#38

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4 meses después.

Emily

vamos Antoni quiero entrar ya -digo desesperada por entrar al hospital-

—no puedes correr nena, podrías hacerte daño -dice el al llegar a mi lado con Vladimir en brazos-

Enredo mi brazo en el auto y caminamos a la entrada del hospital para luego dirigirnos al ascensor, Antoni oprime el botón con el número 7 y esperamos un poco hasta llegar al séptimo piso, salgo del ascensor con una sonrisa, caminamos a la habitación ciento once y tocamos la puerta antes de entrar.

—pase -escuchamos al otro lado de la puerta-

Entramos y la doctora nos recibe con una sonrisa, me acerco a ella y la saludo con un beso en la mejilla, me acuesto en la camilla, veo a mi esposo y a mi hijo los cuales traen una cara de pocos amigos, observan intimidante a la doctora.

—¿como te sientes Emily? -pregunta mientras levanta mi blusa-

—de maravilla -respondo sonriente, mi sonrisa se convierte en una mueca, pues el gel es muy frío-

Yo me siento de maravilla, solo me la paso comiendo, aunque no puedo decir lo mismo de Antoni, estos meses a tenido los mareos y las náuseas por mi, aveces cuando va a comer termina vomitando en el baño de visitas. Después de cada síntoma me dice: "vale la pena soportar todas estas mierdas" "espero y esto pase rápido" "mierda, nace ya" "quiero conocerte" todo lo dice mientras sonríe y toca mi vientre de seis meses y medio.

La doctora comienza a pasar el equipo de ultrasonido en mi vientre, observamos la pantalla y comienzo a ver la forma de mi hijo recostado en mi vientre.

—Al parecer todo esta perfecto, es un bebé muy sano, su cuerpo está formado correctamente, sus piernas y brazos están bien -dice señalando las partes con su dedo- no hay peligro alguno en el cordón umbilical -señala el cuello de mi bebé, donde vemos que está línea- no hay problema alguno con su bebé, está sano.

Antoni me observa sonriente, podría jurar que sus ojos están con un poco de lagrimas las cuales obviamente no dejará salir.

—ahora mismo escucharán sus latidos -dice la doctora y observo a Antoni-

Los latidos de mi hijo comienzan a escucharse en la habitación, Antoni se acerca a mi y toma mi mano con una sonrisa, aclara su garganta y habla...

—¿cuando sabremos su sexo? -pregunta y la doctora deja de hacer el ultrasonido-

—siempre se dejan ver en el séptimo mes, así que en el próximo ultrasonido -explica mientras limpia el gel que dejo en mi vientre-

—¿a los cuantos meses comienzan a moverse? -pregunta Antoni a la doctora-

—a partir de las dieciocho meses y en algunas casos a los veintitantos semanas -explica y Antoni asiente- ¿no se a movido?

—No, por eso teníamos apuro de venir al ultrasonido, queríamos saber si estaba bien y no tenía algún problema -explica-

—bueno no tienen de que preocuparse, en algunos casos es normal que no se muevan hasta después de las veintidós semanas -explica- bien, iré por las copias del ultrasonido.

La doctora sale de la habitación dejándonos solos, Antoni se acerca y besa mis labios tiernamente, después sonríe.

—¿ese era mi hermano? -pregunta mi hijo a su padre-

—hermanita -corrige sonriente- es tu hermanita que nacerá en unos meses -mi hijo sonríe y observa mi vientre-

Durante estos meses el y Rayas no se despegaban de mi, si iba a algún lugar de la casa ellos iban detrás de mi, Vladimir cada mañana va a darme los buenos días para después hablarle a su hermanito.

Cercana Obsesión (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora