AEV

Capítulo 10

🔞Adventencia: Contenido+18🔞

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Cuando Lian Jue le había introducido los dedos en el cuerpo en dos golpes, Shen Tingwei no pudo aguantar más, se tumbó en la encimera de la cocina y le suplicó: —Entra... entra...

La mano en la espalda de Shen Tingwei se deslizó hacia abajo y agarró una de sus suaves nalgas y la frotó con fuerza, pellizcando marcas rojas en su carne blanca como la nieve.

La forma en que hacía pucheros y suplicaba era demasiado parecida a la de un animal dominado por el deseo físico, e hizo que Lian Jue se sintiera un poco rebelde.

Cuanto más ansiosamente se frotaba Shen Tingwei contra él, más se frotaban deliberadamente los dedos de Lian Jue contra él. Los dedos recorrían lentamente su pared interior, sin prisa sobresalían y luego se empujaban más profundamente hasta ser completamente devorados por los suaves pliegues de su agujero.

El dobladillo de la delgado camisa en el cuerpo de Shen Tingwei se levantó hasta su espalda, su esbelta cintura se arqueó en una bonita curva, y una voz salió de su garganta como un gruñido insatisfecho y sollozante.

Las grandes manos de Lian Jue le agarraron el trasero, y sus dedos pellizcando la suave carne para separar sus nalgas. Sus dedos presionaron contra los suaves y tiernos pliegues para luego empujarse en su interior, formando una clara y diminuta espuma en su enrojecido agujero.

Sus largos y delgados dedos eran acariciados rítmicamente por el inferior de Shen Tingwei, ambos estaban envueltos en una película transparente, y con un líquido húmedo corriendo por ellos que incluso empapaba los puños de su camisa.

Shen Tingwei se estaba volviendo loco por la tortura, así que fue a agarrarle la mano. Pero Lian Jue fue más rápido, agarrró su muñeca y la presionó en el centro de su espalda para fuera incapaz de moverse.

Lian Jue se inclinó y presionó su espalda, mirando el rostro de Shen Tingwei, que estaba humeantemente rojo de deseo, y sus labios, que estaban ligeramente separados. Con la intención de atormentarlo, retiró sus dedos del lujurioso agujero, y los frotó suavemente sobre los pliegues humedecidos.

Shen Tingwei gimió desorientado, su trasero se abrió y se cerró como si respirara, y justo cuando la punta del dedo de Lian Jue le tocó, su agujero lo succionó como si lo instara a entrar en su interior. Lian Jue hizo que su dedo entrara hasta la mitad y luego lo sacó repentinamente. Shen Tingwei no fue follado por sus dedos, entrecerró los ojos y finalmente dejó escapar un suspiro de alivio.

Los labios de Lian Jue se presionaron contra el pequeño lunar rojo en la punta de su oreja, y su voz era baja y sensual: —¿Lo quieres?

—Si... —Shen Tingwei frunció ligeramente los labios y se lamió lentamente la comisura de su boca. La punta de su lengua carmesí no se retiró rápidamente y se mantuvo ligeramente expuesta en el exterior.

Fue tan coqueto que molestó a Lian Jue.

El parte inferior de Lian Jue se encendió con su sensual apariencia, bajó la cabeza para besar su boca con fiereza y, sin previo aviso, tres dedos se introdujeron en el lujurioso agujero de Shen Tingwei.

Los gemidos de Shen Tingwei fueron amortiguados por los dedos de Lian Jue que se curvaban y se clavaban en sus húmedas y calientes paredes internas. En su boca, su lengua se entrelazaba ferozmente contra la lengua de Shen Tingwei, la chupó y lamió, besándolo furtivamente como un adolescente que nunca había tenido sexo.