O1: ¿Estás lista para jugar?

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CAPÍTULO UNO

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CAPÍTULO UNO

Ubicación: Cúcuta, Colombia

Año 2005

Aunque Pavlov Chrakova aborrezca obedecer las órdenes de 'doña Laufey' su única alternativa es tragarse cualquier queja y ser el perrito faldero que una vez se había prometido nunca ser. Bah, plan fallido. Si Alessandra lo insulta, lo denigra o lo pisotea, él debe guardar silencio y moverse hacia adelante.

Los pasillos lúgubres y húmedos de una de las instalaciones abandonadas de NEXODUS son lo suficientemente desagradables para alterar la inexistente tolerancia del teniente. Si él posee la extraordinaria capacidad de repudiar hasta el oxígeno acumulado en sus pulmones muertos, ahora todo es inclusive peor —si es que eso es posible—.

Sus botas pesadas, su gorra y su tabaco encendido son los puntos claves de su impecable atuendo militar. Como descendiente de veteranos de la Primera y Segunda Guerra Mundial, lo único que ha permanecido en la genética de Chrakova es el código de la lucha aun después de morir en su humanidad. Él ya no siente que es rumano o que proviene de alguna parte, de algún rincón de ese mundo de doble moral. Igual que todos los Superiores, Chrakova sabe que su nacionalidad, su linaje y su pasado desaparecieron en el momento en que su carne se descompuso mientras convulsionaba sobre la camilla de un hospital.

Oh. Chrakova puede saborear esa memoria, tan cerca y tan lejos. La pérdida. La desintegración. La sensación de convertirse en una criatura sin identidad ni estándares.

Adiós a lo que habéis sido.

Adiós a lo que habéis creído.

—De ningún lado —masculla indiferente. Hileras de humo se deslizan por un costado de su cuello.

«De ningún lado», como todos los Superiores. Solo le quedan un acento espeso en su voz profunda y una particularidad en sus manías. Él, quién había sido un combatiente extraoficial de la Guerra Fría, ahora un chacal deslizándose en la oscuridad como aquel que conoce las penumbras desde que puede recordar. Tiene sentido. Mas es natural esperar lo inesperado con alguien como Pavlov.

Son reales sus demonios.

La temperatura disminuye considerablemente cuando entra a una de las salas que solía funcionar como centro de operaciones, alguna vez en el pasado. El primer objeto de su atención es la mesa ovalada con un aspecto de haber sido más usada que baño público ocupando el centro de la lúgubre habitación. Luego está la mujer de piel bronceada y largo cabello negro, moviéndose de un lado a otro. También está un hombre pelirrojo con cara de haber destronado un casino entero, pero a ese no le hace mucho caso.

GENESIS ² Exterminio ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora