Cuando era un niño, Joseph solía morderse las uñas todo el tiempo. Su madre le había reñido bastante, su padre le había dicho que los hombres no tenían porqué comerse las uñas, eso era de ansiosos y solo las chicas eran incapaz de controlar su ansiedad.
Eso solo logró que se las comiera con más frecuencia.
Con el tiempo, había dejado ese terrible hábito atrás, pensando que sus manos debían verse impecables para sostener una batuta.
Ahora, el pulgar de su mano izquierda se encontraba enrojecido en los bordes de la uña por tanto maltrato.
—Joseph— Escuchó a su espalda.
Danilo no tenía una buena expresión.
—¿Sabes algo?— Preguntó directo, sabiendo que Danilo lo entendería.
—Kootas no va a venir en este repertorio, no está bien ¿Qué pasó?
—No... No lo sé. Cuando lo vi no quiso hablar conmigo.
—Joseph.
Antes, cuando escuchaba esa voz, solo pensaba en cómo acabarla. Ahora se sentía tan aliviado.
—Igor ¿Cómo está?
—¿Podemos hablar un momento?
Danilo se fue, dándoles privacidad.
—Sin rodeos, Joseph ¿Sabes quién es Elliott?
—... ¿A qué viene eso?
—Solo responde ¿Sabes quién es?
—Claro, he tenido problemas con él.
Igor chasqueó la lengua con molestia. Cerró los ojos
—Ese maldito mocoso.
—Igor ¿Qué pasa? ¿Por qué me preguntas por Elliott?
Igor se quedó en silencio por un momento, procesando la información.
—Lo que sea que haya escuchado de ese mocoso tiene que ver contigo...
Joseph no pudo evitar la molestia que lo envolvió, pero sobre todo, la confusión ¿Qué podría haber sido lo que escuchó para volverlo... así?
—Hablaré con Elliott— Fue lo primero que dijo.
—No, déjamelo a mí.
—¿Y por qué lo haría?
Joder, Joseph, agradece que te esté ayudando.
—Tengo cuentas personales con él. Trataré de resolverlas junto con esto.
—... Como quieras, entonces iré a hablar con Vlad.
—¡No! ¿Estás loco?
El grito descolocó al director. Su rostro debe haber reflejado muy bien sus emociones, porque Igor le respondió enseguida.
—Conozco a Vlad mejor que nadie, Joseph. Él no es ingenuo, mucho menos un tonto. Si se dejó afectar por lo que sea que dijo, significa que está teniendo un un muy mal día. No está controlando sus emociones bien, y no lo hará en el resto del día a menos que... No lo hará. Espera hasta mañana que esté más tranquilo. Ahora solo puedes empeorarlo.
—... Pero...
—Sé que no confías en mí, Joseph, y estás en tu derecho, pero hazme caso. Hoy Vlad no es racional, solo se deja llevar por lo que siente y así es imposible hablar con él... Que te lo digo yo.
Cuando el director no le dio respuesta, quiso tomarlo como una afirmación.
—Elliott está en ensayo, apenas salga hablaré con él. Nos vemos— Giró su cuerpo dispuesto a irse, pero la voz de Joseph lo detuvo.
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La Disonancia de los Sentimientos
Romansa[Sin Editar] Joseph, un reconocido y excéntrico director de orquesta a nivel internacional, se deslumbra en un flechazo por un atractivo y misterioso chelista que ha visto recientemente en el complejo. Un joven que, con un problema más grave de lo q...