Pero... creo que...
Los párpados me pesaban, me costaba estar despierto y no lograba terminar la frase.
Supongo que me acabé durmiendo porque lo siguiente que recuerdo fue haberme despertado agitado y con una terrible sensación en el cuerpo.
Me giré en la cama estirando el brazo en dirección a la mesita.
—¿Qué hora es? —encendí mi móvil para poder ver la hora. — ¡Joder, son las cuatro de la mañana!
Hacía ya un tiempo que no dejaba de tener pesadillas y no lograba dormir más de tres horas seguidas; mis ojeras estaban cada vez más marcadas y era difícil poder ocultarlas.
Me levanté de la cama y cogí un chándal gris cómodo del armario para ponérmelo.
—Me he desvelado por completo, ¿te parece bien que salgamos a caminar un rato?
Caminé con cuidado de no hacer ruido y me asomé a la habitación de mi madre para comprobar que estuviera dormida. Rodeé la cama y le di un beso en la frente.
Cogí las llaves y salí a la calle. Era muy pronto, aun así, no había mucho frío y una sudadera era suficiente para no pasar frío.
Recorrí las calles vacías hasta llegar al parque Foxholes y caminé hasta encontrar una amplia zona de césped y me tumbé para poder ver las estrellas.
Se había vuelto parte de mi rutina ir cada noche, esa tranquilidad me ayudaba a pensar.
Ese día el cielo estaba despejado y podían verse a la perfección las estrellas; y sobre todo, se podía ver la gran luna alumbrándolo todo.
Me pasé reflexionando durante un gran periodo de tiempo hasta que me di cuenta de algo: anoche no había podido terminar la frase. Perdón por aquello, debió molestarte.
En aquel momento, allí tumbado bajo las estrellas, y de alguna manera con tu compañía; pude notar tus nervios a través de las páginas, supe que estabas ansiosa por saberlo.
Pero ¿realmente era buena idea? Miles de pensamiento intrusivos se me vinieron a la cabeza y no sabía qué hacer porque ¿y si decidías cerrar mi libro por última vez?
Sabía perfectamente que debía decírtelo, y ahora me arrepiento de no haberlo hecho, pero me daba tanto miedo que decidí que no era el momento; no quería que todo cambiase, y mucho menos perderte.
Espero que no te enfadases, lo siento por haberte hecho esperar para nada. Pero entiéndeme, no podía permitirme estropearlo todo justo en ese momento en el que las cosas empezaban a ir bien en mi vida.
Me negaba a perderte. Desde que llegaste, mi vida fue a mejor, me acostumbré a que estuvieras conmigo desde que me despertaba hasta que me acostaba, y no podía ni imaginar mi vida sin que tú estuvieses ahí. Porque yo... te necesitaba para poder sentirme completo; y aún te sigo necesitando.
Necesitaba que siguieras abriendo estas páginas y leyendo todos estos párrafos. Puede que te suene egoísta, pero me hacías sentirme vivo.
Sé que no podía exigirte que te quedases y mucho menos retenerte aquí. Pero si algo podía hacer es disfrutar del tiempo contigo y no desaprovecharlo, quería mostrarte mi vida y cómo era.
—Sólo quédate conmigo y déjame mostrarte que soy bueno para ti. Sólo quiero estar seguro de lo que siento por ti.
Por eso esperaba que comprendieras que aún no podía decírtelo, lo mejor era esperar y decírtelo cuando fuese el momento.
ESTÁS LEYENDO
Entre estas páginas
RomanceLa locura que siento por ti crece a medida que lees estas páginas, ha llegado un momento en el que no puedo distinguir al personaje del lector, ¿será que somos uno? Portada hecha por: @0Mxxxa0