AEV

Extra 6 - Fragmentos de Tiempo (2)

-Dos años después-

Lian Jue acababa de terminar la ducha, por lo que estaba con el cabello aún sin secar del todo, con la bata abierta y el delgado pecho manchado de una humedad ligeramente fría.

Se apoyó perezosamente en la cama, acariciando el cabello oscuro y fino de Shen Tingwei, con su voz extremadamente contenida y un poco baja: —Se bueno y hazlo más profundo.

Shen Tingwei estaba de rodillas entre las piernas de Lian Jue, con el cuerpo desnudo, los codos apoyados en la sábana de la cama rojiza y la boca tartamudeando en respuesta a algo.

De hecho, a Shen Tingwei le costaba bastante sostener el grueso pene de Lian Jue y sus rojos labios estaban completamente abiertos, con las comisuras de su boca manchadas de agua brillante. Pero aún así accedió a la petición de Lian Jue, enterrando la cabeza y tragando aún más profundamente el pene completamente erecto situado en su entrepierna.

Los jadeos de Lian Jue se hicieron más intensos al acariciarlo con más fuerza, y sus dedos se clavaron en el cabello de Shen Tingwei mientras presionaba su cabeza sin control.

Cuando el húmedo glande de Lian Jue aplastó la superficie de la resbaladiza lengua en la estrecha garganta de Shen Tingwei, la punta segregó una tenue sal de pescado, lo que hizo que la cavidad oral se tensara incómodamente.

La garganta de Shen Tingwei se movió en un solo movimiento, causando que el canal caliente, húmedo y estrecho envolviera por completo el glande. Lian Jue levantó la cabeza y jadeó, su mano abandonó la cabeza y siguió la mandíbula de Shen Tingwei hasta el discreto bulto que había salido en su garganta, y su voz grave contenía una ligera risa mientras preguntaba si podía tragarlo todo.

Shen Tingwei levantó sus ojos húmedos para mirar a Lian Jue con cierta pena, antes de retirar lo tenía en su boca.

Tal vez su boca estaba agria y los jugos no tuvieron tiempo de tragarse, sino que fueron agitados por la lengua que entró y gotearon por las comisuras de sus labios. Los líquidos húmedos y brillantes que mojaron su barbilla y su cuello, fueron limpiados casualmente por Lian Jue y sus dedos resbaladizos acariciaron su lisa columna vertebral, tanteando bajo Shen Tingwei.

El rico aroma a vino dulce de la habitación estaba mezclado con un leve olor a almizcle.

El físico de Shen Tingwei es tan especial que no necesitaba dilatarse con demasiada meticulosidad y tiempo. Los huesos ligeramente sobresalientes de Lian Jue se aplastaron sobre las suaves y calientes articulaciones interiores, y sus dedos juntos presionaron suave y desigualmente contra el húmedo y mojado agujero de Shen Tingwei, causando que el resbaladizo y caliente líquido intestinal goteara sobre su palma junto con los dedos retirados de Lian Jue.

Shen Tingwei subió sus manos a los hombros de Lian Jue, su pecho subía y bajaba incontrolablemente en respuesta a sus movimientos, y un pequeño zumbido que escapaba de sus fosas nasales no podía ser reprimido.

Lian Jue besó su pecho delgado y firme, sostuvo su pezón erecto y el aliento caliente quemó su piel en un color carmesí. Las pestañas de Shen Tingwei temblaron suavemente y sus labios se estrecharon, mientras jadeaba con impaciencia: —Quiero...

Lian Jue levantó los ojos y se pasó los dedos por la entrepierna: —¿Qué quieres?

Shen Tingwei se sonrojó y le rodeó el cuello con los brazos, con la cara caliente enterrada en el recoveco del hombro de Lian Jue, y dijo con hosquedad: —Quiero hacer...

Entonces, Lian Jue le dió una palmadita en las nalgas y miró sus orejas rojas: —Siéntate.

Las delgadas y blancas piernas de Shen Tingwei se colocaron a horcajadas sobre los muslos de Lian Jue y se dió la vuelta para alcanzar los condones en la mesita de noche, pero él lo volvió a colocar en su regazo.