IX

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Ambos salieron de la habitación, bajaron por unas escaleras y al doblar por un pasillo notaste que seguías dentro del restaurante, ahí estaban junto a una barra la pequeña camarera y el otro pez el cual al verlo otra vez con el mandil y el cuchillo suponiste que era el dueño.

—Me alegra ver que los dos regresen sin ningun rasguño -menciono el más bajo de todos los presentes.

—Ya está todo resuelto, ¿verdad? -esta vez hablo la pequeña camarera con un tono que dejaba en claro su preocupación.

—Si, ya no hay problemas entre nosotros, ¿verdad amigo? -comento la felina con una sonrisa en el rostro, eso sumado con que te llamo amigo te sorprendió, pero no te molestaba para nada, después de todo era mejor tenerla como amiga que como enemiga.

—Claro -dijiste también mostrando una leve sonrisa, te gustaba la idea de tener una amiga.

—Que bueno, por un segundo creí que tendría que volver a pagar una cuenta de hospital, hasta tuve qué cerrar temprano para evitar a los chismosos -dijo volviendo a tomar la palabra el más bajo- ahora que ya se arreglaron, es hora de ver lo de mi ventana rota -dijo apuntando a la ventana por la que la fémina te había arrojado momentos atrás.

—Lo siento mucho -dijiste algo apenado bajando la mirada.

—Eso no era para ti -dijo mientras miraba a la mujer gatuna.

—Ya se ya se, después te lo pago.

—Más te vale -dijo apuntándole con el cuchillo de picar carne.

—¿Y usted por qué se disculpa?, si fue Nadia la que lo arrojo por la ventana -hablo la chica pez con curiosidad.

—¿Nadia? -preguntaste mirando a la peliblanca.

—Oh cierto, no me había presentado, mi nombre es Nadia, pero puedes llamarme Ms. Fortune -dijo de manera natural.

—Yo soy Yu Wan, dueño de este restaurante -se presento el pez más bajo ante ti.

—Y-Y yo soy M-Minette, empleada del restaurante -dijo la pequeña camarera con ese tono nervioso de siempre- ¿y usted es?

—No tengo idea -dijiste algo decaído.

—Perdió la memoria, es por eso voy a ayudarlo -se apresuró a decir la felina.

—¿Y cómo lo piensas ayudar si ni siquiera sabe su propio nombre? -se quejó el pez más bajo.

—A eso iba.

La peliblanca se fue a alguna parte del restaurante, dejándote solo con los dos peces.

—Entonces... ¿qué te pareció la ensalada? -pregunto el más bajo queriendo hacer platica contigo.

—Estaba buena al igual qué el arroz, aunque no pude terminar nada.

—S-Si quiere le traigo lo qué sobro -se apresuro a decir la chica, dejando un poco de lado su timidez.

—Por favor -dijiste tranquilamente viendo como la chica se apresuró a traer el plato que habías dejado a medias.

No tardo mucho en regresar con tu plato, te lo dejo sobre una mesa y tomaste asiento para seguir comiendo, no podías negar que era algo incomodo tener la vista de ambos encima tuyo, observandote fijamente como si te estuvieran analizando, pero decidiste ignorarlo y seguir degustando, cuando por fin terminaste te levantaste de la silla, agradeciste la comida y casi en el instante la felina regreso al lugar.

—¡Lo encontré!

—¿Qué encontraste? -dijiste mientras te levantabas de la mesa para ir con ella.

—Esto -viste como extendió sobre una mesa lo que parecía ser un mapa- como no recuerdas nada tendremos que buscar por los alrededores tu casa, quizás por el camino veas un edificio que se te haga familiar o encontrar a alguien que te conozca.

—Que inteligente -exclamo Minette ante la idea.

—Gracias, ahora dime, ¿alguno de estos lugares te suenan conocidos? -dijo apuntando a varios puntos en el mapa.

—Déjame ver -pasaste tu mirada sobre el papel que decía principalmente Reino Canopy, tratando de buscar un nombre que recordarás, pero ninguno de los puntos se te hacía conocido, todo parecía ser nuevo para ti, lo unico que reconociste fue un punto que decia Little Innsmouth, el cual ya conocías por estar ubicado en esa parte del mapa- no.

—¿De verdad no recuerdas ninguno de estos lugares? -hablo el pez más bajo.

—Para nada, no recuerdo ninguno de estos lugares.

—Uy, si no eres de este reino entonces será mucho más difícil encontrar tu hogar -dijo en un tono preocupado.

Lo que dijo la felina te alarmó bastante, ¿no eras de ese reino?, ¿que tan lejos te encontrabas de tu hogar entonces?

—¿Esta seguro que no recuerda alguno de estos lugares? -volvio a hablar la pequeña camarera.

—Nada -volviste a pasar tu mirada por todo el mapa, y al revisar más detalladamente notaste que la felina estaba cubriendo un punto en la orilla con su "pata", le hiciste una seña indicando que moviera su pata y haci lo hizo, mostrando un punto en el mapa tachado con una enorme equis negra la cual cubría la mayor parte de un nombre- ¿y este punto en el mapa?

—¿Eso?, no es nada importante -exclamo el pez más bajo.

—Esto de aquí es una parte de No Man's Land pero...

No supiste lo que ocurrió con exactitud, pero en cuanto la peliblanca mencionó ese nombre un horrible dolor de cabeza junto con un fuerte zumbido te atacaron repentinamente, te quejabas a viva voz mientras te sujetabas la cabeza con ambas manos, tus tres acompañantes se alarmaron cuando te empezaron a sangrar los oídos sin razón aparente, te moviste por el lugar algo desorientado a causa del dolor y terminaste golpeándote contra una mesa y cayendo al suelo, para ti esos dos minutos parecieron una eterna tortura, pero lo único que resultó bueno de ese momento fue que escuchaste lo siguiente.

¡Huye, vete de aquí, es peligroso!, ¡¡¡CORRE!!!

Luego de eso el dolor se fue calmando al igual que el fuerte zumbido en tus oídos, la felina y los dos peces se tranquilizaron cuando dejaste de gritar y retorcerte en el suelo, y una vez que te calmaste completamente te empezaron a preguntar.

—¿Esta bien? -dijo la pequeña camarera mientras te ayudaba a ponerte de pie junto a la felina.

—S-Si, es creo -dijiste algo aturdido por el dolor que ya se te iba pasando, al igual que tus oídos dejaban de sangrar.

—Menos mal, ya estaba por hablarle a mi amigo el exorcista -hablo el pez más bajo en un tono serio.

—Ay no inventes, no es la primera vez que alguien se pone así en el local -hablo la peliblanca recordando varias ocasiones en la que los comensales actuaban de esa forma.

—Si, pero eso era porque ellos se pasaban de alcohol y este no ha bebido ni una sola gota, además a ellos no les sangraban los oídos, cuando mucho las branquias.

—Como sea, ¿nos podrías decir que fue lo que pasó? -dijo la felina dirigiendo su atención a ti nuevamente.

—No estoy muy seguro pero yo... creo que recordé a mamá.

—¿Qué? -preguntaron los tres al unísono.

—Cuando mencionaste ese lugar, creo que recordé algo, era una mujer algo mayor que yo, no pude recordar su rostro pero su reconocí su voz, estoy seguro de que era ella, quizás... quizás de ahí es de donde vengo.

Tras tus palabras los tres comenzaron a mirarse entre sí con cara de pena y tristeza, y eso te comenzaba a preocupar.

—¿Qué pasa?, ¿es algo malo? -miraste a todos con preocupación, y ante tu pregunta la felina solo suspiro de manera pesada para decir.

—Okey, me caes bien así que te lo voy a decir sin rodeos, si vienes de No Man's Land entonces...

Tu familia no debe seguir con vida.

Un Héroe Diferente (Skullgirls X Lector) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora