La Noche que el Lobo murió | KARMALAND #1

Cap. 3

> AXOZEEEER! HIJO PUTAAA!!!

> Vege espera!- corrí tas el que no paraba de maldecir e intentar atrapar al Axozer por una pequeña broma con su puerta, fue divertido, pero creo que el plan lo le salió como esperaba y Tripe 7 se dio cuenta que fue él. 

Reclamo un rato en la oficina de policía que le dieran alguna clase de sanción pero creo que tanto a Alex como a Fargan este chico no les cae nada bien, lo pusieron a limpiar todos los escombros de la puerta y ármalo tal y como estaba de vuelta a él solo en medio de la nieve sin descanso. 

La verdad me dio algo de penal el chaval pero no podía hacer nada para ayudarle.

> Se lo merece, la verdad

> Vege, no seas tan duro con él, es solo un chaval y viene de visita de otro pueblo...cuando todos llegamos éramos igual y no creo que...

> Lo estas defendiendo chiqui?- me miro directamente a los ojos amenazante, dios esos ojos amatista que hipnotizan 

> No...no para nada Vege, solo digo que deberías ser menos duro con los nuevos

> Vale, vale...y nieves? 

> Ha estado muy cansada, la deje dormir arriba...espero que no te moleste

> No, esta bien...mejor así

> Mejor así? 

> Si, así puedo besar a mi novio sin problema alguno- me tomo de la cintura para quebrar la distancia entre nosotros y posar sus labios sobre los míos en un cálido beso. 

Necesitaba eso más de lo que imaginaba, estas semanas han sido muy agobiantes entre no saber que hacer con Nieves y querer irme con Vege para estar a su lado como una pareja formal, todo se ha vuelvo complicado e incluso incomodo y ahora con los nuevos en el pueblo no hay paz por ningún lado, excepto en los labios de mi amado. 

Cuando me besa una paz inmensa recorre mi cuerpo entero, de pies a cabeza y pesé a estar rodeados de nieve y en pleno invierno la calidez que me brindan sus besos en cada parte de mi cuerpo es inexplicable, es como si todos dejaran de existir y solo fuésemos él y yo sobre la fas de la tierra, es simplemente mágico el perderme en esos ojos amatista. 

Pasamos un rato entre bromas y quejidos de Axozer pero fue un día agradable, como antes, cuando solo éramos él y yo, cuando mi mayor preocupación era decidir si me mudaría con él ahora o después. 

Me siento mal al pensarlo pero me gustaría regresar a cuando Nieves ni siquiera estaba aquí, aún que no esta nada mal tenerla cerca, digo es alguien importante en mi vida pero no se como decirle que quiero el divorcio para estar con alguien más, creo que la destrozaría pero sé que es lo correcto, no puedo mentirle. 

> La cita de hoy sigue en pie chiqui?- Jugó con nuestras manos entrelazadas mientras subíamos el ascensor a su casa

> Por supuesto que si

Llegamos al lugar y encontramos a Nieves en el jardín jugando con Doblas el mono de Deluque, estaba llena de nieve y sin zapatos 

> Nieves, que haces afuera? Vas a resfriarte...ven de vuelta adentro- la tome en mis brazos para llevarla adentro, le sacudí la nieve que pude y la envolví en cobijas

> Será mejor que tome un baño de agua caliente y coma algo así para nivelar su temperatura Rub 

> Cierto pero casi anochece

> Quédense esta noche, yo me encargo de todo 

> Seguro? 

> Por supuesto...venga Nieves vamos a prepararte la mejor ducha de tu vida

> Ey! La tina de mi casa no esta nada mal 

> No, pero es mejor la mía 

Le preparamos todo a Nieves y la dejamos jugando con las burbujas que salían de la tina, salimos para dejar que se bañara tranquila y bajamos a preparar algo de comer, quizá una sopa caliente o un chocolate con galletas. 

> Un poco de música señor Doblas? 

> Oh...eso sería grandioso señor Deluque

> Puso play a su grabadora en la esquina de la cocina para comenzar a cocinar, finalmente nos decidimos por las galletas y un chocolate caliente, mientras las galletas se horneaban escuchamos las melodías de la música clásica que tanto le gustaba a este anciano. 

> Me concedería esta pieza?- se inclino ante mi estilo película de princesas pero no pude resistirme

> Encantado- le seguí el rollo de princesas haciendo una reverencia ante él 

Sin dudarlo me tomo de la cintura con una mano mientras que con a otra sujetaba la mía entrelazando nuestros dedos  y en cuanto comenzamos a bailar por toda la cocina como si estuviésemos en un gran salón de fiestas de algún castillo lejano el mundo entero se esfumo. 

Éramos solo él y yo, de nuevo me sumergí en su mirada eterna color amatista y su sonrisa resplandeciente con los pequeños hoyuelos a los costados perfeccionándola aún más, las risas no faltaron, risas ligeras, cálidas, melodía pura que se integraba con la música, quien nos viera podría decir que era simplemente mágica la forma en la que nos amamos, el amor se nota e incluso se siente a cientos de kilómetros de distancia.

La música se acercaba a su final y claro que nuestro baile tendría que tener un final igual de majestuoso, me inclino hacía atrás sosteniendo mi cabeza con una de sus manos mientras que con la otra sujetaba firmemente mi cintura dejando un hermoso beso en mis labios, sellando nuestro amor con una sonrisa de felicidad pura al separarnos y salir lentamente de nuestra hermosa fantasía, todo era perfecto estando entra los brazos de mi lobito.

Desearía que nunca terminara y estar para siempre a su lado.