Entre estas páginas

Oxford

Esperamos a que nuestro guía llegase y comenzamos nuestro recurrido por el campus. Había muchísimo que ver y aún no podía creer que fuera a pasar aquí varios años estudiando.

Recorrimos el largo camino rodeado de césped en el que había grandes grupos de alumnos: algunos estaban leyendo, otros comían, otros escuchaban música y otros simplemente hablaban y reían; hasta que llegamos a la zona de los grandes edificios.

Nos mostró las facultades de aspecto antiguo, las capillas históricas, la gran sala de conferencias, el enorme comedor y los patios de la antigua biblioteca Bodleian. Y mi parte favorita de la visita, y una de las razones por las que escogí esta Universidad, nos enseñó todos aquellos lugares en los que se habían grabado las películas que habían marcado toda mi infancia, Harry Potter.

Pasamos toda la mañana recorriendo el campus y decidimos ir a comer antes de seguir viendo las facultades; esta vez solos.

Entramos en el comedor, ya repleto de estudiantes, y nos sentamos en la mesa en la que los actores de Harry Potter tantas veces habían comido.

—¡Hola! ¿Tú también vas a estudiar aquí? —dijo un chico acercándose a mí con una gran sonrisa.

Era un chico bastante alto, posiblemente unos centímetros más que yo, pelirrojo y con los ojos verdes. Parecía muy agradable y pensé que no estaría mal conocer a alguien que también fuese a estar por aquí.

—Sí, ¿tú también?

Asintió y se sentó frente a nosotros con los que supuse que serían sus padres, con los que mi madre empezó a charlar animadamente.

—¿Y qué vas a estudiar? —pregunté con curiosidad.

—Voy a empezar el primer año de Derecho, —al escuchar eso me emocioné al pensar que ya conocería a alguien con quien sentarme en las clases— el curso pasado estudié Economía, pero no era lo mío así que este año decidí cambiarme a Derecho; ¿y tú?

—Yo también haré el primer año de Derecho así que supongo que nos veremos en las clases.

Estuvimos hablando durante un largo rato hasta que sus padres dijeron que ya deberían de irse debido a que él vivía muy lejos de allí; y por ello él también se quedaría en la residencia.

—Bueno entonces nos vemos dentro de unos meses. Dame tu número y vamos hablando.

Le apunté mi número y él me dio el suyo.

—Por cierto, mi nombre es Aiden Wood.

—Yo soy Jason Donovan.

Nos despedimos y me acerqué a dónde estaba mi madre que acababa de despedirse de los padres de Aiden.

—Ese chico era muy agradable.

—La verdad que sí, me alegro de haber hecho un amigo así no estaré solo en las clases.

—¿Y qué quieres hacer ahora? —dijo ella.

Decidimos que lo mejor sería empezar viendo la Facultad de Derecho y después ver dónde estaban las habitaciones, había decidido que prefería dormir en la residencia con otros muchos estudiantes para poder hacer amigos más fácilmente.

Caminamos por los largos pasillos llenos de cientos de taquillas azules cubiertas de fotos y pintadas, y vimos todas las vitrinas en las que estaban fotos de distintos famosos que habían pasado por allí además de objetos utilizados en las películas que se habían grabado en aquellos lugares.

Me asomé por la puerta de un aula escuchando al profesor y viendo cómo los alumnos allí sentados discutían con el maestro sobre el tema que estaban dando; y me imaginé allí sentado intercambiando opiniones con compañeros y profesores. Ya podía imaginarme cómo iban a ser mis días allí y no podía esperar a empezar el curso.

Subimos al segundo piso, en el que estaban los despachos de los distintos profesores divididos por los ámbitos de las materias y nos acercamos a ver todas las vitrinas en las que estaban los méritos y libros publicados por cada profesor.

Pasamos por la biblioteca en la que estaban todos los códigos y manuales además de grandes mesas de estudio. Nos acercamos a la gran vitrina que estaba junto a la puerta y me sorprendí al ver una foto de mi padre allí.

—¿Por qué hay una foto de papá aquí? —pregunté extrañado.

—Tu padre no sólo estudió aquí. También fue profesor y vicedecano.

¿Cómo podía ser que mi padre había tenido un cargo tan importante en una Universidad tan conocida como esta y yo no haberme enterado?

—No me habías dicho nada sobre eso.

—No quería que tuvieras presión por ser mejor por él.

—Pero ¿cómo no voy a sentir presión después de ver todas estas medallas y trofeos —dije señalando todos los premios de Ligas de Debate— con su nombre? Quiero que esté orgullo de mí, aunque no pueda verlo.

—Jason no necesitas esforzarte ni cambiar para eso, tu padre estaba muy orgulloso de ti.

— Pero nunca me lo dijo.

Admitir eso me había dolido, nunca lo había llegado a decir en alto.

—Puede que no llegase a decírtelo a ti, pero le decía a todo el mundo lo orgulloso que estaba de todo lo que estabas haciendo y de quién eras.

—Sólo quiero parecerme a él.

—Jason no intentes buscar parecerte a tu padre, él quería que buscases tu camino.

Abracé a mi madre y vi atentamente cada objeto que había en aquella vitrina. Ella tenía razón, tenía que buscar mi propio camino.