Desde el momento en que recibió la llamada telefónica, innumerables pensamientos pasaron por su mente, y todas sus ideas desordenadas se detuvieron por completo cuando escuchó las palabras de Shen Tingwei: [—Lian Jue, ¿cuándo vendrás para llevarme a casa?]
Lian Jue agarró las llaves y se apresuró a salir de la casa, sin tener siquiera tiempo de explicarle a Kang Tong, que salió tras él, por qué había salido tan apresuradamente y lo había dejado ahí.
En ese momento, sintió como si toda su calma a lo largo de los años hubiera sido una irrealidad, y fue Shen Tingwei, que le esperaba no muy lejos, quién le había despertado del enredo del pasado.
En muchos cruces con el semáforo en rojo, Lian Jue casi no había podido resistir el impulso de atravesarlos, pero al final, el pensamiento de que "Shen Tingwei todavía le estaba esperando" le había detenido. Contó los largos segundos del semáforo y condujo a la mayor velocidad que pudo en el momento en que el semáforo cambió, dirigiéndose por la carretera hasta la dirección que el niño le había dicho por teléfono.
Era como si se dirigiera no a un encuentro largamente esperado, sino a una salvación en las profundidades del fuego.
Esta redención vino con una emoción ardiente y urgente, para salvar a Shen Tingwei y a sí mismo.
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Lian Jue estacionó su auto en el lateral de la calle, al final del callejón dónde estaba prohibido estacionarse, y se dirigió al estrecho y discreto callejón en medio de una calle muy transitada.Cuando se adentraba en el callejón, las tenues y cálidas luces amarillas de la calle proyectaban un suave resplandor sobre el suelo lleno de baches bajo sus pies.
Su acelerado caminar se ralentizó en la estrecha luz, sus pasos se detuvieron en el cruce de luces y sombras, y miró a Shen Tingwei, que estaba oculto en las pesadas sombras de la entrada del callejón, como si no tuviera nada que ver con el bullicio del exterior. Y de repente, las tensas cuerdas de su cuerpo se relajaron en ese momento.
Cada paso que daba hacia Shen Tingwei era ansioso y lento, como si los dos días que había desaparecido se hubieran convertido en muchos de años insoportables, lo que le hacía estar torpe y oxidado en el momento en que se enfrentaba a Shen Tingwei.
Lian Jue intentó desesperadamente estabilizar los rápidos latidos de su corazón, con la mitad de su rostro oculto en la penumbra descubierta, mirando atenta y ávidamente la delgada silueta que se alzaba en la oscuridad, temiendo que si perdía la vista, Shen Tingwei volviera a desaparecer bajo sus ojos.
—Ya vine. —Lian Jue dijo sutilmente con una voz extremadamente ronca y desigualdad, rompiendo la declaración de forma un tanto extraña entre jadeos susurrados: —Estoy aquí para llevarte a casa.
Los ojos empañados de Shen Tingwei parecían estar llenos de una luz brillante en la espesa noche, y parpadeó con sus pestañas para encontrarse con los ojos de Lian Jue, como si lo que bajara de sus pestañas no fueran las lágrimas que no pudo contener, sino el corazón de Lian Jue.
La acción de Lian Jue de quitarse el abrió se detuvo cuando vió el que llevaba Shen Tingwei, y su cálido y áspero pulgar limpió la humedad que había goteado por sus mejillas. Tocó sus mejillas ligeramente frías y húmedas como si estuviera en un sueño, desesperado por asegurarse de que Shen Tingwei era real.
Lian Jue sostuvo el rostro de Shen Tingwei y besó sus ojos rojos, las lágrimas en las comisuras de los ojos y sus labios temblorosos y secos.
El aliento caliente de Shen Tingwei rociaba ligera y fuertemente su cara mientras dejaba que él le tocara y rozara los labios. Había tantas cosas que Lian Jue quería decir, como dónde había estado en los últimos dos días, como lo preocupados que estaban él y Kang Tong, y como lo mucho que le echaba de menos.
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AEV
RandomSinopsis: Shen Tingwei, un Omega que no sabe beber, va acompañado del aroma a vino de arándanos que emana de sus glándulas. Pero esta vez, el olor a alcohol parecía ser especialmente fuerte. Así que se emborrachó. Cuando despertó, todo parecía extra...