La Noche que el Lobo murió | KARMALAND #1

Epilogo

Dos meses, dos meses fueron suficientes para que el pueblo se quebrara por completo después de descubrir a la asesina del lobo, sin él todo el pueblo colapso y dejo de ser lo que era, ya no había risas, ya no había festivales, ni flores, poco a poco nos secamos y los chicos. 

Bueno, los chicos se fueron poco a poco, se mudaron a pueblos cercanos o simplemente se fueron en busca de un lugar mejor, la comunicación entre nosotros se perdió por completo, cuando nos cruzábamos por el pueblo simplemente agachábamos la mirada y seguíamos con lo nuestro, los aldeanos fueron perdiendo la vida a manos de mobs o saqueadores de aldeas y así como inicio termino, dejamos de ser héroes tan fácil como comenzamos a serlo. 

Fui el único que se quedo aquí hasta el final, el pueblo comenzaba a deteriorarse y la comida a escasear, las telarañas ya se veían en las ventanas de algunas casas del pueblo y el silencio comenzó a reinar, lo único que logre mantener intacto fue tu estatua pero sé que es inevitable y que en algún momento también tendré que irme si quiero sobrevivir. 

Llevaba una semana sin poder dormir y eso me estaba volviendo loco, los recuerdos de Nieves o el dolor aún presente de perderte, todo me consumía lentamente, si continuaba así terminaría matándome.

Sin muchas fuerzas aquella mañana me levante de la cama alistando una mochila con mis cosas importantes y lo necesario para sobrevivir, di un pequeño paseo por la hermandad oscura encontrando exactamente lo que necesitaba, un frasco con aquel liquido que Fargan intento usar antes conmigo, lo guarde en la mochila y seguí mi camino. 

Pase el día al lado de tu tumba hablando de algunas cosas, recordando otras y permitiéndome llorar al ver en lo que había terminado tu querido pueblo, todos se fueron poco a poco y sin decir adiós, sin un final en especifico, simplemente su magia se apago sin aviso. 

Vi que el atardecer se acercaba y esa era mi señal para finalmente despedirme, subí como pude hasta tus ojos viendo ese par de amatistas que pretendían asemejar la belleza de tus ojos violetas, la imagen de tu mirada aquella noche bajo las estrellas golpeo mi memoria de repente creando un ardor en mi pecho que me aseguraba que hacía lo correcto. 

Después de esta noche me olvidaré por completo de ti, de todo lo que vivimos y lo que sentimos el uno por el otro, del pueblo, de los chicos, de Nieves, después de esta noche nada más dolería, pero no quería perderte por completo y lo único que puedo cargar conmigo sin recordarte es esto, tu mirada. 

Con la punta de mi daga logre sacar una de las amatistas de tus ojos, la acomode en un pequeño trozo de cuero que convertí en collar que a partir de ahora  me acompañaría a todas partes, así estarás conmigo y te prometo que aun que no pueda recordarte más sé de sobra que mi corazón siempre tendrá un lugar esperando por ti, esperando el día que pueda volver a verte, entrelazarte entre mis brazos y decirte aquel te amo que no pude decirte esa noche. 

Enserio espero que entiendas mi decisión, el borrarlos de mi memoria, el borrarte de mi memoria es lo mejor que puedo hacer pues, duele, quema cada recuerdo a tu lado, han pasado meses y sigue doliéndome tu ausencia como si fuera ayer la primer noche que te perdí,  necesito borrar esa noche de mi mente, la culpa, el amor, la soledad, la tristeza por que si sigo así terminaran consumiéndome mis propias emociones. 

Necesito olvidar la noche que el lobo murió para poder continuar. 

Deje libres a mis animales y me escabullí en el bosque dándole una última mirada sobre mi hombro a aquel lugar donde vivi tantas aventuras inimaginables, donde ame, reí, llore, temí, grité y soñé.

Una vez lo bastante lejos y completamente seguro en una cueva mientras esperaba que pasara la noche vi el liquido en la botella de cristal y lo dude un poco pero finalmente lo bebí de un trago, la cabeza me dio vueltas hasta quedar completamente dormido. 

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El día marchaba como de costumbre en mi pequeña casa del árbol, estaba bastante tranquila la tarde y después de revisar mis cultivos decidí prender una pequeña fogata para disfrutar la noche. 

Por la noche desde la punta del árbol que elegí se pueden apreciar a la perfección las estrellas, puedo pasar horas y horas mirándolas y siempre me llenan de una paz inmensa. 

Mientras disfrutaba del calor de la fogata frente a mi pude escuchar un ruido raro a mis espaldas, sin dudarlo tome mi arma en mano levantándome en dirección del sonido esperando que algo más sucediera y entonces pasó, un par de voces se escucharon a lo lejos. 

Voces, de personas, tenía demasiado sin escuchar la voz de otra persona y extrañamente esta voz en especifico se me hacía muy familiar. 

> Hola?- iban precavidos, ambas partes estábamos dudosas de acercarnos pero algo se me hacia familiar en aquel chico 

> Quienes sois vosotros?

> Amm...Se ha abierto un portal y hemos aparecido aquí...

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¿FIN?