19. Angel -Periodismo de investigación

136 9 4
                                    

En el aula del club de periodismo solo se escuchaba el ASMR de las teclas de un ordenador escribiendo a toda velocidad. De vez en cuando cambiaba de pestaña, repasando algún dato de la transcripción. De repente notó unos ojos clavados en ella, más bien unos que miraban a través de un objetivo, pero estaba más que acostumbrada. Robin solía observar a la gente en silencio, esperando el mejor momento para obtener información o para sacar una buena foto. Con Angel solía ser lo segundo ya que a veces le enseñaba el resultado de esas fotografías. Tenía talento, y muchas de esas fotografías improvistas terminaban en la revista en artículos especiales sobre el club de periodismo, aunque Robin nunca salía en ellos.

Terminó el artículo sobre el asesinato de Mason Guerra con la declaración del club de Phasmohacks y empezó a pensar un nuevo tema pasa investigar. No pasó más de un minuto hasta que cogió el móvil y mandó un mensaje que el receptor recibió al instante.

—¿Qué querías, Angel? —preguntó una voz más que conocída por la estudiante de periodismo.

—Esa famosa YouTuber... ¿Cibeles era? Ahora está aquí haciendo el doctorado con la profesora LeBlanc, ¿verdad?

—Así es. ¿Pensando en escribir algo sobre ella?

—Sería un artículo que nos daría visitas, eso seguro, Robin.

La pelinaranja cogió una silla y se sentó a su lado, revisando las últimas fotos hechas a la peliblanca.

—¿No estaba ella entre los que encontraron el cadáver?

—No, pero si que la policía le tomó los datos porque era de las pocas personas que quedában en la fiesta. Se ve que conocía a Katana Hiroko y estuvo con ella en la piscina, incluso antes de la Poolparty.

—Katana era la peliblanca —Robin asintió—, y también dices que está mucho en el despacho de la profesora LeBlanc.

—Se ve que tiene cierta atracción por las peliblancas —Angel miró a Robin, la que levantó por fin la mirada de la cámara y la elevó un poco más viendo el pelo de su compañera—. Parece que este artículo será pan comido.

—Quiero hacer el artículo de Cibeles, no de los fetiches de Scarlett.

—Pero puedes hacer un dos por uno. Sacar un buen artículo de bienvenida para Cibeles y ver si los rumores de la profesora son ciertos.

—Claro, por la noche voy a su despacho a hacerle una entrevista a la youtuber y después, al salir de clase, voy al cementerio a ver si hay una tumba que sea la de su supuesto marido.

—Yo solo quiero decir que Cibeles, siendo famosa, estará más dispuesta a darte una entrevista para el artículo y que con la excusa de ir puedes conseguir información interesante, peliblanca —le guinó un ojo.

Hicieron un segundo de silencio en el que la periodista volvió a mirar la pantalla antes de volver a Robin, la que volvía a estar centrada en su cámara, pero esta vez de forma distinta. En vez de estar parada en una foto y analizar los puntos fuertes y los detalles, estaba pasando las fotografías como si buscara una en concreto; y así fue, nada más encontrar la que buscaba giró la cámara hacia ella.

—¿Nueva víctima de asesinato o una asesina está cubriendo a otra?

La fotografía que podía apreciarse en la pantalla era de la moto enorme de la profesora de Scarlett mientras una peliblanca atlética se ponía un casco de moto y se subía en ella.

—Robin, limítate a saber lo básico de las personas y a hacer las mejores fotos, no está bien sacar esas suposiciones tan precipitadas. Tú misma has dicho que las peliblancas podrían ser el fetiche de la profesora.

—Relación prohibida, complices de asesinato... ¿Aún quieres hacer un artículo de Cibeles?

—Te informo que soy capaz de hacer las dos cosas a la vez —Angel apagó el ordenador y se levantó recogiendo sus cosas— Por cierto, ¿vas conmigo a la gala de mañana?

—¿Cómo acompañante o como fotógrafa para la revista?

—Las dos.

—Por supuesto —contestó con una sonrisa mientras Angel abría la puerta del club—. ¿Te paso a recoger?

—Vale, ah, y observa de cerca a la protegida de la profesora.

Angel se fue por la puerta y Robin volvió a la cámara, mirando una ráfaga de fotos hechas a la Katana con una sonrisa.

—Tranquila, llevo tiempo haciéndolo, a las cuatro chicas, de hecho.

#ADOMCTOBER2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora