Un Héroe Diferente (Skullgirls X Lector)

XII

La verdad tenías que admitir que era algo asqueroso tener que caminar por las alcantarillas para poder desplazarte, en especial porque te encontrabas descalzo y podías hasta sentir la materia fecal bajo tus pies, pero ese no era momento para quejarte de tu suerte, lo que tenias planeado hacer era llegar a No Man's Land y descubrir tu pasado, ya no te importaba si era realmente malo o no, necesitabas saber que es lo que había sido de tu vida.

Aunque claro, el no tener idea de donde quedaba el lugar era un verdadero contratiempo, tal vez debiste haberte llevado el mapa que te había mostrado Nadia antes para poder orientarte, pero ese ya no era el momento para cuestionarte tus acciones, lo hecho hecho estaba y no podías hacer nada para cambiarlo.

No caminaste mucho, almenos debía haber sido lo suficiente para salir de Little Innsmouth y no encontrarte con mas soldados o con la mujer gato, saliste de la alcantarilla, y rápidamente te adentraste en un callejón.

-Bien... ¿y ahora que hago?

Estabas completamente estancado, con el aspecto que tenias no podías pararte enfrente de cualquier persona y pedir indicaciones para llegar a No Man's Land, o salían corriendo de ti horrorizados o te daban pelea para dejarte como un bicho muerto, simplemente el resultado sería malo para ti.

Regresar al restaurante tampoco era una opción después del numerito que acababas de montar hace unos minutos, la felina quería ayudarte, claro estaba, pero no querías volver a lastimarla en un arranque de ira, si era cierto eso de que eras inmortal al igual que ella, seguramente ella también debía sentir dolor como tú y los demás.

Lo único que se te ocurrió en ese momento fue probar suerte y pedir ayuda a alguien, pero obviamente no en la forma como te veías, tras observas por la calle viste como a pocos metros de donde estabas había una tienda de ropa, y al lado había un camión que parecía estar descargando mercancía.

En ese momento se te ocurrió algo, sigilosamente te acercaste hasta la parte en donde el camión estaba descargando, así logrando adentrarte en lo que parecía ser un almacén, sin que nadie te viera buscaste algo que te fuera útil.

—Veamos... debe de haber algo que me sirva.

Después de un rato buscando y desordenando todo encontraste algo, en una zona de trajes aparentemente elegantes hayaste un sombrero de copa, una camisa blanca, una gabardina, pantalones y zapatos negros, todo en una misma caja, posiblemente se trataba de algún encargo.

La verdad no te gustaba mucho la idea de robar, pero no tenias disponible nada de dinero para comprar algo sencillo, y mucho menos para algo tan fino, así que de mala gana tomaste la ropa y te la colocaste encima.

—¿Ahora como me veo?

Te acercaste a un espejo grande que había cerca del lugar, los pantalones te quedaban algo grandes, y te parecía algo incomodo tener los zapatos puestos, pero fuera de eso no parecía haber ningún problema, las mangas largas de la gabardina y el pantalón ocultaban bien tus grilletes, por lo cual sólo parecía haber un último inconveniente.

—La máscara.

Obviamente el ver a un sujeto con una máscara tan peculiar cocida a la cara podía verse bastante sospechoso, por lo cual empezaste a revisar más de cerca las costuras de la misma, no veías en donde iniciaban ni en donde acababan, el hilo era aparentemente delgado, por lo que simplemente pensaste en tratar de arrancartela.

Sabias que sería extremadamente doloroso, pero no tenias de que preocuparte, después de todo las heridas debían de sanar rápidamente con tu capacidad regenerativa, así que el dolor no debía durar por mucho tiempo.

—Okey, aquí vamos.

Sujetaste la máscara firmemente con ambas manos, dudaste un poco al principio de este plan, pero luego de unos segundos comenzaste a jalar... nada, intentaste nuevamente... pero no paso nada.

—¿Qué demonios?

Seguiste intentando, una y otra y otra vez, pero no resultaba, por más fuerte que jalaras no conseguias quitarte la máscara, eso era muy extraño, se suponía que tenias super fuerza, habías logrado atravesar paredes de un solo golpe, esto debería ser pan comido para ti, pero sin embargo no lo era, a pesar de que te dolía no parabas de jalar, pero no lograbas ni aflojarla un poco.

—Umm... tal vez si... ¿me enojo?

Buscaste a tu alrededor, logrando así encontrar un tubo de metal bastante largo, lo tomaste para observar que tan duro era, luego miraste al suelo y extendiste un poco el pie derecho, respiraste profundo para luego con todas tus fuerzas clavar el tubo en tu pie.

—¡Agh!

Eso te dolió y mucho, también te enojaste bastante, antes de que hicieras cualquier estupidez tomaste la máscara de vuelta y nuevamente trataste de quitartela, era claro que estabas estirando con mucha más fuerza pero aún así las costuras de la máscara no desistian.

—¡Demonios! -exclamaste molesto al ver que tu plan no había funcionado.

—¿Hola?, ¿hay alguien aquí?

La voz de otra persona en el lugar te alertó, rápidamente dejaste de estirar la máscara para quitar el tubo de tu pie y salir corriendo lo antes posible, saliste del almacén y luego de haberte alejado una cuadra te detuviste.

La parte fácil de tu plan había terminado, lo difícil sería acercarte a alguien para pedir indicaciones sin levantar sospechas por la máscara, ya se te ocurriría alguna excusa para explicar el porque llevabas dicho objeto, por ahora solo quedaba probar suerte y buscar a alguien que no tuviera pinta de pocos amigos para preguntarle en qué dirección debías ir.

Como ya se había mencionado antes te parecía raro caminar con los zapatos puestos, otro detalle es que tuviste que mejorar tu postura al caminar, ya que algunas de las personas te lanzaban miradas acusatorias tras pasar a su lado de manera erguida, como si estuvieras tratando de ocultar algo.

Tras ponerte derecho escuchaste las articulaciones de tu espalda tronando, como si fuera la primera vez que te ponías recto, una extraña sensación de alivio se hizo presente cuando te paraste correctamente, como si de repente un gran peso se te hubiera quitado de encima.

Ya con una apariencia más "civilizada" diste unos cuantos pasos haciéndote el perdido para pedir ayuda, aunque claramente al dar vuelta en la esquina hubieras deseado desaparecer instantáneamente a otro lugar.