•Capitulo 12•

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Luego de varios días de planear ambas ideas de cada bando. Finalmente quedaban solo horas antes de la ejecución de estos.

Todos estaban ocupados con los preparativos necesarios, pero de igual manera cada bando actuaba como si nada sucediera con los demás.

Así estuvieron hasta que solo faltaban 4 horas para los planes. Sabían que se acercaba el fin de una era entre ellos, y esto les preocupaba pero emocionaba al mismo tiempo. Ya que todo lo que fueran a hacer en sus planes sería para el bien del resto.

Aunque no todo era de color de rosa, habría una traición de por medio.

Antes del plan final, Sama traicionaría al equipo, ya que concluyo estar del bando de Miguel, ya que era lo mejor, ¿verdad? 

Ellos dos habían improvisado un plan a ultima hora.
Sama llamaría a Robalo a solas para tener en claro sus partes en el plan de Matías, era mas que obvio que no irían allí a hablar de los planes.
Sama aprovecharía la situación para dejar a Robalo encerrado ahí, luego de dejarlo mal herido, con tal de que ya no fuera capaz de interferir en lo que sobrara del plan.

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-¿Realmente crees que esto sea lo correcto?- Pregunto Sama viendo como Miguel vertía ese liquido violeta en el pequeño frasco sobre sus manos.

-Sama escúchame, esto es lo mejor para todos, inclusive Fran. Confía en mi, ¿vale?-Y con eso, Miguel cerro el frasco ya lleno para luego voltear a ver a Sama con un semblante serio. 

-...Vale.- Luego de eso Sama abandono la sala para dirigirse finalmente a completar su parte del plan.

Miguel luego de que Sama se fuera, cogió la jeringa junto con el frasco, y abandonó el lugar igualmente, para dirigirse a donde estaba Fran.

Sama le había comentado a Miguel sobre el plan de Matías y Robalo, por lo que optaron por apresurar los preparativos y así, comenzar antes con sus planes. Y si los otros se enteraban, al menos ya no habría vuelta atrás.  

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Abrió los ojos lentamente, mirando para todos lados intentando asimilar donde estaba, todo se veía oscuro, tan solo unas tres ventanas alumbraban ese cuarto.

Ya lo recordaba, todavía seguía en esa habitación encerrado como un mounstro.

Hasta que un crujido de una puerta se oyó, el ya sabía quién era y para que venía, esto ya era rutina para el.

-Veo que finalmente has despertado.- Dijo mientras cerraba la puerta con llave para luego ir hacía donde se encontraba encadenado Fran.

-Tu que crees, ¿ahora que cojones quieres Miguel?- Ya estaba harto de toda esta farsa. Siempre era la misma rutina, venía, lo revisaba, le contaba sobre sus planes para acabar con él y luego se iba.

-Oh vamos Fran, ¿así tratas a tu amigo que viene a cuidarte todos los días? Que feo de tu parte.-

-Tu y yo jamas fuimos amigos, Miguel.-

-Pues vale, tampoco que me interesara tanto hacer las pases con una figura, al fin y al cabo, prefiero estar vivo, ¿sabes?-

-¿Podrías decirme de una puta vez a que has venido esta vez? Estoy harto de verte la cara todos los días.- Comentó Fran ya artado de las actividades de Miguel.

-No te preocupes, dentro de poco ya no la verás nunca más.- Dijo con tono irritado, viéndolo de reojo con molestia.

Y con eso, Miguel saco de detrás suya una jeringa junto con un frasco pequeño, con lo que parecía ser un liquido violeta fosforescente. Para luego ir poniendolo lentamente en la jeringa.
Una vez que ya había puesto todo el liquido dentro de la jeringa, fue acercandose lentamente a Fran, procurando que este no hiciera algún movimiento brusco rompiendo la jeringa o volcando el contenido de esta.

Esto obviamente causó el efecto contrario. Fran se movía frenéticamente en el suelo, logrando que se escucharan las cadenas haciendo eco por toda la habitación.
Miguel solo lo revisaba diariamente, esto era algo nuevo para él. ¿Acaso moriría, ¿o sería esa la cura?

Tenía el presentimiento que ninguna de las opciones era realmente la correcta.

-¡¡Fran, quedate quieto joder!!-Dijo Miguel ya cansado de la situación, por lo que tomó a Fran del brazo con bastante fuerza, procurando que este no pudiera moverlo del todo, para segundos después finalmente inyectarle el liquido violeta en su brazo infectado.

-¿Que cojones has hecho..?- Comentó Fran aterrado viendo como lentamente las venas de su brazo iban tornándose de ese violeta fosforescente.

-Lo que debí hacer hace mucho tiempo. Créeme no quize.. no quiero hacer esto, pero es por el bien de todos.- Dijo Miguel, sabiendo que ya no habría vuelta atras.

Y con eso, un grito desgarrador fue lo único que salió de la boca de Fran, grito el cual fue callado, primero con la mano de Miguel, para luego ser completamente amortiguado con un pedazo de soga en su boca.

Al pasar el tiempo, las venas en su brazo fueron pasando por todo su brazo para pasar por la zona de su cuello infectado, hasta finalmente llegar a cubrir casi toda la mitad de su cuerpo de esa escencia negra infectada.

Miguel no pensaba salvarle de absolutamente nada, este empeoraría su situación para terminar con esto de una vez por todas.
Y si fuera necesario, el mismo se encargaría de todo. Quisieran o no, todo terminaría pronto, y ya no importaba si fuese de buena o mala manera.

Ya no habia vuelta atrás.




||Our Hopes Dissolve|| •AU apocalíptico randomlife•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora