Cercana Obsesión (COMPLETA)

#17

Antoni / tres meses.

Han pasado tres meses y Emily aún no despierta, dejo de susurrar, los doctores dicen que ya es momento de desconectarla...

Me he negado varías veces, he pagado un millón de euros a Hall y a David, Emily está consiente y se que despertará pronto.

Estoy en la mansión, estoy saliendo de bañarme...

Me dirijo al comedor donde está esperándome Clara con el desayuno, al sentarme observo a rayas desayunando su carne, observo mi plato, hay frutos secos y yogurt y avena, alado un vaso de agua...

Estoy desayunando tranquilo cuando mi celular comienza a sonar ...

—¿hola?

—buenos días señor Antoni, la señorita Emily ah despertado

Corto la llamada y dejo de desayunar para salir y encontrar a Enzo con el celular.

—Enzo vamos al hospital -digo feliz, rayas viene detrás de mi y se sube conmigo a la camioneta-

Enzo comienza a conducir y me ve raro.

—¿porque quiere ir con tanta urgencia al hospital señor?

—Emily despertó -digo sonriente-

—oh que bueno, me alegra mucho -me devuelve la sonrisa-

Enzo sigue conduciendo y llegamos al hospital, soy el primero en bajar de la camioneta.

Paso por recepción y subo rápido al elevador, me deja en el séptimo piso y corro por los pasillos, escucho pasos detrás de mí y es rayas que sigue corriendo detrás de mi.

Entramos a la habitación de Emily y veo que el doctor David le está dando algo de comida.

—Emily, mi amor -digo acercándome a ella-

—Antoni -dice sonriente-

Extrañaba demasiado esa sonrisa, tomo su mano y beso su muñeca.

—los dejare solos -dice el doctor David que es el único que estaba en la habitación-

—¿pediste comida? -pregunto y ella asíente- ¿te gusta? ¿Quieres que te pida otra cosa? -digo apresurado y Emily ríe a carcajadas-

—estoy bien así, ya casi acabo sólo falta la gelatina -dice señalando el plato-

—yo te doy -digo y tomo la gelatina y la cuchara-

Sirvo la gelatina en la cuchara y la dirijo a la boca de Emily, que recibe con gusto la gelatina.

—es muy buena -dice saboreando- no sabes cuánto te extrañe -dice tomando mi mano- siempre te escuchaba y me ponía triste no contestarte nada, intentaba hablar pero salía más como un susurro y deje de hacerlo porque era inútil.

—no sabes como me ponían feliz esos pequeños susurros -digo dirigiendo la cuchara con más gelatina a su boca-

—¿puedo hacerte una pregunta?

—ya la hiciste, nena -respondo y ella sonrie-

—bueno otra pregunta

—claro, dime

—¿que es nuestro bebé? Cuando llegaste de la ecografía solo me dijiste que el bebé estaba bien pero no me contaste que era -me pregunta-

—aún no sabemos el sexo del bebe, no se ha dejado ver aunque ya estamos en el séptimo mes, en dos semanas es la otra radiografía -respondo y ella asíente-

—ojalá y se deje ver tal vez pueda acompañarte -dice volteando hacia abajo-

—vas a ir porque te recuperarás pronto -beso su frente y ella me sonríe-