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APODOS CARIÑOSOS

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APODOS CARIÑOSOS

El más cariñoso de los dos era sin duda Itadori, aquel chico que abrazaba, besaba y le daba millones de muestras de afecto y amor a su novio.

Yuuji solía siempre decirle "Gumi" a veces le salía el apodo de "amor", y también tenía ese apodo especial del cual llamaba a su novio en ciertas ocasiones "mi luna".

Megumi por su parte normalmente le decía por su nombre de pila, a veces se le salía el "bebé" y al igual que a su novio, tenía ese apodo especial que en ocasiones necesarias le decía "mi sol".

Ellos bien sabian que eran el complemento del otro. Mientras uno era la luna, otro el sol, mientras uno era la oscuridad, otro la luz.

No eran los más originales en escoger apodos, pero tampoco era algo escenial en su relación pero escuchar al otro decirle por un apodo les hacía feliz.

Yuuji siempre sentía esa emoción en su interior al escuchar a su novio decirle "bebé", especialmente cuando los momentos eran con una alta tensión sexual en el ambiente.

A Megumi le gustaba mucho escuchar ese diminutivo de su nombre, más cuando provenía de su novio. Le daba ternura ver a Itadori que le pedía algo usando ese diminutivo.

Sin embargo esos apodos de "mi sol" y "mi luna", eran los que mejor les hacia sentir al otro.

Había ocasiones cuando el otro estaba tan mal, en otras donde su relación parecía quebrarse un poco. En momentos así, decirle al otro por ese apodo era como devolverle la felicidad que se le había sido quitada.

En los momentos más cursis donde solo estaban acostados uno arriba de otro, viendo una película o serie en la sala, admirandose mientras ignoraban a la televisión.

Momentos como estos, como estaban ahora mismo, eran tan relajantes, lindos, difíciles de explicar esa sensación que les causaba.

La tranquilidad de estar solos con el otro era difícil de describir, pues salía de una manera natural así como su amor por el otro.

Yuuji acariciando los cabellos negros de su novio, admirado su piel pálida, esas pestañas tan largas siendo la envidia de su amiga Nobara.

Itadori suspiró de amor, sonriendo ligeramente en el proceso, en el que fue solo cuestión de tiempo de unir sus labios para besarse.

Un beso soso, sin la presión de nada, solo estando ellos dos, encerrados en la casa de Fushiguro, en la sala, sin que nadie los moleste.

Un momento que parecía ser cualquiera, pero tenía ese peso de importancia que cargarian en su corazón con gusto.

Al separarse, Yuuji le sonrió a su novio quien le correspondió haciendo el mismo gesto.

Fushiguro lo abrazó con fuerza para voltear a ver la televisión en el cual estaba en comerciales. Prestándole un poco de atención a aquel aparato mientras tenía entre sus brazos y arriba de él a su sol.

— Gumi... — no recibió nada de respuesta pero sabía que su novio lo estaba escuchando con atención. — Mi papá quiere que nos acompañes de vacaciones, no sé si tu quieras.

— Iré. — dijo de inmediato. — Quiero estar contigo, claro que iré. — él sólo recibió una sonrisa por parte del pelirrosa.

— Te amo, gracias.

— También te amo.

— Sabes que eres mi luna, y adoro admirarte entre la oscuridad, porque eres precioso y estoy tan afortunado de tenerte. En serio eres el mejor. — esas palabras yendo de la nada, le sorprendieron a Megumi quien al sonrojarse solo volteo para no ver a su novio quien se dio cuenta. — ¡Awww! Que lindo, mi novio se sonroja por mi.

— Eres un tonto.

— Lo soy, y así te gusto.

— Tienes toda la razón. — los dos se volvieron a besar una vez más, para ahora si, enfocarse solo en la película que pasaban por televisión y no en su novio.

Aunque en realidad esa misión fue casi imposible porque una vez los comercianles volvieron a aparecer los dos se besaron durante todo ese rato, diciéndose palabras bonitas, llamándose de mil formas que no fuese su nombre.

Todo con amor.

Porque a pesar de no necesitar de esos apodos de afecto, tenían esos especiales que les hacía acelerar y llenar de felicidad y vida a su pareja.

Porque a pesar de no necesitar de esos apodos de afecto, tenían esos especiales que les hacía acelerar y llenar de felicidad y vida a su pareja

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