Su secreto [+18]

23. Made love

Lame sus labios e instintivamente pego los míos, su cálida lengua rosa la mía al igual que mi labio inferior.

Mi cuerpo pide pegarse al de él, las cosquillas viajan de arriba a abajo, pero se concentran en mi zona íntima. No puedo evitar acariciar su pecho y bajar por su abdomen, aún saboreándonos mi mano alcanza su duro y grande miembro.

Estamos sentados el uno al lado del otro intercambiando nuestro gran deseo con los labios, hago movimientos de arriba a abajo sobre su pene erecto por encima del short.

Isaac agarra mis caderas y me pone pie frente a él, su mano se cuela por debajo de mi vestido, rozando sus dedos por mis muslos, esto solo envía más electricidad y sensaciones de placer por mi cuerpo, alcanza mi húmeda ropa interior. Muerde sus labios, no aparta sus ojos de los míos.

Baja mis pantis acariciando la parte de atrás de mis muslos, de una vez, sus dedos se resbalan por mi intimidad, estos me roban un gemido, pero él cesa su acto y mi cuerpo reclama más.

En su rostro se dibuja una sonrisa pervertida, nuevamente sus grandes manos agarran mi cintura para darme la vuelta, él se pone de pie pegando su pecho a mi espalda.

Aparta mi pelo haciéndolo a un lado, su respiración ahora se desliza por la piel desnuda de mi cuello haciendo que me erice.

Su lengua sube de mi hombro, se detiene a la mitad de mi cuello para pegar un beso y seguir el camino hasta el lóbulo de mi oreja.

Su mano izquierda se enrosca en mi cuello haciendo que pegue mi cabeza hacia atrás y la derecha agarra mi zona íntima provocándole a mis nalgas tocar lo duro que esta.

- ¿Sientes lo duro que me pones? - hace más presión en su agarre inferior, empujándome aún más a sentir lo que pronto estará dentro de mí.

Asiento ligeramente con la cabeza y muerdo mi labio inferior, mi pecho sube y baja, la tensión sexual se incrementa, siento que va a explotar en cualquier momento y perderemos el control.

Él libera mi cuello y baja sensualmente sus dedos hasta el tirante de mi vestido, lo despega hacia abajo lentamente.

Libera mis senos y la tela cae al suelo dejándome completamente desnuda.

Me giro y mis brazos automáticamente se enlazan en su cuello. Isaac acaricia mi espalda desnuda, pegando mi cuerpo al suyo. Nuestras bocas se encuentran nuevamente, pero esta vez para darle paso a un beso más apasionado y romántico.

Isaac agarra mis muslos, los enrollo al rededor de su cintura, él se gira y me coloca suavemente en el colchón, se separa de mí y baja su short liberando su sexo quedando arrodillado en la cama, luce tan apetecible, me muerdo los labios ante tan sexy vista. Mi mano automáticamente se enrolla en ella, se siente dura y cálida, él solo me mira, su expresión de placer me excita aún más, así que me muevo en la cama para llevar mi boca a su miembro, se puede escuchar un gruñido de placer de Isaac.

Isaac acaricia mi pelo y sigue por la espalda provocándome cosquillas.

Mi boca sube y baja mientras la saliva se va acumulando en esta, me separo y varios hilos de esta espuma transparente hacen puente de mi boca a su pene.

Los dedos de Isaac se cuelan por mi pelo y este lo agarra levantando delicadamente mi cabeza.

- Joder Giselle - saborea sus labios.

Me acerco para besarlo embarrando toda su boca, siento su sonrisa contra mis labios.

Él agarra mi rostro - Ahora te vas a venir en mi cara.

Eso se escucha tan caliente.

Se acuesta boca arriba y yo me acomodo sobre su cara, pero aún no dejo que mi sexo llegue a su boca. Solo puedo ver la cabecera de mi cama y debajo de mí lo que queda del rostro de Isaac.

Él lame mi muslo en dirección a donde más sensibilidad tengo en esté momento. Mi respiración comienza a ir cada vez más rápido.

Continúa besando a los alrededores estimulando mi placer, sus manos suben por mi abdomen y suavemente acarician mis senos.

Besa y succiona mi clítoris robándome un gemido, mis caderas se mueven de manera frenética e involuntaria gracias a los movimientos de su lengua.

Mis manos se apoyan en la cabecera de la cama, las cosquillas siguen viajando por mi cuerpo, pero la presión se acumula cada vez más por dentro, su agarre en mis caderas se siente ardiente.

Cada parte de mi cuerpo se contrae y trato de contener los gemidos, pero se hace imposible. Él temblequeo se apodera de mi cuerpo después de dejarme ir en su boca.

Isaac levanta mis caderas un poco para salir de abajo, yo permanezco en la misma posición, mi respiración hace eco en la habitación.

Él se acerca por detrás - No sabes la vista tan buena que tengo en este momento - susurra a mi oído.

Me estiro para alcanzar mi mesita de noche y de la gaveta sacar un condón, se lo entregó a Isaac mientras me acomodo boca arriba en la parte de la cama que no está mojada.

Se coloca entre mis piernas, besa mi abdomen, mis senos y alcanza mi boca. Puedo sentir como coloca su duro miembro, y suavemente lo va introduciendo dentro de mí, mis gemidos quedan atrapados en el beso tan suave que nos estamos dando.

Mis piernas se enrollan en su cintura, él continúa entrando y saliendo llenándome cada vez más de placer. Su boca solo se separa de la mía para besar mi rostro y cuello, pero inmediatamente vuelve a mis labios.

Se siente tan bien, esta noche será larga...

***

Como de costumbre el sol se cuela por la ventana, pero esta vez un rayo de luz solar enorme, ya que anoche las cortinas se quedaron abiertas.

Aún estoy entre los brazos de Isaac, pero un pequeño movimiento y caeremos de la cama...estamos en el borde. Mejor dicho la que caerá primero seré yo, así que me decido a despertarlo.

Puedo sentir todo su cálido cuerpo desnudo pegado a toda mi espalda, nalgas y sus piernas entrelazadas a las mías.

Empujo con movimientos suaves, pero repetitivos en el brazo que me abraza -Isaac - murmuro.

Aún sigue dormido.

- Isaac voy a caer de la cama - digo con un poco más de fuerza en mi voz, pero sin hablar alto.

Él comienza a retroceder entonces aprovecho para recostar mi espalda al colchón. Solo mi cabeza se gira para mirarlo.

Entre abre sus ojos grises que brillan con la luz del día, una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro al verme.

- Lo siento... es que no estoy acostumbrado - murmura con su voz ronca - pero se siente increíble despertar despues de hacer el amor toda la noche.

Sus palabras provocan en mí una sonrisa y una buena sensación detrás de mi pecho.