Flufftober

9. Beso en la frente (BBxMatt)

9. Beso en la frente.

Como cada mañana, Matt entra a la cocina por un poco de café. Es lo primero que hace porque le es imposible despabilarse sin una buena taza de café amargo. Luego de dar el primer sorbo y sentarse en el comedor ya puede proceder a tener contacto con el mundo. Se le ha vuelto costumbre revisar su celular en busca de mensajes antes de ponerse al día con las noticias. Sus amigos salen de fiesta casi todas las noches y cree que algún día tendrá un mensaje alertándolo que alguien está preso por andar corriendo desnudo en la calle o disturbios en la vía pública, y en el peor de los casos que alguno está hospitalizado en coma etílico. Afortunadamente ese no es el caso el día de hoy, vuelve al inicio y al hacerlo no puede evitar sonreír con su fondo de pantalla: sale junto a Beyond, su novio, mientras este le da un beso en la frente.

Todos sus conocidos dudaron de la relación cuando inició hace tres años y a la mayoría casi le da un infarto cuando hace un año anunciaron que comenzarían a vivir juntos. No es que no quieran a Beyond, tienen amigos en común y todos concuerdan en que el hombre es un chiste andante, es solo que ellos son muy diferentes como para imaginarlos siendo pareja.

Matt se considera un romántico empedernido, no como los que salen en las películas, pero sí de esos que se derriten con cualquier detalle cursi. Beyond es todo lo contrario, difícilmente recuerda la fecha de su aniversario. Sin embargo es la persona que más lo hace reír, con quien ha compartido tantas experiencias, jamás imaginó que acampar en un bosque o andar en kayak en un lago fuera algo que disfrutaría tanto, siendo él alguien tan poco aventurero a comparación de su novio.

Algunos siguen teniendo dudas de esa relación, pero lo importante es que ellos estén seguros de lo que son.

Como cada mañana, Beyond se despierta media hora después que él, y algo que comparten es que ambos necesitan algo en el estómago para poder terminar de despertar.

—Buenos días... —Saluda el pelinegro tras un bostezo, rascándose el abdomen desnudo.

Matt sonríe y le devuelve el saludo, sin agregar algo más porque sabe que el otro no va a poder hilar una idea clara mientras no desayune. Contrario a él, Beyond siempre busca algo más azucarado. Pone a tostar dos rebanadas de pan y mientras tanto va al refri por el tarro de mermelada y leche.

—¿Hay que ir a reconocer el cuerpo de alguno a la morgue? —Pregunta Beyond luego de sentarse en el comedor y dar un mordisco a su tostada.

—No digas eso ni de broma. Al menos Near los ayuda a no ser tan imprudentes.

El pelinegro encoge los hombros, todavía bostezando.

—¿Al final te dieron el día libre hoy?

—Ajá. —Responde Matt— ¿A qué hora volverás?

—No lo sé. Supuestamente hoy entran nuevos productos y sabes lo tedioso que es. —Beyond apoya la barbilla en el dorso de la mano mientras hace un puchero.

—Bueno, yo aprovecharé para ir a ver la pintura y los adornos para que remodelemos la habitación este fin de semana.

El pelinegro se desliza sobre la mesa de forma perezosa, como si fuera un helado derritiéndose.

—¿Por qué hay que remodelaaaar? —Pregunta con desgano— A mí me gusta nuestra habitación.

—Pues a mí no. —Puntualiza el pelirrojo. El apartamento que han alquilado es bastante pequeño y no han podido decorarlo tanto como hubiese querido por falta de tiempo y algunas veces de dinero, así que quiere empezar a hacerlo y el primer sitio debe ser la habitación.— Y me vas a ayudar o te vas haciendo a la idea de dormir en el sofá.

Beyond no rechaza la idea al instante, más bien parece meditarla.

—¿Y podremos tener sexo aunque duerma en el sofá?

—No. —La respuesta es directa, desinflando cualquier ilusión de escaparse del otro.

—Está bien... —suelta un suspiro y hace un puchero— Nos vemos en la noche entonces, tengo que ir a bañarme.

Beyond se pone de pie y rodea el comedor para darle un beso en la frente como siempre lo hace.

Tal vez algunos todavía duden que ellos sean el uno para el otro, pero eso es porque desconocen todo el amor y ternura que Beyond le transmite con un gesto tan simple como lo son sus besos en la frente antes de partir o al volver, diciéndole con ellos que siempre piensa en él.