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Joseph miraba a Albert como si le hubiese salido una segunda cabeza.

No. Una docena de cabezas.

—Albert, sé que no es mi trabajo realizar las invitaciones ni nada pero ¿No te pedí que evitaras invitar a este coro? Tuvimos-...

—Tuviste— Interrumpió.

—... Tuvimos un inconveniente con ellos-...

—Con uno de ellos.

—¿Vas a dejar de interrumpirte?

—Cuando dejes de decir estupideces.

No eran estupideces ¿De acuerdo? Ese niñito seguía molestando a Joseph cada vez que podía. Haciendo comentarios extraños acerca de la orquesta y su tiempo libre ¿Qué cosas? Ya ni se acordaba, todo lo que le decía Elliott lo borraba de su disco duro.

Pero le molestaba casi diario.

—Mira Joseph, no entiendo por qué tanto pleito por algo tan pequeño. Solo será novena de Beethoven. Una semana y listo. Después te vas a Salzburgo y no los vuelves a ver en un tiempo.

—Eso no lo hace... ¡¿QUÉ?!

Todos en la oficina giraron a ver de dónde provino ese grito. Albert quería meterse en una botella.

—¿Qué de qué? El festival de dirección de este año es allí.

Un silencio inundó la oficina. Joseph tenía las cejas fruncidas y la boca torcida en una mueca bastante fea para ese guapo rostro. Sintió que el tiempo se detuvo por un momento.

Como si se hubiesen puesto de acuerdo, ambos rostros se giraron su rostro hacia la puerta, mirando a la persona que trataba de salir sin ser descubierta.

—¡Sofía!— Gritaron al mismo tiempo.

La nombrada se encogió en su sitio. Rezó a todos los santos que conocía antes de mostrar una sonrisa tímida.

—¿Si?

El primero en hablar fue Albert.

—¿Por qué este torpe no sabe que tiene festival?

—¡Te juro que se lo dije! Debe haberlo olvidado. Con lo torpe que se ha vuelto últimamente.

—¿Podrían dejar de hablar de mí como si no estuviera?

Por supuesto que estaba ofendido.

—No tienes que preocuparte de nada, todo está reservado. Joseph solo tiene que armar su maleta para dos semanas y listo.

Luego de 20 minutos discutiendo al respecto, Joseph salió de la oficina, enojado con el resultado inminente ¡Se supone que Kiwi venía al finalizar el repertorio de Beethoven! Habían planeado salidas, comer juntos y presentarle a Vlad. Ahora sí hermana vendría de gratis.

Debería pedirle a Vlad que fuera su anfitrión mientras estaba lejos, eso podría ayudar a que se conocieran mejor.

Ah, también tenía que decirle a Vlad sobre su viaje, porque se supone que tenían una salida para después del repertorio. Tendrían que adelantarlo para después del concierto.

Habían regresado de la gira a Corea hacía casi 3 meses. Habían salido en varias ocasiones (algo así, salían todo el grupo de chelistas, Alejandra, Danilo y Joseph juntos) y ahora Vlad tenía mucho más apoyo, por lo que estaba tranquilo en ese lado. Por el asunto de Igor, estaba siendo suspendido repertorio tras repertorio. El comité había hablado acerca de expulsarlo pero, para sorpresa de todos, Joseph había abogado por él.

La Disonancia de los SentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora