintiendo como sonríe sobre los míos, ahí es cuando supe en verdad que estaba jodida.
ESTÁS LEYENDO
Diario de una prostituta (+18)
RomanceRose al enterarse de que no puede tener hijos decide integrarse al mundo de la prostitución, disfrutando la vida y cuerpo que tuvo. Marcos Díaz le ofrece una vida llena de oportunidades a Rose lo cual cambia todo, le ofrece lo que más anhela en la...