23. Mudanza (MxM)

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23. Mudanza

Mello entra con la última caja de la mudanza y la apila junto a las otras, la idea de rentar este apartamento los ha tenido felices desde que decidieron vivir juntos, pero ha sido un día ajetreado y pensar que todavía les falta desempacar desanima a cualquiera.

—Tengo hambre... —Murmura Mello formando un puchero a la vez que se acerca a su novio y lo abraza desde atrás, buscando atención.

—Pues ayúdame a encontrar las cacerolas o al menos los platos —pide un Matt frustrado—. ¡Te dije que etiquetáramos las cajas!

Mello pone los ojos en blanco y sigue las indicaciones del otro.

—No puede ser... —dice de pronto el pelirrojo tras abrir una caja enorme— está llena de pantalones de cuero. —Saca algunos cuantos, sin poder creer la cantidad que aún hay adentro.

—¡Hey, trátalos con cuidado que son de los caros! —Refunfuña haciendo un mohín con los labios— Además, ¿de qué te quejas? Acabo de encontrar tu Play en una caja con plástico de burbujas, espuma alrededor y la cinta de frágil por todas partes. Dices que es mi culpa por no haber etiquetado las cajas pero, ¿tuviste tiempo para encintar como frágil la tuya y no para marcar la de los platos?

—Suficiente, pediré una pizza. —Responde Matt. Se supone que este nuevo paso debería ser algo bonito en lugar de estar discutiendo. Piensa que a lo mejor están cansados y honestamente fue la culpa de ambos.

Luego de hacer el pedido por teléfono, se acerca a su novio por detrás y le besa el cuello.

—Creo que estamos estresados, ¿por qué no iniciamos desempacando algunas cajas pequeñas?

Mello suspira, acto seguido asiente a la vez que da media vuelta para quedar frente a él y darle un beso en la punta de la nariz.

Ambos toman asiento en el suelo, no es lo más cómodo, pero sus piernas igual lo agradecen. Comienzan con una de las cajas, encontrando pequeños adornos de cristal que envolvieron con papel de diario. Las otras cajas pequeñas que abren van desde adornos hasta utensilios de la vida diaria como servilleteros y saleros, todos obsequios de amigos y de la familia de cada uno, quienes quisieron demostrarles su apoyo en esta nueva etapa.

Cuando llega la pizza siguen sin encontrar los platos, por lo que no les queda más que comer en las manos. De pronto todo el estrés y la frustración acumulada durante el día desciende un poco al abrir una caja y encontrar en ella un álbum y objetos personales.

—¿Es tuyo? —Pregunta Mello, sosteniendo en una mano la pizza y sacando con la otra una pajilla de la caja.

—¡Ah! Uhm, sí... —Matt se sonroja al instante, es una pajilla que guardó desde la secundaria cuando tuvo su primer beso indirecto con Mello. De hecho no recordaba que la tenía hasta que empacó y no se atrevió a tirarla.

Mihael podría indagar sobre esa extraña respuesta, pero el álbum de fotos capta por completo su atención. Comienzan a hojearlo, está lleno con fotografías de cuando eran unos críos.

—¡Mira, la pubertad! —Exclama Matt, señalando una foto que le tomó al otro estando distraído.

—Ay sí, me veía horrible. —Mello se lleva una mano a la mejilla, sintiendo lo lisa que está su piel ahora. En ese entonces tuvo problemas con el acné— Esto fue para navidad, ¿verdad? —Señala otra fotografía donde salen junto a sus amigos, todos con ropa de invierno y palas para la nieve en las manos.

Los dos miran por demasiado tiempo esa fotografía, sintiéndose nostálgicos. A Nate no lo volvieron a ver desde que salieron del colegio y aunque se siguen en redes, no es que hablen demasiado; la familia de Light se mudó cuando éste cursaba el segundo año de bachillerato y tiempo después Elle convenció a su abuelo para seguir sus estudios en la misma ciudad que el castaño, todos sabían que entre ellos existía algo y hasta el día de hoy siguen juntos con sus altos y bajos. El único con el que siguen en constante comunicación es Beyond, de hecho fue él quien les echó una mano con la mudanza.

—Las cosas cambiaron mucho, ¿no crees? —Murmura Matt, viendo más fotografías del grupo en sus años de adolescencia.

Mello pasa un brazo sobre los hombros de su novio, pegándose a él al haber percibido cierto deje de tristeza en sus palabras.

—Deberíamos hacer una reunión cuando tengamos el apartamento amueblado —sugiere frotándole el brazo—. Tal vez hasta podríamos lograr que el raro de Nate venga.

Matt asiente sonriendo, de acuerdo con la idea. —Así conocen nuestro nidito de amor.

Mello le dice que mañana le dirá a Beyond para que éste le avise a su hermano y cuñado, luego pensará en cómo persuadir a Near, el enano sigue siendo tan extraño.

Por un largo rato continúan viendo las fotografías hasta que ambos sienten los párpados pesados. La primera noche no es la más cómoda, todo sigue siendo un desorden y les toca acomodar un par de colchones en la sala entre las cajas. Aún así los dos sonríen al verse a los ojos y despedirse con un beso, felices y más que seguros de querer iniciar esta nueva etapa juntos. 

FlufftoberWhere stories live. Discover now