4.Beso indirecto (MxM)

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4. Beso indirecto.

El profesor sigue hablando, explicando un tema al que Mihael dejó de prestar atención hace varios minutos. Sus ojos azulinos están fijos en el reloj que está en la pared, esperando ansioso que la aguja más grande se alinee con la pequeña, apuntando las dos hacia el doce. Cuando eso pasa, la campana suena y Mihael es el primero en abandonar el salón.

Lo único bueno de ir a la escuela es la hora de almuerzo. La comida de la cafetería es realmente deliciosa, y no solo eso, es el único momento del día en el que se puede sentar tranquilamente y charlar con sus amigos. En clase es difícil hablar, los recesos son muy cortos y no todos están en el mismo salón, por ejemplo los hermanos Lawliet y Light son dos años mayores.

Sonríe cuando la cocinera le agrega una segunda porción de postre, hoy hay pastel de chocolate y ella sabe que le encanta. Acto seguido da media vuelta, la cafetería es enorme, por lo que estira el cuello intentando encontrar a alguno de sus amigos.

Al primero que ve es a Near, esa abundante melena blanca hace que nunca pase desapercibido aunque sea un enano.

—¿Y los demás? —Pregunta, dejando caer la bandeja sobre la mesa.

Nate solo se encoge de hombros mientras sigue cortando una manzana en rodajas sobre su plato. Mihael arruga la nariz, a veces no entiende cómo se hicieron amigos de él. Tiene doce años, va a un grado inferior que él, pero más allá de la edad está el hecho que es tan... diferente a ellos.

—¿Hoy estaremos en la mesa de los rechazados? —Un castaño aparece de pronto con una bandeja en la mano, viendo con asco que la mesa está muy cerca de los basureros.

—Es la que escogió el enano. —Responde Mihael, encogiendo los hombros.

—Si no les gusta pueden buscar otra. —Comenta Nate con su voz monótona, sin dejar de cortar su fruta.

Light frunce el ceño, también preguntándose cómo es que se hicieron amigos de ese chico tan extraño.

—Bueno, ya qué... —el castaño suspira, dejando la bandeja sobre la mesa y luego gira levantando una mano para llamar la atención de Beyond y Elle.

—¿Y Matt? —Pregunta el menor de los gemelos al llegar a la mesa y ver que hace falta esa cabeza de fósforo.

—No debe tardar. —Responde Mello.

—Te traje una manzana. —Comenta Elle tímidamente, tomando asiento al lado de Light.

El castaño acepta el detalle sintiendo las mejillas calientes. Conoce a Elle desde que tiene diez años, han sido mejores amigos durante cinco años, pero últimamente éste se ha vuelto más detallista y no le molesta, al contrario le gusta mucho.

—¡Ya no había jugo de fresa! —Un pelirrojo frustrado hace su aparición, dejando caer con notable fastidio la bandeja sobre la mesa.

—Ah sí, yo tengo el último. —Comenta Mihael, levantando la cajita para mostrársela— Podemos compartirlo, si quieres.

Todo el mal humor de Matt desaparece y con una sonrisa toma asiento al lado de su mejor amigo.

Comienzan a charlar mientras comen, y aunque a veces se pregunten cómo son amigos de Nate, el albino se los recuerda cuando hace comentarios que todos encuentran interesantes.

—Ummm, está muy rico —comenta Mello, relamiéndose los labios luego de haberle dado un sorbo a su jugo—. Pruébalo. —Le entrega la cajita a Matt y no aparta la mirada esperando su reacción.

El pelirrojo pone los labios en la pajilla y da un sorbo, haciendo un sonido con la garganta mientras degusta el sabor.

—Sí, está muy rico. —En la parte del frente muestra que al lado de la fresa hay un limón, eso explicaría el toque diferente del jugo, comparándolo con otros que ha probado.

—Leí en internet que... —Comienza a hablar Nate con voz plana mientras engulle un trozo minúsculo de manzana— cuando pones los labios donde los puso alguien más, indirectamente te besaste con esa persona.

Se forma un silencio incómodo por unos segundos, hasta que Beyond suelta una carcajada, es que al voltear todos se percataron que tanto Mello como Matt están exageradamente rojos.

—También decía que si te sonrojas...

—¡Cállate, enano! —Interrumpe el rubio, golpeando la mesa con los puños antes de ponerse de pie y marcharse.

El mutismo se hace presente de nuevo, sin embargo no dura mucho, el malhumor de Mello no es algo que les sorprenda. Cada quien vuelve la atención a su plato y la conversación fluye de nuevo. Matt aún siente las mejillas calientes, intenta seguir comiendo, pero las palabras de Nate hacen eco en su cabeza. Así que en un momento en el que todos están distraídos, saca la pajita de la caja de jugo y la guarda en su pantalón, después de todo ahí está su primer beso con Mello.  

FlufftoberWhere stories live. Discover now