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Capítulo 79

La noticia del ahogamiento del segundo hijo del Grupo Chen en el mar dominó rápidamente las páginas de los principales medios de comunicación en poco tiempo.

Cuando se conoció la noticia de que Chen Xu se había ahogado en el mar, los internautas y los medios de comunicación se llenaron de teorías conspirativas y especulaciones sobre este repentino y extraño suceso.

Al día siguiente de la confirmación de su muerte, apareció una historia escandalosa sobre Chen Xu en Internet.

En una entrevista con los medios de comunicación, una joven estudiante mostró su impotencia y su miedo, y cuando se le preguntó sobre "¿por qué sólo ahora te has presentado para identificar a Chen Xu, como aquel que se había portado inadecuadamente mal contigo?", la joven dijo con lágrimas en los ojos "... Llamé a la policía esa noche, pero el yate aún no había llegado al puerto, así que la policía no pudo llegar primero al lugar de los hechos para recoger pruebas. Yo soy estudiante, y no podía hacer nada al respecto..."

La policía proporcionó entonces un vídeo de vigilancia de ese día, que captaba claramente a Chen Xu arrastrándola por la fuerza desde la cubierta hasta su habitación después de la fiesta en el yate, y también captó a la chica saliendo corriendo de su habitación, sin ropa y llorando, casi a las 2 de la madrugada de esa noche.

El segundo escándalo se produjo cuando, durante la investigación policial de su muerte, se encontró en la habitación de Chen Xu una pequeña cantidad de una droga prohibida, previamente sellada por ser altamente adictiva y alucinógena, que posteriormente se analizó y se encontró en su cuerpo.

El tercer escándalo fue una noticia relacionada con la caída del director ejecutivo de un banco de la ciudad de Yi, y en la que el nombre de Chen Xu aparecía en el desglose de los sobornos comunicados.

La inversión de la causa de la muerte y la revelación de más escándalos hicieron que esta historia se convirtiera en la comidilla de la nación en el transcurso de una semana, cuya verdad o falsedad ya no le importaba a nadie después de varios informes.

Cuando el hermano de Chen Chulian -y padre de Chen Xu- llamó por teléfono a Lian Jue, Shen Tingwei estaba rodeado por el personal médico que lo examinaba desde hace una semana.

Perturbado por las constantes vibraciones de su teléfono móvil, Lian Jue lo colgó irritado, arrastró el número a la lista negra del teléfono y luego preguntó al director Liu con ansiedad por la salud de Shen Tingwei: —¿Cómo está?

El director Liu miró las fluctuaciones del instrumento médico con el ceño fruncido de preocupación y le preguntó: —¿Está seguro de que vió signos de despertar en el Sr. Shen?

Lian Jue se arrodilló dudando brevemente ante su pregunta, pensando que no estaba del todo seguro de si los sutiles movimientos que acababa de ver estaban sucediendo realmente, o si eran simplemente sus alucinaciones.

Había ocurrido hace dos horas.

El hematoma subcutáneo del dorso de la mano de Shen Tingwei, causado por las frecuentes infusiones recientes, había remitido por fin, y al contemplar su hermosa y limpia mano a su lado, surgió en su corazón un repentino impulso difícil de reprimir... fue así, que en esta mañana tan ordinaria y poco romántica, bajo la fina luz que penetraba en la cortina y el fresco y penetrante olor del agua estéril, Lian Jue le puso el anillo de diamantes que había preparado para Shen Tingwei y que pensaba regalarle cuando se despertara.

La circunferencia real del dedo de Shen Tingwei no difería mucho de su estimación, y a Lian Jue le resultaba difícil describir sus sentimientos cuando le ponía el anillo en el dedo, salvo que se encontraba en un estado de ánimo muy diferente al del intercambio de anillos más ceremonial y atmosférico en la sala de registro del país C. Lian Jue no fue tan perfeccionista como en este último evento, y parecía incluso más ansioso que entonces.