La Noche que el Lobo murió | KARMALAND #1

Cap.9

Los días días de búsqueda siguieron sin descanso, no dejaron ni una sola casa sin revisar, a todas las búsquedas me llevaron pues era el único que sabía como era la daga pero nadie la tenía, era como si hubiera desaparecido y en todo el pueblo no hubiera rastro de ella. 

Estaba recargado en uno de los barandales que rodean la fuente viendo los chorros de agua caer a sus lados, Nieves jugaba con algunas de las flores que adornaban el lugar a un lado de mi. 

> Mira Osito- escuchar que me llamé así me revolvía los recuerdos pero no puedo hacerle más que seguir su juego-...es una flor muy linda. 

> Claro que lo es Nieves 

> Es para ti, toma- me extendió la pequeña flor violeta

> Gracias- la acepte pero cuando regreso su mano a su lugar en un costado de su brazo vi un pequeño rasguño, como si se hubiera raspado con alguna ramita o caído en el prado.

> Qué te paso en el brazo, estas bien?- la tome del brazo para revisarla, aún seguía fresca como si se la hubiera hecho hace poco. 

> Am...ayer me raspe con uno de los arbustos de Auron cuando salía de mi terapia

> Okey...no es nada grave, estarás bien- no me tragaba nada se cuento, Auron no tiene arbustos, solo árboles. 

Un vago recuerdo volvió a mi mente de anoche y el ruido entre los arbustos, pero no podía ser Nieves, ella estaba perdidamente dormida en casa, además ella esta más preocupada en otras cosas que en esto. 

> Oye Nieves, tengo que ir con Alex y Fargan, crees poder regresar a casa sola?

> Si, claro que si Rub. 

> Perfecto...te veo en la noche. 

Fui directo a la comisaria para preguntarle a Alex que había conseguido con el ADN, necesitaba alegar mis sospechas de la mujer con la que vivía, Nieves, la Nieves que conozco no sería capaz de hacer algo así nunca, tiene un corazón tan inmenso que no la creo capaz de hacer algo tan horrendo pero el raspón en su brazo y que su cuartada no concuerda me dejan pensando. 

Sentí que alguien me seguía por la espalda pero al girarme no había nadie, la paranoia lleno mi cuerpo entero, la duda me consumió en segundos y si ¿Nieves lo había matado?, me negaba a creerlo pero entonces por que me seguiría a las profundidades del bosque después de fingir dormir felizmente. 

> Alex, Alex...necesito que me digas que obtuviste de la prueba de ADN- mi respiración estaba agitada 

> Rubius tranquilo...no puedo darte esa información

> Oh vamos Alex, tengo la peor sospecha de mi vida y tengo que confirmar que estoy equivocado...venga, los he ayudado con toda la investigación en cuanto he podido.

> Bien...ven conmigo- entramos a su oficina a un lado de la celda vacía para que me enseñara unos cuantos archivos que no entendía. 

> No encontramos a ningún dueño del cabello, al menos no en nuestra base de datos...lo que me quiere decir que no fue ningún integrante legal de Karmaland, pedí la base de datos de Tortillaland pero se están tardando más de lo que creí.  

La calma invadió mi ser por completo, eso descartaba mi paranoia por completo pero entonces por que mentiría Nieves sobre el raspón en su brazo, o será que Auron puso arbustos en su casa y ni siquiera me di cuenta por lo perdido que estaba en el caso. 

> Gracias Alex, necesitaba escuchar eso

> Porqué estabas tan alterado Rubius? 

> No, no es nada...son teorías en mi cabeza 

> Puedes sentarte un momento Rubius? Creo que fuiste al único que no interrogue desde esa noche- había duda en su mirada.

> Enserio crees que yo pude haberlo hecho? 

> De no ser así hubieras sido más insistente en cuanto a la investigación o lo hubieras hecho por tu cuenta y ninguna de las dos fue cierto...pudiste implantar falsa evidencia en la escena del crimen entes de que llegáramos  o incluso cuando te pedimos limpiarla, pudiste limpiar tus huellas del lugar...Rubén, mataste a Vegetta? 

> Que?! Como cojones se te ocurre pensar eso?! Estaba destrozado ese día como para pensar en otra cosa que no fuera él, claro que procedí con la investigación por mi cuenta, en las noches salía a meterme en las casas para buscar pistas...yo fui quien te dejo la nota bajo la puerta para que fueras a registrar el hotel, yo te di el cabello en cuanto lo encontré, yo te di la pista de la daga! Sin mi ayuda la investigación seguiría como en el inicio...enserio quiero encontrar al culpable- los ojos se me cristalizaron por la impotencia de estar en pleno verano y no haber resuelto nada.

> Rubius...yo, lo siento es que...estoy igual que tu, Vege era muy importante para mi y la responsabilidad de encontrar al culpable me esta consumiendo, no he encontrado nada y no quiero que se salga con la suya el maldito que lo hizo. 

Lo abracé para consolarlo y tratar de calmar el ambiente, sé que a todos nos duele la ausencia del pelinegro pero creo que no me detuve a pensar lo que causo en los demás, Alex se ve que no ha podido dormir bien en semanas por la investigación. 

Willy perdió a su mejor amigo y por lo que Fargan me contó hace unos días no ha salido de casa desde entonces, apenas y se ha levantado de la cama y por las noches viene a ver su tumba pero su animo cambio empeorándolo por completo. 

Auron no ha dejado de dar terapia pero Luzu dice que por las noches llora pidiendo que alguien lo escuche, él escucha a todos por la perdida del chico pero nadie le ha preguntado a él como se siente, si bien es verdad que no  se conocieron mucho si llegaron a tener buenos momentos juntos. 

Luzu tiene que resolver el problema con las visitas, soportar las manifestaciones y quejas al mismo tiempo que sigue el proceso de la investigación y lidia con la perdida de uno de sus grandes amigos como Willy, solo que a diferencia de él Luzu no puede quedarse en su casa a llorar su perdida. 

Claro que todos ponemos nuestra mejor cara y poco a poco la herida que era tan grande se cierra y nos cuesta menos a unos que a otros pero la ausencia aún duele en el pueblo, simplemente nos acostumbramos a ese dolor. 

Pero todos extrañamos a aquel chico risueño que alegraba los días con sus chistes malos, las misiones eran más divertidas viendo como se enfurecía con nuestras tonterías. 

Todo era mucho mejor cuando estabas aquí.