Un Héroe Diferente (Skullgirls X Lector)

V

Dirigiste tu mirada hacia tu pecho, y notaste que en este tenias un agujero del cual comenzaba a brotar la sangre, realmente te acababan de disparar, y eso te hizo enojar nuevamente.

Miraste atrás tuyo, notando así que tras de ti se encontraba una especie de soldado, de traje verde con una marca en forma de una sombrilla, y una especie de máscara antigás, este portaba un arma y se veía como te apuntaba con ella, era obvio que fue el quien te había disparado.

Te volteaste completamente y te acercaste lentamente hacia el, eso pareció asustarlo y este apunto su arma hacia ti.

—¡No se mueva!

—¡No, espere! -aprovechando que no estabas completamente enojado y que aún tenías la capacidad de razonar, trataste de pedirle que no te hiciera daño, pero no funcionó, el soldado jalo del gatillo y te disparo sin dudarlo.

Tenias balas incrustadas en todo tu cuerpo, cabeza, brazos, piernas, pecho y abdomen, no había ni una sola parte que no estuviera llena de plomo.

El soldado te disparó hasta que su arma de quedo sin munición, este se quedó contento pensando que había acabado con una posible amenaza, pero lo único que había logrado fue provocarla.

Seguías de pie, tenías varios espasmos corporales debido al dolor que sentias, pero eso cambió cuando por la ira diste un fuerte grito al cielo, y en un repentino movimiento que hiciste todas las balas salieron disparadas de tu cuerpo en todas direcciones, con la misma potencia que la del arma de la que salieron.

Algunas balas impactaron contra el soldado, dejándolo completamente malherido, este cayo al suelo por el dolor mientras veía con miedo como te acercabas nuevamente hacia el.

El soldado con las pocas fuerzas que le quedaban logró sacar una especie de comunicador para posteriormente encenderlo y hablar a través de este.

—¡Comandante, situación de peligro en Little Innsmouth! -dijo el soldado por el comunicador- ¡un monstruo inmune a las balas se encuentra en la zona y me ha dejado malherido, solicito refuerzos lo antes posible!

Pero cuando el soldado se dio cuenta, ya te encontrabas parado frente a él, lo levantaste del suelo tomándolo por la cabeza, lo acercaste a ti para poder verlo a los ojos, la palabra "terror" se quedaba corta para describir lo que el soldado sentía al ver tus brillantes ojos rojos.

—Te lo advertí -dicho eso bajaste con mucha fuerza la cabeza del soldado, estampandolo contra el suelo.

La verdad es que el soldado había tenido suerte, en ese momento estabas relativamente calmado, por lo que solamente le diste un golpe que acabo por dejarlo inconsciente, la máscara y el casco también le habían ayudado a amortiguar el golpe, rápidamente se le inflamó la zona del golpe considerablemente, además que una ligera cantidad de sangre brotaba de esta.

Antes de que algo más ocurriera escuchaste como alguien hablaba por el comunicador del soldado, parecía ser una voz femenina la que se encontraba al otro lado de la línea, por curiosidad decidiste tomar el comunicador y escuchar lo que decía la otra persona.

—[...necesito que me des las coordenadas exactas Adam... ¿Adam?... ¡Adam respóndame ahora mismo!...]

El tono de voz de aquella mujer parecía una combinación de enojo y desesperación, cada vez comenzaba a gritar más fuerte, al igual que decía una que otra palabra inapropiada para una dama.

—[¡Si esto es una broma te juro que yo misma te voy a...!]

—Su soldado no puede contestar en este momento -dijiste finalmente a la mujer, la cual se quedó callada en ese instante por el tono de voz que tenías en ese momento, amenazante, lúgubre y aterrador.

—[¿Q-Quién eres tú?, ¡¿que le hiciste a mi soldado?!] -la mujer trataba de mantener un tono de voz firme, pero los nervios que le causó tu llamado la terminaron traicionando.

—El se encuentra bien, vivirá... almenos eso creo -dijiste viendo al tal Adam que se encontraba inconsciente a pocos metros tuyos.

—[¿E-Eres el dichoso monstruo del que hablo mi soldado?] -el tono de voz lúgubre y tétrico que escuchaba la mujer la hizo dudar de si estaba hablando con un ser humano realmente.

Esa pregunta te hizo enojar, aunque a pesar de eso lograste mantener la calma, así que solo volviste a hablar por el comunicador y decir.

—Escuche señorita, yo no soy ningún monstruo, no quiero hacerle daño a nadie... -te detuviste un momento, respiraste profundo para después continuar- ...pero si alguien intenta lastimarme, no voy a dudar en defenderme.

—[¡Espera!, ¡¿quien demonios se supone que eres?!]

No le respondiste, ya que al fin de cuentas tampoco recordabas quien eras, todo lo que hiciste fue comenzar a apretar el comunicador con fuerza, hasta que de un momento a otro terminaste destrozandolo, miraste tu mano ensangrentada con unos cuantos trozos del comunicador roto, te dolía un poco la mano, pero era más como una molestia que un dolor punzante.

Una vez que te calmaste por completo te pusiste a reflexionar un rato, al parecer en esta ciudad las cosas funcionaban de una forma diferente a la que tu pensabas, en estos rumbos predominan los fuertes, y los débiles solo pueden obedecer, por esa razón no te podías quedar atrás, tenías que hacerte valer en este lugar, no ibas a permitir que las personas te hicieran menos y que te trataran como a ellos se les antoje.

No te sentías orgulloso con esos arranques de ira, tampoco es que disfrutaras de atacar o maltratar a la gente, pero si eso era lo que tenías que hacer para que la gente te tratara como su igual así lo harías.

Luego de ese momento en el que te detuviste a pensar volviste a mirar al soldado inconsciente, te acercaste a el para revisar cómo estaba, al parecer las balas que "devolviste" no le dieron directamente, solamente llegaron a rozarle el cuerpo, el golpe tampoco se veía completamente mal, seguramente con algo de tratamiento médico se encontraría mejor.

Lo tomaste por debajo de los brazos y comenzaste a moverlo hasta un callejón cercano, poniéndolo relativamente fuera de peligro, y en eso recordaste las palabras que había dicho el sujeto antes de que lo dejaras inconsciente.

—Little Innsmouth... supongo que podría darme una vuelta por el lugar.

Dijiste tranquilo mientras comenzabas a caminar, esperando a ver que era lo que te preparaba el destino a continuación.