11. Primera vez, no sexual (MikamixLight)

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11. Primera vez, no sexual

Teru no puede creer que esto le esté pasando justamente hoy. Estaba a punto de llegar a su auto cuando una maldita paloma le hizo encima, tuvo que regresar a bañarse porque no podía ir así, se le hizo tarde y no ser puntual en la primera cita es poco educado.

Hace unos meses un muchacho recién egresado de la universidad comenzó a trabajar en el mismo despacho que él. Fue lo que llamarían amor a primera vista, pero Teru al ser alguien demasiado tímido solo podía verlo de lejos. Afortunadamente por una vez la suerte estuvo de su lado, una semana después le pidieron que lo capacitará y resultó ser que congeniaron bastante bien.

Aún no sabe de dónde sacó valor hace unos días para invitarlo a salir, creyó que la fortuna seguía de su lado cuando aceptó. Sin embargo se da cuenta que ya no es así, comenzó a manejar lo más rápido que podía para llegar rápido, pero el tráfico tenía otros planes.

En un semáforo en rojo decidió mandarle un mensaje a Light, pidiéndole perdón por la tardanza y que estaría ahí pronto. El castaño, tan amable como siempre le respondió que no se preocupara y que se tome su tiempo, él ya estaba en el parque que acordaron, pero el lugar es muy bonito por lo que no tiene inconveniente de esperarlo.

Tan pronto como llega, Teru sale del auto con demasiada prisa y se aproxima hacia la banca donde lo vio sentado.

—¡Perdón por la tardanza! —Dice respirando agitado.

Light aparta la mirada del libro que leía y sonríe al verlo, acto seguido se pone de pie y es entonces cuando el pelinegro le extiende una rosa que traía oculta en su espalda.

—Es para ti.

El castaño sonríe de nuevo, él no es mucho de estas cosas, pero viniendo de Teru no le incomodan en lo absoluto.

—Gracias.

Teru no es alguien muy adinerado, pero tiene un gusto refinado y su salario le permite llevar una vida cómoda. Así que la idea para su primera cita es llevarlo a uno de los restaurantes más finos que existe en la ciudad.

—¿Vamos?

Queriendo ser amable, se apresura a abrirle la puerta a su acompañante, no obstante parece que hoy se levantó con el pie izquierdo porque al hacerlo lo golpea en la nariz.

—¡Perdón! ¡Perdón!

Light menea la cabeza, mientras con una mano se cubre la nariz, la otra la agita como diciéndole que no fue nada.

Y si casi noquearlo con la puerta no es lo suficientemente malo, al llegar al restaurante le dicen que no hay una reservación a su nombre.

—¿Cómo que no? —Empuña las manos, intentando no alzar la voz porque eso se vería mal— Llamé con anticipación.

—Lo siento, caballero —la chica detrás del atril revisa nerviosa una y otra vez en el sistema—. No hay ninguna reservación a nombre de Teru Mikami.

El pelinegro está a punto de pedir hablar con el gerente cuando de pronto siente que lo toman del brazo.

—Mikami, podemos ir a otro sitio. —Interrumpe Light en voz baja.

Teru voltea a verlo, sintiendo vergüenza de nuevo cada vez que ve la bandita que lleva en la nariz tras el golpe.

—Está bien —murmura soltando un suspiro, sabe que no hay nada qué hacer sin una maldita reservación—. Y en serio, dime Teru por favor.

—Eres mi superior. —Responde el castaño mientras salen del restaurante.

—Pero no estamos en el trabajo y solo soy tres años mayor, me hace sentir raro que me llames por mi apellido.

—Bueno, lo intentaré.

Esta vez el sitio lo escoge Light, por lo que es un restaurante más modesto. No obstante, la idea de una cita no es lo ostentoso del lugar sino que puedan charlar y conocerse.

Teru cree que su suerte comienza a cambiar cuando lo ve reír mientras le cuenta un sinfín de historias.

—Eres muy callado, Ter... ¿Puedo decirte Mika? —Pregunta Light, deslizando las manos sobre la mesa para tomar las de su acompañante— Todavía es un poco raro llamarte por tu nombre.

El pelinegro asiente sonrojado al sentir esos dedos entrelazarse entre los suyos, le ha quedado claro en un par de ocasiones que Light es mucho menos tímido que él.

—Está bien... —murmura— y lo que pasa es que me gusta más escucharte hablar.

Light también se sonroja un poco, sigue sin saber cómo reaccionar cuando le dice esas cosas. Ha tenido algunos novios antes, pero sus exes no eran para nada detallistas, por lo que todo esto es nuevo.

Salen del restaurante luego que Teru pagara la cuenta.

—Puedo irme en autobús, en serio. —Insiste Light, su casa no queda muy lejos.

Sin embargo, al pelinegro le parece poco cortés no llevarlo. El punto de encuentro fue en un parque porque no conocía la dirección en donde vive el castaño, pero si van juntos él puede guiarlo y tras insistirle un poco logra convencerlo.

La puerta del copiloto quedó hacia el lado de la calle, por lo que al rodear el auto para abrirle la puerta lo hace con cuidado para evitar algún accidente. Lo único que le falta es que un auto los golpee al pasar o peor que él vuelva a golpearlo.

Cuando Light está a punto de entrar un coche pasa a toda velocidad sobre un charco de agua, empapándolos por completo.

—¡Mierda! —Exclama Teru, quitándose los anteojos para limpiarlos. Él no es de decir palabras soeces, pero ¿¡qué más tiene puede salirle mal hoy?

No obstante, parpadea confundido al escuchar a su acompañante reírse mientras se sacude un poco la ropa.

—Creo que no ha sido mi día. —Murmura el pelinegro, apenado.

—Pues yo me he divertido mucho. —Responde Light con la voz un poco gangosa, la nariz se le ha inflamado por el golpe y eso hace sentir peor a Teru, pero al menos sus palabras logran consolarlo un poco.

Lo ayuda a entrar al auto y se ponen en marcha, tras andar unas pocas calles se detienen frente a la casa que el castaño le indica.

—¿Tus padres sabían que saldrías conmigo? —Pregunta, viendo las luces encendidas a través de las ventanas del lugar.

—Sabían que tendría una cita, pero no con quién ¿gustas pasar?

El mayor menea la cabeza al instante, no está presentable y se siente demasiado avergonzado con todo lo que ha sucedido como para pasar a saludar.

—¿Podrías no decirles que fue la peor cita de tu vida?

—No fue tan mala. —El castaño le suelta un suave golpe en el brazo, intentando animarlo sin éxito.

—Sí, lo fue. —Asegura cabizbajo.

Light se queda callado unos segundos, meditando sus siguientes palabras. Le gusta pasar el tiempo con él y quizá esa no fue la primera cita que cualquiera soñaría, pero él de verdad la pasó bien.

—¿Sabes qué significa eso? —Retoma el castaño, ladeándose en el asiento— Que deberás compensarlo en nuestra siguiente cita.

Teru alza la mirada de inmediato, sus ojos brillando de ilusión ante la esperanza de una segunda cita.

—¡S-Sí, claro! —Asiente— ¡Cuando quieras!

El menor sonríe al verlo tan animado.

—Buenas noches, Mika. —Y con un beso en la mejilla, Light se despide.

Mikami es todo lo contrario a lo que está acostumbrado, pero por primera vez en mucho tiempo estará esperando ansioso una segunda cita... y todas las que sigan.  

FlufftoberWhere stories live. Discover now