Estoy inquieta, nerviosa, ¿qué le puede estar pasando a Isaac?, a lo mejor estará... No, no debo pensar en eso.
Busco algo en la habitación con que defenderme, no puedo quedarme de brazos cruzados, dos son mejor que uno.
En una esquina hay una lámpara, la desenrosco de la base y luego le quito la punta con el bombillo, ahora solo queda una vara de metal, esto servirá.
A lo lejos se puede oír una gran discusión, cuando llegó al salón, Isaac está tratando de llegar a un acuerdo con ella y bloqueando el pasaje para llegar a mí.
El alza la voz contradiciéndola.
- Isaac aléjate de ella, es peligrosa- grito para que me escuche.
Se da la vuelta - Giselle, deja que arregle esto.
- ¿Qué crees que harás con eso perra?
- Clavártelo en pecho estúpida y yo no soy la que anda como un perro detrás de un hombre.
Puedo ver su rostro como va enrojeciendo de la furia, creo que me he dejado llevar por mi enojo, he olvidado el peligro en el que estamos Isaac y yo.
Los ojos de Loren se tornan de un negro sobrenatural, entiendo completamente lo que está por ocurrir.
- ¡Isaac aléjate de ella es una loba!
La reacción de Loren no es lo que esperaba, ha frenado su transformación y en su rostro se dibuja una mueca de felicidad, una sonrisa como si lo que acabara de decir fuera música para sus oídos.
- Mi querido Eric te ha contado el secreto. - sus dientes son cada vez más visibles de la emoción.
- Si, pero si descubren que sabes su secreto, te matarán.
Las palabras de Eric suenan en mi cabeza y es ahí donde entiendo que la que ha perdido en este juego soy yo.
- Debe haber otra manera de arreglar esto Loren - agrega Isaac.
Lo que ha dicho Isaac se siente como una cachetada de sorpresa, no parece nada sorprendido con esta situación eso significa... que él también sabe el secreto y de alguna manera no lo han matado por ello.
- Claro que la hay, escúchame bien niña bonita, nunca más te vas a acercar a Eric o si no, toda la manada se enterará de que sabes y te cazarán.
Quedo en silencio y una triste sensación recorre mi cuerpo.
- No te estoy dando tiempo de pensar estúpida - agrega ella.
Asiento con la cabeza.
Me da una última mirada victoriosa antes de darse la vuelta e irse por donde mismo llego.
- Sé que esto es difícil de digerir - dice Isaac dándose la vuelta hacia mí.
Levanto la vara en defensa - ¡No te acerques! No confío en ti, como es que lo sabes y no estás muerto, la única manera de que sigas vivo es que... - Me quedo muda al darme cuenta - tú también seas uno de ellos - agrego murmurando.
Él no dice nada y solo me mira.
- Oh por dios, tengo que salir de aquí.
- Giselle cálmate, no te haré daño.
- ¡No confío en ti!, en ninguno de ustedes.
Paso por su lado en dirección a la puerta, antes de salir dejo caer el trozo de metal al piso, este hace ruido rebotando.
- ¡Giselle!
Ignoro su llamado y solo me voy.
No puedo creer todo lo que está pasando, debo de alejarme de ellos y de alguna manera hacer que Aleysha tenga cuidado, pero como advertirle sin ponerla en peligro.
Un solo mensaje basta para decirle a Eric que no quiero se acerque nunca más a mí por las razones que él ya conoce.
***
Han pasado varios días.
Aleysha intentó conversar conmigo, nota que estoy rara, le he dicho que discuti con Eric y que no volveremos a vernos nunca más.
Intento hacer las actividades cotidianas con ánimos, pero la verdad es que siento ganas de volverlo a ver... pero sería llamar a la muerte.
Menudas vacaciones...
Me he dedicado a hablar con mi mamá estos días... Es increíble como las personas son ajenas a lo que hay a su alrededor.
Es media noche y no tengo una gota de sueño.
Pensar tanto mantiene mi cerebro ocupado.
Salgo de la cama para mirar por la ventana, el cielo estrellado está despejado de nubes. En un pueblo alejado de la ciudad se puede notar la cantidad de estrellas que adornan la noche. El cuarto menguante de la luna alumbra mi ventana.
Me pierdo en la inmensidad del cielo obscuro.
Después de unos minutos mis ojos bajan al bosque que da a mi ventana.
Mi corazón se acelera cuando el lobo blanco aparece entre los árboles, inmediatamente me pongo de pie.
En su boca lleva un pedazo de tela, que coloca en el suelo.
El lobo baja la cabeza y su masa muscular comienza a cambiar, encorva su espalda formando un arco haciendo que se abra de una manera grotesca y una persona saliera de aquel caparazón animal, el pelaje blanco va cayendo dejando visible una piel blanca, sus piernas y brazos se estiran haciéndose humanas.
Oh por dios, es... Isaac. Está completamente desnudo, mi vista se aparta de él instintivamente. Después de unos segundos regreso mis ojos hacia donde estaba, pero ahora trae puesto un short blanco y se está acercando hacia la ventana.
Está justo en frente de mí, su torso tonificado desnudo, sus ojos grises me miran, mi estómago se encoge y mi corazón late con fuerza.
- ¿Puedo pasar?
Asiento con la cabeza y me aparto de la ventana para que pueda entrar.
Una vez adentro él se acerca a mí y retrocedo, entonces entiende que quiero que mantenga la distancia.
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Su secreto [+18]
RomanceSi pudiéramos saber los secretos de nuestras nuevas amistades a lo mejor no llegaran a ser nuestras amistades. Giselle Moore, una chica de 20 años decide volver al país donde nació, Canada. Vivió en Estados Unidos a partir de los 10 años, se separa...