Cap.14

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Conforme avanzaban los días Rubius se volvía más distante, pero al mismo tiempo me mantenía siempre a su lado y la tortura de ver como se besaban o daban mimitos creyendo que no los veía me hacía sentir peor, me subestimaban demasiado y era realmente frustrante pero al mismo tiempo me servía, seguían creyendo que era una completa idiota y por supuesto que lo usaría a mi favor. 

Auron me dijo en la terapia de la semana pasada que resolviera mis problemas, si se podía los eliminara, que era recomendado tratarlos desde la raíz y precisamente eso haría, verlos juntos me lastimaba cada vez más y no me dejaba recuperar el cariño de mi Osito que ese Vegetta estuviera cerca...solo tenía que deshacerme de él. 

El problema es como, creo que hablaré con él para que decida alejarse de mi Osito y podamos volver a ser nosotros dos o quizá tendré que hacer lo mismo que con el tipo de la torre al final de cuentas los muertos no molestan a nadie. 

Una sonrisa se formo en mis labios cuando los vi besarse de nuevo en la parte de abajo de la mansión, mientras el pobre Axozer reconstruía la puerta, ya no dolía o si lo hacia termine de acostumbrarme en muy poco tiempo, el hielo en mi corazón parecía algo normal y ahora tenía mucho más sentido mi nombre. 

Busque por toda la casa, analizando cada rincón y creo que de ahora en adelante comenzaré a odiar un poco el morado, por que todo lo de este chico tiene que ser de ese color?!...en mi mochila cargaba un cambio de ropa por cualquier cosa que pudiese pasar, la deje escondida al lado de la cama donde se supone que dormía mientras los lindos amantes se comían a besos. 

Encontré una puerta secreta a un lado de las escaleras que llevaba a una especie de sótano donde había unas cuantas mesas con equipo de construcción, materiales y demás, en una especie de closet tenía muchas armas, arcos, espadas y...dagas. 

Tome una de esas, era muy parecida a la que él me dio para "defenderme" de cualquiera que pudiera atacarme, la dejé de vuelta en su lugar, había cuatro de ella pero faltaba una, ya que había un hueco vació sobre ellas, quizá la llevaba con él para defenderse.

Seguí con mi inspección pero al llegar a la última mesa, a la que estaba más cerca de la su armadura de lobo había una pequeña caja aterciopelada negra arriba de una carta, tomé la caja para confirmar lo que tenía adentro, un pequeño añillo con una esmeralda de adorno. 

> Ah no...eso no va a pasar...lobito

Deje todo en su lugar para subir y esperar a que estuvieran subiendo para quitarme las botas y guantes al igual que la pequeña capa azul marino para salir a la nieve a jugar con Doblas, el mono de Vegetta, me revolqué en la nieve para estar lo suficientemente fría, casi anochecería y necesitaba quedarme esta noche y quería terminar con mi problemita. 

>Nieves,que haces afuera? Vas a resfriarte...ven de vuelta adentro- me tomo entré sus brazos como solía hacerlo para llevarme dentro y sacudir la mayoría de la nieve de mi ropa y cabello. 

> Será mejor que tome un baño de agua caliente y coma algo así para nivelar su temperatura Rub

> Cierto pero casi anochece

> Quédense esta noche, yo me encargo de todo

> Seguro?

> Por supuesto...venga Nieves vamos a prepararte la mejor ducha de tu vida

> Ey! La tina de mi casa no esta nada mal

> No, pero es mejor la mía

Me limité a seguirles por las escaleras y los pasillos hasta el baño, era bastante grande y lujoso, claro que disfrutaría esta ducha más que nunca al saber que mordiste el anzuelo, lobo y quizá esta noche, sea la última. 

La Noche que el Lobo murió | KARMALAND #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora