AEV

Capítulo 3

La mano del joven buscó a tientas la cintura de Lian Jue, y las yemas de sus dedos solo alcanzaron a tocar la fría hebilla de metal cuando le dolió el pecho de forma abrupta.

La razón era simple, Lian Jue lo había apartado de una patada sin piedad.

El joven cayó sobre la alfombra y tosió con fuerza, pero su voz se ahogó de repente en su pecho, y sus ojos acuosos se abrieron ligeramente para mirar con sorpresa al hombre que tenía enfrente.

Lian Jue era alto, y la pálida luz blanca de la luna que entraba por las ventanas francesas detrás de él se filtraba un poco por encima de sus anchos hombros. Sus profundos rasgos quedaban medio ocultos en las sombras mientras miraba al joven a sus pies, con una expresión ligeramente fría.

Sólo había visto lo incomodo que se encontraba este joven antes, y habría sido indecoroso de su parte no ayudarle cuando estaba tembloroso bajo la lluvia. Pero, no esperaba que fuera un desagradecido y fingiera solo con el fin de engañarlo. Al llevar tantos años en el mundo de los negocios, Lian Jue había visto miles de trucos. Sabía que las empresas que participaban en las licitaciones en el extranjero no estaban contentos con su posición actual, pero nunca se esperó que usaran este tipo de tácticas tan sucias para presionarlo.

Frustrado, pisó el pecho agitado del joven y miró con indiferencia el rostro pálido que tenía a sus pies. Las suelas de sus zapatos empapadas con la lluvia levemente iban ensuciando la camisa del joven.

—¿Quién te dijo que vinieras?

El desordenado cabello negro del joven caía ligeramente sobre sus ojos, y la larga forma de los ojos castaños estaban enrojecidos con un rojo brillante. Además, su mirada parecía congelada, su respiración apretada y su voz era áspera mientras decía: —No, nadie...

La punta del zapato de Lian Jue se movió lentamente hacia arriba, levantando la barbilla blanca y delgada del joven. Sus ojos estaban firmes y afilados, ferozmente cortando la cara de la persona bajo sus pies.

—¿Entonces quieres dinero?

'Si es por dinero, entonces está bien.'

Lian Jue no era un santo, siempre había estado abierto a la idea del sexo, y entre adultos era una cuestión de consentimiento o un precio claro.

La mirada de Lian Jue sutilmente se desplazó de los ojos húmedos del joven a su pecho casi desnudo bajo la fina camisa transparente, apreciando así un ligero halo de color en la tela empapada.

'Es una vista realmente seductora.'

A Lian Jue no le importaba pagarle el precio más alto.

El joven apretó el ceño y se vió obligado a levantar la barbilla, por lo que sus delgados ojos empañados se reflejaron en la cálida luz de la cama, y agarrando inconscientemente la suela del zapato, con una expresión todavía rígida dijo: —Yo no quiero dinero...

Los ojos de Lian Jue se hundieron al instante y resopló con frialdad, pensando: ‘De verdad, no tienes nada mejor que hacer.’

—No me importa quién te haya enviado.

Lian Jue levantó el pie, y la punta de su zapato de cuero subió lentamente por un lado de la cara del joven, presionando sutilmente la base de su oreja. La fuerza no era demasiado, pero el joven sintió claramente una fuerte sensación de opresión y advertencia.

—Vuelve y diles que vengan a buscarme a lo grande si quieren, pero no más de estos trucos sucios. Por lo demás, tampoco me culpes por no seguirles el juego.

El toque ligeramente frío en el costado de su cara desapareció, así que la sensación de opresión se desvaneció gradualmente de su cuerpo mientras cerraba sus ojos y levantaba su esbelto cuello para tomar una gran bocanada de aire.