Maze Runner.
Apenas 2 años en el área una chica llega al claro causando sorpresa. Algunos chicos del área han puesto su ojo en ella, menos sus amigos más cercanos.
Pero no todo en el área son buenas relaciones con los demás, después de todo ella e...
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Pasaron dos semanas. No hablaba con Gally más, parece que nuestra amistad se había acabado.
Mi relación con mis era exactamente igual, después de todo solo habían pasado dos semanas.
Varios chicos se han acercado a mi con las mismas intenciones de Tyler. Sin embargo aún cargo con la navaja y me las he arreglado para que no pase a una "violación".
Muchos chicos del área me enferman. Pero nadie sabía de esto.
He dejado de hacer las marcas bajo mi cama contando los días. Aunque sigo contandolos en mi cabeza, es una mejora.
Si no estoy mal, hoy llega el nuevo novato. Chuck se emocionará pues ya no le dirán novato a él.
—¿Qué carajo crees que haces? ¿En qué piensas últimamente?— Me preguntó Minho mientras nos sentábamos recargados en un muro del laberinto.
—¿A qué te refieres?
—Apuesto a que ni si quiera sabes por qué sección acabamos de pasar.
—Estamos en la 5, igual me lo sé de memoria.
—Bien. Pero concentrate, nunca sabes cuándo un penitente pueda estar masticando a tu mejor amigo.— Bufé.
—Levantense, hay que seguir.— Le ordenó Minho a los demás y me levanté.
Tenía un horrible dolor de cabeza y la luz del sol solo lo empeoraba. Me dolía el estómago también, me sentía muy mal. Pero no dije nada y seguí, hasta que ya no pude más.
—¡__________! ¡¿Estas bien?¡— Escuché a Minho, pero yo estaba en el suelo. Mi vista estaba borrosa y estaba muy débil.
Solo me sentí desaparecer.
⸙⸙⸙
—¿Está bien?
—Si, lo está. Pero mañana no saldrá a correr, además tiene que comer algo, no puede seguir así.
Terminé de abrir los ojos completamente y me acomode en el colchón sentándome levemente.
—¡Hey! ¿Todo bien?—Asenti a Chuck y pase mi mano por su pelo.— Nos tenías preocupados.
—Chuck, Jeff. Salgan un momento.— Dijo Alby y Chuck pasó su mano por su cuello jugando y bufé.
—¿Qué pasa Alby?— Cuestioné una vez que salieron de la enfermería.
—¿Qué está pasando contigo?—Frunci el ceño.— Apenas sales de tu cabaña, todo el tiempo te ves cansada. Ve tus ojeras, ve tus costillas marcándose a traves de tu blusa.
