Cercana Obsesión (COMPLETA)

#2

Voy despertando poco a poco acostumbrándome a la luz del cuarto... estoy en una cama de tela de ceda blanca, estoy con una pijama algo {demasiado} corta, me siento en la cama y veo a un hombre sentado a lado mío.... no puede ser es el.

—buenos días nena -dice sin ninguna expresión-

—¿q-que hago aquí? ¿Donde está mi mamá?

—nena...tú madre tuvo que salir -veo como se levanta del sillón- ¿como te sientes?

— me duele un poco la garganta,podrías darme un poco de agua por favor -digo adolorida-

—báñate, desayunáremos en la terraza.-sale sin más-

Veo cuatro puertas en esta gigante habitación, al abrir una hay pura ropa de hombre supongo que es del chico mal educado,la segunda es un cuarto con muchos cajones y...oh dios! Son látigos,cuerdas y muchos cajones, que no quiero ni imaginarme que son, la tercera es otro armario con ropa de mujer, y ahí recuerdo que sólo tengo esta jodida pijama, tomo un vestido rojo muy lindo, esculco los cajones y hay accesorios y ropa interior, tomo unas bragas negras y un sujetador del mismo color, observo la última puerta y si, definitivamente es el baño.

Abro la llave de agua caliente permitiendo que mis músculos se relajen un poco. Salgo y me cambio, peino mi cabello y cuando pongo un poco de brillo veo al chico de los tatuajes recargando en el marco de la puerta.

—¿ya estas lista? -pregunta y yo sólo asiento-

—esa puerta de ahí tiene todo lo necesario para ti, yo no escogí la ropa, pero si no te gusta me dices y puedes cambiarlo -dice señalando la puerta de donde tome el vestido-

—¿no piensas decirme tu nombre?-digo-

—soy Antoni. Nena creí que ya me conocías

—no la verdad no...

—salgo cada jodido día en el noticiero, soy Antoni James

¡Oh no, no,no! Con solo oírlo puedo saber ya quien es... el mafioso más temible de todo Rusia.

—t-tu eres el....

—así es preciosa -se me acerca y me toma de la cara-

—¿donde está mi madre?

—nena no creo que quieras saberlo ahora...

—¡dime ahora! -le gritó,no se de donde demonios saque los huevos para gritarle a este hombre-

—muy bien...tu madre te a vendido, te a cambiado por dinero.

Al escucharlo mis ojos se cristalizaron y comencé el llanto.

—vete

—no

—largo

—No -dice seguro- iremos a desayunar y te olvidaras de esa señora -me envuelve en sus brazos-

—déjame ir -digo sin fuerzas- por favor

—no, no te déjate ir Emily, he esperado dos años para tenerte a mi lado, ahora que te tengo aquí no te dejare ir, ahora eres de mi propiedad.