La guerra contra los Superiores ha comenzado, su exterminio es el objetivo principal de NEXODUS, o eso es lo que le han hecho creer a la humanidad.
Sydney ahora es un arma en su causa, pero Chrakova es lo único que se interpone entre la salvación de...
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CAPÍTULO DOS
Ubicación: Sidney, Australia
Instalaciones de NEXODUS en Oceanía
20 de septiembre de 2005
—El legado de NEXODUS nos traslada a los conocimientos rudimentarios de monjes, curanderos y sacerdotes en las profundidades de Asia. Mi esposo, descendiente de dos culturas creyentes de dioses y de la magia misma, trabajó intensamente en la evolución genética de la humanidad para solventar sus defectos. Ustedes me conocen mejor de lo que otros piensan. Mantengo un enfoque menos espiritual, es cierto, aunque coincido con las esperanzas de Stefan Laufey. Nuestro código puede ser reescrito. Trágicamente, alguien más lo hizo por nosotros.
Alessandra Laufey se pasea por la oficina con las manos entrelazadas en la espalda. Su navaja guardada en el bolsillo de su traje de negocios color verde y su impecable melena rubia cortada al ras de su mandíbula perfilada. Al voltear hacia los cincuenta Ministros y asesores —que ella había escogido personalmente para esa reunión—, la agudeza de sus ojos engrandece la solemnidad de su siguiente discurso. A pesar de su edad avanzada no hay forma de imaginar que tiene más de cuarenta cuando en realidad está por cumplir los cincuenta y tres años de edad. Ella luce tan fresca como una adolescente y es envidiable su elegancia.
—El desastre en Chernóbil nos arrebató seres amados y a cambio nos cubrió de inmundicia. Fue un accidente. Y todos estamos pagando las consecuencias. —Laufey esboza una mueca de perfecta angustia—. Nunca me ha faltado el valor para enfrentar las equivocaciones de NEXODUS, pero somos humanos, no somos Superiores. Está en nosotros cometer errores.
—Sus errores han creado tensiones político-sociales entre más de ciento diez países, señora Laufey. Esperamos demasiado.
Un asesor de relaciones diplomáticas en Dinamarca puntualiza.
—Entendemos que su organización ha disminuido con exito el número de seres antinaturales en todo el mundo. No obstante, las protestas cesan un segundo y al siguiente un Superior se está manifestando, atacando, destruyendo, asesinando a personas inocentes. Un paso adelante y dos pasos hacia atrás.
El Secretario de Estado de Perú manifiesta su descontento.
—Es cierto que todas las naciones han establecido una alianza formidable desde hace más de quince años para manejar la crisis. Sin embargo, el problema continúa entre nosotros y sale a la luz justo cuando estamos apaciguando a las multitudes embravecidas con discursos, campañas, recompensas y eventos pomposos. Recuerden que el objetivo es la paz y es contraproducente obtenerla a través de mentiras piadosas. Seamos sinceros, los Superiores no están ni cerca de ser exterminados y es hora que dejemos de tapar el sol con un dedo.
Y un ministro de Francia expresa sensatez.
—¿Qué sugiere? —pregunta la rubia, intrigada.
—¿Está insinuando que hagamos pública nuestra incompetencia¿ —El Secretario peruano interroga—. ¿Hacernos ver como cobardes?
