Cap.10

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Se estaba por cumplir un año entero desde que asesinaron a Vegetta y la verdad es que todos nos rendimos con encontrar al culpable, Alex me pidió que lo acompañara a su tumba para disculparse por no poder encontrar a quien lo hizo, yo volví a ir cada día como lo hice al principio para contarle un poco de mi día mientras cambiaba las rosas moradas tintadas de negro por unas nuevas y limpiaba un poco el lugar. 

Nieves y yo volvimos a ser cercanos, no tanto como tener una relación pero al menos era bueno tener algo de compañía, los visitantes después de solucionar nuestras diferencias y cuando finalmente comenzaban a adaptarse, Luzu decidió dejarlos ir, ya teníamos su base de datos y según los análisis de Alex el ADN tampoco coincidía con alguno de ellos entonces no tenía caso que se quedaran aquí. 

Hoy Nieves y yo decidimos hacer un picnic con los chicos, nos merecíamos un día de tranquilidad para disfrutar el verano antes de que acabara y acompañarnos en nuestro dolor no sonaba nada mal, nosotros preparamos los famosos pasteles de calabaza de Nieves y llevamos la manta donde nos tumbaríamos a comer con los chicos. 

El primero en llegar fue Alex, Fargan dijo que intentaría convencer a Willy de salir de casa al menos un rato, Luzu tenía unas cosas pendientes en la alcaldía antes de venir y Auron dijo que se quedaría a ayudarlo entonces éramos nosotros 3 por ahora. 

Reímos un rato, bromeamos y jugamos, Nieves me hacía cosquillas de vez en cuando y yo se las devolvía hasta que comenzamos a tener una épica batalla de cosquillas haciéndonos rodar entre el pasto a ambos, cuando finalmente nos detuvimos estábamos algo separados de la manta pero lo suficientemente cerca como para escuchar a Alex gritarnos que nos dejáramos de niñerías.

> Vamos con él Nieves, anda- ella se levanto asintiendo y acomodándose el cabello, un pequeño artefacto cayo de su espalda. 

> Nieves se te cayo...-me paralice un segundo ante lo que tenía enfrente, la daga.

Reaccione antes de que ella me la quitara tomándola con una mano para levantarme lo más rápido que pude, la analice con cuidado descartando cada posibilidad de que ella fuera, pensando en las pocas pistas que tuve, mis ojos iban de la daga a ella buscando respuestas, respuestas que no llegaban y el frío me invadió por completo, el vacío en el pecho era enorme y mi respiración comenzaba a agitarse. 

> N-nieves...-no podía creerlo, tuve a la asesina de Vegetta a mi lado todo este maldito tiempo

> Rub...no es lo que piensas, es la daga que me regalo Vegetta para defenderme...no lo recuerdas?- estaba visiblemente nerviosa, sabía que no tendría escapatoria esta vez. 

> Vegetta nunca uso su metal morado para las armas que regalaba, la que te dio era de iron, lo recuerdo perfectamente bien...esta es su daga, la que buscamos por todo el pueblo- vi a Alex que estaba igual o más sorprendido que yo, pero aún había algo que no entendía-...el cabello, era corto y tu.

> Se logró cortan en el forcejeo- se quito su broche de calabaza que sostenía su fleco dejándolo caer y esa verdad, estaba disparejo en alguna zona. 

> Nieves...quedas arrestada por el asesinato de Vegetta, tienes derecho a guardar silencio, todo lo que digas puede y será usado en tu contra- saco sus esposas de la mochila que llevaba, todo fue muy lento y me sorprendió que Nieves no intentara escapar en lo más mínimo, ni siquiera se movió de su lugar y se puede decir que eso fue una clase de confesión. 

Me extendió una bolsa de plástico para que guardara la daga para procesarla como evidencia, recogi las cosas del picnic para ir con Alex, dejo a Nieves en la celda del lugar para esperar a que llegara Fargan para el interrogatorio, no entendía que estaba pasando o como reaccionar. 

La Noche que el Lobo murió | KARMALAND #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora