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TULIPANES
Megumi había entrado a una florería de aquella que había en una plaza. El lugar estaba repleto de color, el aroma no era fuerte pero si agradable.
Miró hacia todos lados y la duda que había solucionado hacía días volvió a surgir ¿Cuál le llevaría a Yuuji?
Megumi había querido desde hace tiempo dejar flores durante una semana. Al final había decidido comprar tulipanes, pero sabía que el color de estos significaba algo distintos como las demás flores.
Nunca había pensado que se encontraría en un lugar así, comprando flores para alguien especial, pero qué más daba, ya estaba en la florería, la chica ya le había preguntado que se le ofrecía y ya le había respondido.
— Así que ¿quiere una combinación de tulipanes rojos, amarillos y naranjas? — Megumi confirmó asintiendo con la cabeza. — Claro, ya vengo.
— Gracias. — el azabache se quedó ahí esperando por unos segundos hasta que sintió su teléfono vibrar constantemente, observó que tenía una llamada justamente de Itadori así que le respondió de inmediato. — ¿Sucede algo?
— ¿Por qué crees que cada que te hablo es para pedirte algo? — preguntó y Megumi pudo jurar que detrás de la línea, Itadori había hecho un puchero. — Sólo quiero saber cómo estás y si estás libre hoy.
— Estoy bien, gracias; y estaré libre una vez llegue a mi casa ¿por qué?
— ¿Quieres ir al cine?
— ¿Cuál veremos?
— Es una sorpresa.
— Bien, dame media hora y te veré en el cine.
— ¡Eres el mejor, gracias! Te mando un beso muak. — Megumi sonrió y la llamada fue cortada.
Justo cuando él guardaba su teléfono en su bolsillo la chica regresó con un ramo de flores.
— ¿Quieres que lo arregle?
— Sí, pero que no sea tan ostentoso. — la chica asintió para ir por sus cosas y decorar el ramo.
— ¿Pará quién son estas flores?
— Para mí mejor amigo.
— ¿Te le vas a declarar? — el azabache se sonrojó de inmediato.
